Off colors

 “…. Jóvenes seamos como las estrellas brillemos juntos y juntas, en equidad de género, racial y territorial, reconozcamos el potencial de las diferencias y juntos firmemos ese pacto simbólico de coexistencia que nos permita abrir la posibilidad de desarrollar iniciativas y proyectos en nuestros territorios desde la empatía y confianza…”


Llevo algunos meses sin escribir, sin inspiración, inspiración que llegó recientemente después de varias conversaciones con futuros gobernantes, porque eso son los jóvenes con los que me tomé un café, los futuros gobernantes, los siguientes tomadores de decisión, que hoy desarrollan iniciativas sociales y políticas, mañana serán los candidatos y pasado mañana serán los gobernantes y funcionarios públicos; con ellos encontré las primera luces para iniciar a transmitir un hecho, los jóvenes somos como las mujeres, así como no existe una sola forma de ser mujer y no existe una sola forma de ser joven, tenemos múltiples transversalidades.

Existen jóvenes de izquierda, de derecha y el centro -que yo si reconozco- y de un montón de lados y colores, jóvenes víctimas del conflicto armado, jóvenes negros, afros, palenqueros, raizales y gitanos, jóvenes colombianos retornados de otros países, las diferencias no son solo de colores o ideologías políticas sino también de realidades, oportunidades y privilegios, hasta en el acceso a la participación ciudadana, política o a un puesto de votación en Colombia, sino hablemos de la participación política de los jóvenes rurales o del acceso a la educación.

Yo sí creo que más allá de esas diferencias se puede construir y el primer paso es reconocer esas diferencias, medir los puntos en común e unirnos en esos puntos. Nosotros no somos los primeros jóvenes que trabajan por la transformación, creo que la juventud en la política es sinónimo de revolución, sin importar su ideología, la juventud incluye nuevas ideas y formas de hacer las cosas, pero si podemos ser los jóvenes que transformen su quehacer como activadores y agente de transformación, generando espacios sin color, espacios donde el pilar sea la cooperación, la confianza, la honestidad y nuestros sueños.

Para mí la tarea hoy no es pretender encajar a todos los jóvenes en una categoría sino aprender del feminismo y entender que en nuestra condición de ser jóvenes somos diversos y así como el feminismo tiene la sororidad nosotros los jóvenes podemos construir un concepto que refleje la coexistencia entre todos y todas, que nos permita deconstruir nuestros espacios, generar empatía y desarrollar el trabajo en equipo. Este país necesita más actores que sepan trabajar juntos, que sean capaz de reconocer las virtudes del opuesto y construir teniendo en cuenta el bien común.

Aprender a trabajar en coexistencia, en competencia sana, entender que a todos y todas nos llega nuestro momento y que para brillar no necesitamos apagar la luz de los otros u otras, antes podemos inspirar y motivar a otros jóvenes, fortalecer nuevos liderazgos y compartir aprendizajes, sino me creen miren al cielo y verán a millones de estrellas brillando juntas.

Jóvenes seamos como las estrellas brillemos juntos y juntas, en equidad de género, racial y territorial, reconozcamos el potencial de las diferencias y juntos firmemos ese pacto simbólico de coexistencia que nos permita abrir la posibilidad de desarrollar iniciativas y proyectos en nuestros territorios desde la empatía y confianza.

Yaquelin Chaverra Perea

Soy una mujer negra, feliz y feminista, cristiana y psicóloga, me gusta la política, la innovación social, el emprendimiento y la educación. Creo en la co-creación como herramienta del desarrollo social y me gusta escribir las locuras que pasan en mi cabeza.

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