La guerra jurídica, fantasma o realidad

CR (RVA) CARLOS JAVIER SOLER PARRA

Pienso académicamente que los activistas y defensores de DDHH (incluido quien escribe), no podemos relativizar y debemos ser absolutamente sólidos en defender, promover e impulsar los derechos fundamentales de TODOS, incluso los que no me gusten o con los que esté en desacuerdo (esa es la esencia del principio democrático y del Derecho de los Derechos que es La DIGNIDAD HUMANA).

Por eso, hoy siento mi voz de protesta contra personas, organizaciones y grupos de presión política que quieren instrumentalizar al Ejército Nacional, presionar decisiones e imponer sus visiones muy amplias y garantistas para unos temas y muy reduccionarias y tiranas para otras.

Por esta razón, quiero decir de manera personal y académica, que si un Oficial, Suboficial o Soldado de la Fuerza Pública comete un delito, DEBE ser investigado, juzgado y sancionado con todo el rigor, pero eso si, con estricto apego a la PRESUNCIÓN DE INOCENCIA, EL DEBIDO PROCESO, EL DERECHO DE CONTRADICCIÓN, UN JUICIO JUSTO Y DEFENSA TÉCNICA Y MATERIAL.

Obviar esos principios fundamentales No se debe permitir nunca y menos ante una fuerza militar y policial a la que se le exige tanto en público y muchas veces se le abandona en privado.

No puede ser que en mi país, democrático, pluralista, con instituciones sólidas, haga carrera el “DELITO DE SOSPECHA”, que por tratarse de Militares y Policías “como que la ley no aplica”, pues se debate más y se juzga más en los noticieros y las revistas de amplia circulación que en juicio; llegando incluso a someter a los funcionarios (soldados de todos los grados) a “linchamiento público“.

Es decir, que por ser Militar o Policía y por el hecho de “tener una investigación preliminar o formal”, sin fallo condenatorio, y claro, sin conocer las pruebas por que por mandato expreso legal son secretas, ya reposa sobre él la presunción de culpabilidad sin derecho a réplica ni defensa.

Mi llamado respetuoso y humilde pero firme al Señor Presidente y al Señor Ministro de Defensa, es a que valoren las cosas en su propia y justa medida, que sometan a revisión los casos uno por uno, de gente externa, de profesionales probos y transparentes.

Nada le duele más a un soldado y un policía que el deshonor y la humillación del escarnio público, cuando se separa de la institución injustamente, cuando se entrega su cabeza en bandeja de plata a quiénes siempre fueron sus enemigos en el campo de combate, o peor aún, a los que disparaban siempre con la pluma y la calumnia desde la seguridad de un escritorio o con el rótulo de defensor de DDHH.

Yo, en mi calidad de defensor de Derechos Humanos y recogiendo el sentir de muchos soldados y policías, activos y retirados, y de sus familias, exijo: “NO MÁS INJUSTICIAS”.

Explicar y recalcar, que un funcionario público se presume inocente mientras no sea vencido en juicio “con sentencia ejecutoriada de primera instancia“ y llamar la atención de que si eso no sucede, no sería posible tachar de culpable de nada a nadie en un Estado de Derecho, no se puede romper el equilibrio de las cargas públicas ni poner la fuerza pública en situación de debilidad.

Tomar decisiones contra Líderes y Comandantes, Soldados victoriosos en todos los escenarios, es un pésimo mensaje a la moral directa de los soldados de a pie que no entienden como sus líderes, sus comandantes, los que la pelearon hombro a hombro y salieron victoriosos, sean señalados, sean humillados y sean reseñados con un título de CULPABLE.

A nuestros soldados y policías en todos los grados se les debe señalar culpables de Amar a Colombia, de darlo todo, de trabajar todo el día y todos los días, de no ver crecer a sus hijos, de no ver morir a sus padres, esa es la culpa de varios Comandantes que ya linchan en medios, sin fórmula de juicio.

Paradójicamente, así los miramos a los ojos y les seguimos diciendo, “que los queremos, que los apoyamos y que lo sigan dando todo”.

¿Será ese el mensaje correcto?

Nota : Los dejamos solos, muy solos ante la arremetida de enemigos en la guerra JURIDICA, O les decimos de una vez, ¿Que no se va a respetar sus garantías judiciales, su presunción de inocencia, su debido proceso, su juicio justo, su derecho de contradicción, su defensa técnica y material?

O mejor, les decimos que son sujetos plenos de derechos y garantías que se les hará respetar (sin impunidad pero con equilibrio).

Reflexión: Inteligencia Emocional y Derechos Humanos, para los Militares y Policías también.

Cr (Rva) Carlos Javier Soler Parra

Coronel retirado del Ejército, Profesional en Ciencias Militares y Abogado, especialista en Derecho Administrativo, Recursos Militares, Seguridad y Defensa, Derechos Humanos, Derecho Internacional Humanitario aplicado a Conflictos, Magister en Derecho Público y Derechos Humanos y Construcción de paz y Optante a Doctor en Derecho, alumno de los cursos básicos y avanzado en el Instituto Internacional de Derecho Humanitario en San Remo, Italia. Ex director de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario del Ministerio de Defensa Nacional, Ex jefe de Estado Mayor y Segundo Comandante del Comando Conjunto de Monitoreo y Verificación.

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