Ya se va a cumplir una semana del ataque perpetrado por EE.UU, Francia y Reino Unido a Siria como respuesta al supuesto ataque químico perpetrado en Duma por el régimen de Bashar al- Ásad, este es un complejo acto de equilibrio geopolítico desde distintos factores, y digo equilibrio ya que la geopolítica se estructura desde unos pesos y contrapesos derivados del accionar de los Estado, en esta caso, EE.UU. y Rusia principalmente.
El accionar del bloque occidental sobre Siria se puede analizar desde varios elementos: el primero, la intensión de frenar los usos de armas de guerra no convencionales como armas químicas, ello demostrado en los 105 misiles contra objetivos infraestructurales relacionados con la fabricación de este tipo de armas, aunque el número es catastrófico, son menos de los que se esperaba tras la advertencia de Putin en la que prometía derribar todos los misiles que se disparen contra Siria. Y la respuesta de Trump ¡Prepárate, Rusia, porque llegarán, lindos, nuevos e ‘inteligentes‘! ¡No deberían ser socios de un Animal Asesino con Gas que mata a su pueblo y lo disfruta!».
La ofensiva militar en sí no propicio grandes cambios sobre la dinámica estratégica bélica en la región, esta no desplazó el poder político y militar de al-Asad y sus aliados rusos e iraníes; más si fue una acción que se encuentra entre los preceptos éticos y estéticos, veamos.
En el plano estético, advertir a Rusia sobre la capacidad instalada de los representantes del orden internacional occidental liderados por Trump con respecto al poder bélico de responder ante las pretensiones de Putin de expandir las zonas de influencia hacia el Mar Mediterráneo, es decir, advertir a Siria, Rusia e Irán que no les temblará la mano en la defensa de los ideales que proclama el decadente occidental. Ver Artículo: La reconstrucción del orden liberal internacional: el desafío político contemporáneo, entre ellos la prohibición del uso de armas químicas, defendiendo así la universalización de los Derechos Humanos, elementos indisolublemente ligados a las razones éticas del bombardeo. Es importante señalar que, aunque Alemania no participó con misiles en dichas acciones, puesto que no pertenece al consejo permanente de seguridad de la Naciones Unidas, si lo hizo con retórica, demostrando así que la Canciller alemana Merkel basa intenciones políticas en principios Hegelianos, desde los cuales es más importante la comprensión que la agitación bélica.
Cabe señalar que, aunque Rusia constantemente ha condenado el ataque, no ha contemplado respuesta militar como lo había advertido, demostrando así, que su intención no es una sacudida armada de altas proporciones en la región, puesto que comprende que desafiar el orden occidental con un ataque a las bases desde donde fueron lanzados los misiles conllevaría inexorablemente a una avanzada armada de proporciones mundiales, elementos opuestos a la diplomacia y a la gobernanza internacional.
Esta conjugación de elementos, permiten entonces comprender el ataque más que ético, fue estético, situación que demuestra la capacidad armada occidental y la disposición rusa a no ceder ante sus pretensiones e intereses en Asia central. El tablero geopolítico sigue demostrando el cúmulo de estrategias que se requieren para atestar golpes definitivos a los oponentes en el juego, caso que no fue el de Siria, puesto que Rusia seguirá siendo la potencia imperante en la región.
[…] éticos y estético brindado a los Estados Unidos para el ataque que sacudió a Siria, (ver columna La estética geopolítica en Siria), es la clara muestra de la disposición del presidente galo a cooperar en asuntos tendientes a la […]