Próximamente en todo el país, en las instituciones educativas se llevará a cabo el proceso de elección de personeros, contralores y representantes estudiantiles en el marco de lo que llamamos Gobierno escolar.
En el año 1994 surgió el decreto 1860, el cual describe en su capítulo 4, que el gobierno escolar es, “el conjunto de individuos y organismos que orientan, dirigen y administran la institución educativa en los aspectos pedagógicos, académicos, administrativos, financieros, culturales y sociales. Donde se evidencia el ejercicio de la participación de los diferentes estamentos que hacen parte de la comunidad educativa”.
Las instituciones educativas son la primera instancia en la que se practica el deber y el derecho de la ciudadanía. La idea surgió de la necesidad de integrar en ese espacio de construcción, mecanismos para la promoción de los derechos y deberes que se tienen como seres humanos además de fomentar la participación en una representación de Estado.
Pero… ¿Qué significa ser personero, contralor y representante? A menudo se escuchan comentarios u opiniones de que un personero nunca cumple, que su clásica propuesta es la de la piscina en el colegio, que son colaboradores del rector, entre otros. Muchos se toman este rol como el circo que a veces parece el gobierno en la realidad, pero hay otros que asumen el reto y logran hacer buenas propuestas y ejecutarlas.
Para aquellos jóvenes que se han atrevido a postularse a estos roles, la recomendación es que se instruyan, que conozcan y pierdan el miedo, porque pueden ser actores de varios proyectos que están encaminados a la construcción de una ciudad más incidente y donde los jóvenes se den cuenta del gran poder que tienen, que lo asuman con responsabilidad y no por obtener un título o favoritismo. Si bien, hay algunas instituciones donde es latente la represión estudiantil hay mecanismos que se pueden utilizar para exigir sus derechos.
Es importante la construcción de lazos, de unión, de hacer equipo, de esta manera se pueden cambiar muchas cosas y que las funciones de estos personajes trasciendan. En la ciudad hay diversas organizaciones que orientan la acción de estos jóvenes y que además son un apoyo en sus cargos.
Un testimonio de vida desde la experiencia
Óscar Arango, fue personero de la Institución Educativa Presbítero Antonio José Bernal Londoño de Medellín, en el año 2008. Es un testimonio de vida, un líder que ha construido ciudad desde lo político hasta lo social, generando cambios no solo en su vida como ciudadano sino en la de jóvenes que quieren incidir en procesos que motiven a su participación. La idea que él tenía para ejercer este cargo, era que los estudiantes encontrarán en la institución un espacio para convivir, para motivarse; un espacio juvenil generador de talentos y un compartir constante, para promover el trabajo en equipo y un buen ambiente de convivencia. Las propuestas se enfocaron en el desarrollo en el libre esparcimiento, el desarrollo a la personalidad y al respeto por lo público.
Su incidencia en la institución educativa tuvo grandes logros, resaltados en reconocimientos como la medalla a mejor personero y el primer puesto del proyecto en la línea de ciencias sociales y comportamentales realizado por el Parque Explora, en el cual su investigación acerca de los hábitos de vida de los jóvenes y su incidencia para el desempeño escolar son factores que influyen en la vida personal y social de los estudiantes. Esta, a su vez, representó a la ciudad en la Feria Internacional del Ingenio Juvenil en el 2010 en Panamá.
Arango define los derechos humanos como unas garantías que son inherentes y universales a la persona. Desde la escuela deben ser promovidos, para generar ciudadanos conscientes y partícipes de los procesos de formación en ciudad.
Él, en conjunto con otros expersoneros, conformaron en el año 2008 un espacio para la incidencia política y social, conocida como la Red de Personeros Municipal, con el objetivo de tratar todas las problemáticas que se viven en las instituciones.
Esta organización juvenil, incide en espacios de ciudad, como la Parada Juvenil de la Lectura en el marco de la Semana de la Juventud, incentivando la promoción de algunos derechos como la vida, la libre expresión y la sensibilización para mitigar el fenómeno del acoso escolar, así mismo realiza seminarios, foros y debates para influir en los jóvenes y que estos conozcan la dinámica de las instituciones y defiendan sus derechos con criterio.
La Red que construye una responsabilidad social
La formación en derechos, la participación juvenil, el surgimiento de nuevos líderes, la institución como espacio para la democracia y la participación son el interés de una red, que, guiada por el proyecto de Democracia Escolar, tiene como objetivo una corresponsabilidad para construir, formar y hacer comprender en los jóvenes el ejercicio de construcción de tejido social, para que día a día sobresalgan más y se cuestionen sobre lo que sucede en las organizaciones exigiendo con respeto y conocimiento de las leyes sus derechos, pero a la vez promoviendo los deberes que tiene como ciudadano.
Durante el anterior gobierno en el cual Rodrigo Ardila Vargas fue delegado para ocupar el cargo de Personero en la ciudad de Medellín, la Red de Personeros municipal fue “mutilada”, aquellos jóvenes que una vez se motivaron para crear una red consolidada que día a día creciera y recibiera a nuevos integrantes que empezaban su cargo como personeros y líderes estudiantiles, en un espacio para que ellos escucharan y se orientaran por los que alguna vez ocupamos ese lugar nos dejó a un lado.
La red se volvió selectista porque, según el personero, en esta solo debían participar jóvenes que estuvieran actualmente en ese cargo. Desde ese entonces “los viejitos” se desplazaron a otros grupos sociales y también algunos crearon el propio.
La propuesta para democracia escolar y para el nuevo personero, Guillermo Durán, es devolverle esa experiencia a la Red de personeros, representantes y líderes estudiantiles, que vuelva hacer ese lugar de encuentro de líderes, antiguos o nuevos en sus cargos, pero donde solo hay un objetivo jóvenes que desean trascender y que quieren llevar a sus instituciones estas experiencias para generar revoluciones de conciencia y hacer entender a los estudiantes que no son una pieza más de la masa. Son “más que jóvenes”, son gestores de desarrollo social.
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