Iván Duque: el gran dictador

El 15 de octubre de 1940 se estrenó en Nueva York la película El gran dictador, de Charles Chaplin. En esos momentos Europa estaba sumida en la Segunda Guerra Mundial, un conflicto bélico que duró seis años y causó la muerte del 3% de la población mundial.  En dicha película Chaplin desempeña dos papeles; el de un despiadado dictador nazi fascista y racista que ha llegado al poder para iniciar una persecución contra el pueblo judío, los cuales considera responsables de la situación de crisis que vive el pueblo alemán; y el de un barbero judío que es perseguido. Al final, Chaplin cierra la película con un discurso del cual se transcriben aquí algunos apartes:

«(…) La codicia ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.

(…) Más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo.

(…) Ahora mismo, mi voz llega a millones de seres en todo el mundo, millones de hombres desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oírme, les digo: no desesperéis. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano.

El odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá. 

Soldados:

No os entreguéis a ésos que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir.

Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina.

(…) No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad.

(…) En nombre de la democracia, utilicemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido.»

Este fragmento de la obra de Chaplin expresa una condena y una denuncia contra el Nacismo, el Fascismo, el antisemitismo y en general, contra cualquier dictadura. Es un discurso transhistórico y universal que se puede aplicar punto por punto, a la situación que vive nuestro país.

Colombia heredó de los Estados Unidos de América, su sistema de gobierno presidencial, el cual fue adoptado en la Constitución de Cúcuta de 1821.  Este sistema está basado en un ejecutivo monocrático, con amplios poderes políticos y administrativossometido al mismo tiempo, a un sistema de pesos y contrapesos por parte de los otros poderes públicos. Sin embargo, la práctica de este sistema en Colombia lo ha desvirtuado, lo ha desnaturalizado y hemos caído en el presidencialismo; un sistema que deforma el sistema original debido a que el Presidente de la República ostenta una concentración de poderes muy acentuada que, va en detrimento del poder legislativo y la mayoría de las veces es suprimido por el propio gobierno.  

Esta concentración de poderes -dadas por la Constitución y la ley- en cabeza del ejecutivo, ha sido usada a través del tiempo de nuestra historia Republicana de diferentes maneras, unas menos virtuosas que otras, sin embargo, durante la presidencia de Iván Duque, el abuso y las transgresiones de estos poderes «ha envenenado las armas, ha levantado barreras de odio, nos ha empujado hacia las miserias y las matanzas.»  Basta con fijar la mirada en los más de 241 firmantes de paz asesinados y los 51 líderes sociales que han tenido la misma suerte en el 2022[1] o en el aumento desmesurado de la violencia de Estado, que ocasionó, recientemente, la masacre en el Putumayo de 11 personas, entre ellas un menor de edad y una mujer en embarazo, las cuales fueron presentadas como guerrilleras por el Ejército Nacional, perpetuando la práctica creada por Uribe Vélez de los falsos positivos;  o prestar atención en las palabras del comandante del Ejército Nacional, uno de los agente del mal del gobierno actual[2], el General Eduardo Enrique Zapateiro Altamiranda, quien frente a estos hechos afirmó «que no es la primera operación donde caen mujeres embarazadas y menores de edad combatientes».

Como muy bien lo dice Chaplin, «(…) más que máquinas necesitamos más humanidad. Más que inteligencia, tener bondad y dulzura. Sin estas cualidades la vida será violenta, se perderá todo»; como lo estamos perdiendo en Colombia.  Soldados y Policías de Colombia, es hora de dejar de escuchar el lenguaje del odio, de la discriminación, de la venganza, de la violencia que proviene de sus comandantes; y recordar que su deber, respectivamente, es preservar materialmente el orden Constitucional y proteger la vida, la integridad física, la seguridad de las personas.  Soldados y policías «No os entreguéis a ésos que en realidad os desprecian, os esclavizan, reglamentan vuestras vidas y os dicen qué tenéis que hacer, qué decir y qué sentir.  Os barren el cerebro, os ceban, os tratan como a ganado y como carne de cañón. No os entreguéis a estos individuos inhumanos, hombres máquina, con cerebros y corazones de máquina.  (…) No luchéis por la esclavitud, sino por la libertad.»

Otro de los abusos y transgresiones de los poderes otorgados a Iván Duque, es el que ha estado haciendo durante todo el proceso electoral, ya que, en sus pronunciamientos públicos, no ha cumplido su deber Constitucional y legal de actuar con neutralidad durante las elecciones presidenciales[3], al no perder oportunidad para favorecer con sus palabras al candidato que ha sido designado por Uribe Vélez como heredero de la Presidencia de la República de Colombia, el señor Federico Gutiérrez.  Todo esto lo ha hecho reiteradamente y perjudicando electoralmente al candidato de la oposición; con el agravante inmoral y antijurídico de omitir cuando hace estas declaraciones su nombre, con la firme intención de eludir la acción de la Justicia. 

 Ante este hecho, varios senadores de la República, entre ellos Iván Cepeda, han radicado las denuncias penales y ante la comisión de Investigación y acusación de la Cámara de Representantes. Empero, de todas estas instituciones se han apoderado los agentes del mal que tiene este gobierno, lo que hará imposible la aplicación de la justicia y el Control Político, imposible ya de hecho, tal y como fue planteado en la Constitución del 91.

Las razones por las cuales Duque está utilizando toda la Institucionalización del poder haciendo política, es muy clara: es un hecho que su partido, el Centro Democrático, perdió la hegemonía en el Congreso de la República; pero lo que no es un hecho y no puede llegar a serlo, es que se pierda la herencia del poder en Colombia.  Todo el Estado ha enfilado sus armas para este fin, cueste lo que cueste y sin que medie la ética en los medios para conseguirlo.    

En síntesis, durante estos cuatro años Duque ha eliminado la posibilidad del Control Político de su gobierno y de sus agentes del mal[4], ha puesto obstáculos y limitaciones a la función legislativa, la ha absorbido apoderándose del Congreso de la República.  Esta desnaturalización del sistema presidencial estadounidense, ha ocasionado una hipertrofia del ejecutivo que es equivalente a una DICTADURA.  Este Régimen despótico de tipo personalista le ha traído gran desdicha a nuestro país, pero «(…) la desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano.» Progreso que solo obtendremos cuando recuperemos nuestra humanidad, nuestra bondad y dulzura como especie que nos impulse de nuevo a pensar en los medios que se utilizan en la política, en otras palabras, a hacer una política con ética.     

No se puede olvidar que, el deseo vehemente de tener el poder, conservar las riquezas y el estatus que les ha traído a los Uribe, a los Duque, a los Cabal, a los Pastrana, a los Gaviria, etc., es lo que los motiva a no soltarlo, seguirlo heredando y haber iniciado -hace muchos años atrás- esta persecución contra los que consideran responsables de querer arrebatarles su TESORO[5]. Se debe recordar que estas personas son aves de rapiña con una avidez insaciable que los lleva a prometer, como dice Chaplin un «mundo nuevo, digno y noble que garantice a los hombres un trabajo, a la juventud un futuro y a la vejez seguridad. Pero bajo la promesa de esas cosas, las fieras subieron al poder. Pero mintieron; nunca han cumplido sus promesas ni nunca las cumplirán»

 A todos los colombianos que se encuentran «desesperados, mujeres y niños, víctimas de un sistema que hace torturar a los hombres y encarcelar a gentes inocentes. A los que puedan oírme, les digo: no desesperéis» no perdamos la fe y la esperanza en nosotros mismos pues el «odio pasará y caerán los dictadores, y el poder que se le quitó al pueblo se le reintegrará al pueblo, y, así, mientras el Hombre exista, la libertad no perecerá». 

 Solo ruego que el discurso de Chaplin tenga la misma capacidad en Colombia, como tuvo sus palabras en el mundo, para remover conciencias, la sensibilidad y nos ayude a despertar del letargo en el que nos tienen sumidos a los habitantes de nuestro país; sin olvidar que, nuestra libertad no está garantizada, debemos valorar y luchar por ella.  «Los dictadores son libres sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Luchemos ahora para hacer realidad lo prometido.»

 


[2] Este general designado por Iván Duque el 27 de diciembre de 2019 como comandante del Ejército Nacional de Colombia, le ha servido no sólo para pasar de la violencia de Estado, al Terrorismo de Estado; sino que su declaración de este viernes 22 de abril, hace pensar que, si no es elegido Federico Gutiérrez a la presidencia, podría ser una muestra de otro de los herederos del poder designados por el Uribismo.  Lo anterior, con lo que esto implicaría para el país y para la democracia, un golpe de Estado. Ver artículo en https://www.las2orillas.co/de-la-violencia-de-estado-al-terrorismo-de-estado/

[3] No se puede olvidar que esta neutralidad tampoco fue respetada durante las pasadas elecciones al congreso, pues ante la pérdida de hegemonía de su partido el Centro Democrático en el mismo, movilizó al Registrador Nacional y al Consejo Nacional Electoral, a un reconteo de los votos de las elecciones del Senado.    

[5] Al igual que Smeagol o Gollum, personaje del Señor de los Anillos, se convirtieron en monstruos producto de la avaricia.

Edwar Ferney Roldán Morales

Licenciado en Filosofía, Abogado Constitucionalista, Magíster en Filosofía del Derecho Contemporáneo, Docente Universitario, Líder Social y Defensor de DDHH.

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