Elecciones Colombia 2022: Democracia a la baja

“Este no es más que un análisis burlesco de los candidatos a presidencia, con la misma altura de los debates que ellos han ofrecido”


Dirigir una nación como Colombia no es tarea fácil, es un país que lleva décadas en un conflicto interno interminable, con el mayor número de desplazados internos del mundo, un grave recrudecimiento de la violencia en el campo y en las ciudades y una intensa crisis económica que no tiene precedentes en los últimos doce años. A eso hay que sumarle un 13,7% de desempleo en 2021, una inflación de 7% esperada para 2022, una devaluación del 14,2% del peso frente al dólar y ser vecinos de la dictadura de Nicolás Maduro, hoy por hoy, el tirano favorito de los Estados Unidos. Este es el panorama que deberá enfrentar el próximo presidente de Colombia, que asumirá un autentico chicharrón carnudo de problemas el próximo 7 de agosto. Eso sí, siempre y cuando no nos invadan los rusos, los gringos o los venezolanos, aunque no faltará el xenófobo que dirá que estos últimos nos invadieron hace rato.

Uno pensaría que con tantos problemas y tan jodidos todos, habría escasez de candidatos para ocupar el solio de Bolívar, pero, todo lo contrario, aun pasadas las consultas interpartidistas del 13 de marzo, queda un chorrero de masoquistas que se le miden al tren de la locura que es gobernar nuestra amada republiqueta. Sin embargo, muchos son auténticos desconocidos, así que me limitaré a hablar del debate en el que se encuentran inmersos aquellos con mayor proyección y posibilidades de suceder al presidente tierno; Iván Duque.

Como ya habrán podido notar, estimados lectores, esta columna tiene la misma seriedad y altura que el debate por la presidencia. Sin embargo, a diferencia de los candidatos, yo me comprometo a decirles solo la verdad y a no insultar a nadie. Ayer, 14 de marzo de 2022, fue el debate en El Tiempo y Semana entre Gustavo Petro, Federico Gutiérrez e Ingrid Betancourt, un debate que francamente genera depresión, uno de los temas álgidos que se tocó durante el mismo, y es que si uno compara la confrontación de ideas del debate presidencial de 1986 entre Luis Carlos Galán y Álvaro Gómez con el rifirrafe de anoche es imposible no quedar preocupado y triste, dado que se discutieron pocas propuestas, realmente solo una hipotética reforma pensional, reforma tributaria y la transformación de Ecopetrol para una transición de energías basadas en la explotación de hidrocarburos a “energías limpias”, todas propuestas por Petro. No se discutió a profundidad sobre la reforma agraria, la reforma educativa y la transformación del sector salud. “Fico” se dedicó a rebatir, sin mucho éxito, las propuestas de Petro calificándolo de mentiroso, guerrillero e incitador del odio, mientras tanto Ingrid las confrontaba con una comparativa de Francia, aun no se sabe muy bien cuál es el país que ella pretende gobernar. Por mi parte me quedé esperando que estos dos por fin hablaran de sus propuestas y atacaran las propuestas de Petro en los puntos flojos que tienen, nada de esto pasó.

Posteriormente todos aprovecharon para sacarse algunos trapos al sol, los cuales resumiré en un perfil satírico de los candidatos que viene a continuación:

Ingrid Betancourt: La “madeimoselle” de la política colombiana, se dice que es un eclipse que solo se ve cada cuatro años. Secuestrada durante seis años por las FARC, según dijo ayer, amigos de Petro -afirmación incomprobable-. Se le dificulta hablar castellano a veces. Su gran propuesta es instalar una gran torre Eiffel en Bogotá que ilumine toda la ciudad para sentirse como en casa.

Rodolfo Hernández: ex alcalde de Bucaramanga, el Mike Tyson rubio de Santander. Propone golpear muy duro a la corrupción.

Federico Gutiérrez “Fico”: Bacán, tomador de guaro como ninguno, llega a la fiesta y gasta media. Ex alcalde de Medellín, no resultó salpicado por las aguas de Hidroituango, pero su secretario de seguridad Gustavo Villegas resultó condenado por ser colaborador de la “oficina de Envigado”. Es el de Uribe, pero le da pena admitirlo porque en el fondo es un muchacho tímido. Dice Petro que con él les irá bien a los oficinistas porque llenará la Casa de Nariño de “oficinas”. Propone ganarle a Petro.

Gustavo Petro: “El comandante”, “Aureliano”, “Petrosky” o simplemente “el cacas”. Ex guerrillero del M19, pagó prisión por su rebelión, ex congresista y alcalde de Bogotá. Dice Fico que quiere expropiar hasta la tierra de las uñas de los campesinos para dárselas a Venezuela. Soñador, a veces demasiado y termina montado en trenes voladores de Santa Marta a Buenaventura. Según dicen las malas lenguas, financia ataques desde Rusia, le paga de su bolsillo a Fecode y la primera línea, así que le rinde y es un multitarea como ninguno. Propone un proceso de paz con el ELN, reforma tributaria a grandes fortunas, reforma de salud, reforma pensional y revivir el sistema ferroviario nacional.

Sergio Fajardo: excusó su inasistencia debido a que tenía que atender otros compromisos y no alcanzaba a llegar. Esas son las desventajas de hacer un debate en época de avistamiento ballenas y que estas se avizoren tan lejos de Bogotá, para la próxima les sugiero que la sede del debate sea Capurganá o Bahía Solano.

Estos son los opcionados a ser presidente y yo sé que el panorama no es alentador, pero más allá de lo desastroso y ruin que sea la campaña presidencial, invito a todo el mundo a no dejar de votar, a no dejarse ganar por la desilusión, a escuchar con detenimiento los debates y decidir por aquel candidato con propuestas para los problemas reales del país y que tenga idea de cómo va a sacar adelante esas propuestas. La política nos involucra y nos afecta así no queramos, pero si no somos participes de forma consciente en el proceso, serán otros los que decidirán nuestro destino por nosotros. Todos sabemos que el país se encuentra en crisis y en caída y depende de nosotros levantarlo participando, votando bien, a conciencia, con argumentos y sin pasiones. En nosotros, ciudadanos, está la obligación de darle altura a las discusiones nacionales y en darle por fin un verdadero valor a esta democracia a la baja.

Juan Camilo Osorio Taborda

Estudiante de Derecho Universidad de Medellín. Escritor amateur. Conferencista ocasional.

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