“Mandarás a los de siempre a controlar, que no quede un mendigo, sin democratizar. La solución… es una cámara de gas! ¡Con los políticos a dentro!”
Como si de una producción cinematográfica se tratara, hace unos días se presentó el traslado de 2.000 presos salvadoreños al Centro de Confinamiento del Terrorismo, centro penitenciario con la capacidad para recluir a 40.000 presidiarios en este país.
Filas marchando en perfecta sincronía mientras los detenidos avanzaban agachados y con una sola prenda de vestir. El miedo se evidenciaba en sus movimientos, el terror era latente entre cada uno de estos detenidos. Amontonados como si fueran un galpón de pollos, eran conducidos por los funcionarios del centro penitenciario mientras apuntaban con fusiles a sus cabezas.
Imágenes similares quedaron de la segunda guerra mundial en campos de concentración como Auschwitz- Birkenau, Chelmno en la Alemania Nazi y fue precisamente como se refirió el presidente Gustavo Petro a esta “mega cárcel” en Tecoluca, San Vicente, El Salvador.
Un campo de concentración, afirmando que además de ello, cito textualmente “ hay gente a la que le gusta eso- Creen que eso es la seguridad y se disparan las popularidades” y sí, efectivamente hay gente que con morbo sentencian la efectividad de la guerra contra las pandillas en el salvador y celebran la violación de los derechos humanos en este país.
Senadores y activistas de la oposición de extrema derecha en nuestro país son este tipo de personajes quienes disfrutan y anhelan este tipo de políticas en Colombia; como la Senadora María Fernanda Cabal quien defiende tajantemente las políticas de Bukele en el salvador y si por ella fuera esos “terroristas” en San Vicente del Caguán que están luchando por la soberanía de su territorio ante multinacionales petroleras deberían estar recluidos en centros penitenciarios como la magnífica mega cárcel salvadoreña. O el señor Jaime Arizabaleta quien en sus redes sociales profesa gran amor por el mandatario centroamericano, con mensajes como “¿Sí pudieras cambiar a Petro por Bukele lo harías? Defendiendo premisas como la de “los derechos humanos de la gente honrada son más importantes que los de los delincuentes” ¿no son seres humanos? ¿son otra especie? ¿Una raza “inferior”?
Desde el régimen de excepción se limitó la libertad de asociación de los detenidos y se ha suspendido el derecho de cualquier capturado a ser informado de sus derechos y motivos de arresto, además de la falta de asistencia de un abogado. Por lo que se han denunciado más de 4.500 detenciones arbitrarias en este país.
Aunque esto para el gobierno de Bukele sea el reflejo estadístico de efectividad en la disminución de homicidios y acciones del crimen organizado, no todo es como lo pintan.
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Esta reducción en los índices de criminalidad no son solo producto de la “mano dura” del gobierno de Bukele; mientras este decía “La Paz no se consigue firmando acuerdos entre corruptos, repartiéndose el poder entre asesinos”. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha revelado que desde el 2019 año en el que comenzó el gobierno de Bukele, se realizaron pactos entre el gabinete de seguridad de su gobierno y los jefes de la Mara Salvatrucha-13.
Un pacto que implicaba tratos preferenciales en las cárceles a cambio de reducir los homicidios en las calles del país, entonces ¿Dónde queda eso de los acuerdos entre corruptos? Y sí deben realizarse negociaciones y ofrecerse garantías para el desmonte de estos grupos al margen de la ley ¿por qué no hacerlo público?
Esta acusación fue formalizada ante el tribunal del distrito este de nueva york tras la captura de tres miembros de la MS-13, donde se indica que durante por lo menos dos años estuvieron realizándose dichos acuerdos realizados A cambio de la reducción del número de homicidios para beneficiar al gobierno de turno, la mara usaba su influencia para apoyar a los miembros del partido “ nuevas ideas “ partido de Bukele en las elecciones del 2021.
Ante esta acusación del gobierno norteamericano aún no se recibe respuesta por parte del gobierno salvadoreño, entonces ahora vemos que La principal fortaleza de su mandato es comunicacional, pura propaganda, el nuevo fascismo latinoamericano. por ello se crea esta narrativa casi cinematográfica de quienes están en contra y a favor del pueblo otorgándole poder con esta propaganda masiva que desemboca en un populismo de derecha, basado en dios, el pueblo y las fuerzas armadas. Así como cuando los del centro democrático se inventaron el castrochavismo y decían “mano firme corazón grande” así como cuando fueron desaparecidos y asesinados 6.402 jóvenes en manos de las fuerzas armadas oficiales del estado y lo justificaron en una guerra contra el “narcoterrorismo”. Sin embargo, hay muchos que aún se empeñan en defender estas prácticas en países latinoamericanos.
Un discurso con el que hay que tener cuidado, la grandilocuencia de estos gobiernos terminan por construir una dictadura, anulando independencias judiciales, realizando un estado de excepción en nombre de la seguridad nacional y violando aquellos fundamentos de la dignidad humana.
Sin embargo, los derechos humanos aquí no importan, la solución entonces está en meterlos a todos en una cámara de gas, y con esto mágicamente se acabará la delincuencia en Latinoamérica o más bien en tener un amplio margen de hipocresía, diciendo que no se deben hacer tratos con corruptos, que reduzcan de un día para otro la taza de crimen y homicidios a costa de que les dejen esconder los cuerpos o que tengan un trato preferencial. Entonces ¿Quiénes tendrían que entrar?
¿Es Nayib Bukele la esperanza del Salvador, la gran figura para los gobiernos de América latina, o solo se convertirá en un salvaje dictador empoderado con la figura de la coerción y el miedo?
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