El lenguaje y las esferas de las redes sociales en el feminismo

Feminismo, una palabra que resuena en la mente y bocas de miles de filósofos, pedagogos y activistas de tiempo completo. Una palabra que nace estando relacionada a una enfermedad que atacaba a los hombres, luego, se adopta como señalamiento e insulto para aquellos que defendían una equidad con la mujer. ¿Ven cómo va cambiando la connotación?, ahora lo usan para defender un movimiento que apoya lo que antes era señalado.

La historia fue avanzando, y la Revolución Francesa nos permitió llegar a muchos debates que en épocas anteriores podrían ser impensables, quizás, podremos pensar que en los próximos años llegará un movimiento de aquel talante que permitirá hablar de muchas otras cosas que hoy en día siguen siendo un tabú.

Pero a ese punto no se llegó por obra y gracias, sino que, la mujer fue de vital importancia en esta lucha, aunque la historia siga escondiéndolas, y solo nos hablan -en su mayoría- de aquellas que debieron volver a casa para cuidar de sus maridos e hijos, porque su sector era, como dice Carlos Mario González, el privado. Ellas debían estar tras bambalinas, sin ninguna vida social, el único territorio habitable era su hogar, pero, además de esto, no se les reconocía aquello que pasaba en la obra estelar, todos los aplausos se los llevaba su esposo, ese que era defendido por una sociedad de la época, ¿realmente eso no pasa en la actualidad? Perdón, no me adelanto.

He escuchado tantos discursos feministas, que parece que mi cabeza se va a explotar, pero no porque no esté de acuerdo, sino que, para mí, hemos logrado poco o nada. Los hechos de violencia son inmensamente importantes, pero este informe lo hago para centrarme en el lenguaje que seguimos manejando, algo que parece tan básico, pero continúa afectándonos cada vez más.

Nuestra sociedad, y más que todo nuestra juventud, está inmersa en un sinnúmero de medios para comunicarse actualmente, puesto que las redes así nos lo han permitido.

¿Qué es lo que realmente pasa en todo ese mundo?, ¿son estos medios los que nos han hecho crecer cada vez más la violencia hacia el sexo femenino?

Primeramente, debemos analizar un poco los comportamientos de la población en la que me he querido centrar: la juventud. He decidido tomar este grupo, puesto que, además de tratar de hacer un sondeo actual, quiero buscar un punto de comparación entre la  violencia que se ha vivido antes de este siglo y la actual, si ha cambiado, aumentado o disminuido.

Es cierto que antes de aparecer toda esta era digital era más difícil que las mujeres lograran exponer los casos de violencia intrafamiliar y abuso, pero, también es verdad que toda esta “tecnología”, no ha mermado por sí sola los casos, simplemente nos ha mostrado lo que pasaba de puertas para adentro de una casa.

El hombre, anteriormente, tenía la posibilidad de tener diversas mujeres fuera de su matrimonio, puesto que se veía como una especie de “entretenimiento”.  Sí, estoy hablando de algunos siglos atrás, ¿pero esto ha cambiado con la llegada de nuestros tiempos o de las redes sociales?, ¿o solo ha pasado de un plano privado al público?

En un estudio realizado por GFK en el 2019, Colombia se ubicó, con un 29%, como el país más infiel en Latinoamérica. Si miramos las estadísticas entre géneros, podemos notar que los hombres se llevan, con un 37% (sobre el 50% de los que contestaron que fueron infieles), la mayor parte de la porción.

Ahora, conociendo estas estadísticas, pasemos a lo que nos compete, el lenguaje, y más que todo el utilizado en las diferentes redes sociales. Ustedes, al igual que yo, han leído insultos como “fácil”, “perra”, “una cualquiera”, “ella lo da”, “solo estas mal cogida” …y me podría quedar llenando estas páginas con todos los que en algún momento hemos visto. Todo esto no está muy lejos de lo que se veía hace unos siglos atrás, esos mismos de los que hablábamos un poco antes, los hombres tienen “derecho” a pasearse de cama en cama sin ningún cuestionamiento social, con pocos señalamientos, y, en muchas ocasiones, siendo defendidos en las redes sociales: “su esposa debía atenderlo mejor”, “lo que no se encuentra en la casa se busca por fuera” , ¿realmente las cosas han cambiado con el tiempo?, ¿o solo han cambiado nuestra manera de mostrarlas y tomarlas?

Hemos tenido un gran avance, eso nunca podría ser negado, pero ¿realmente estamos atacando el problema o solo estamos permitiendo que sea conocido?

Seguimos alimentando falsas masculinidades, continuamos señalando a las mujeres por la vida sexual que llevan.

Y, en cuanto a las redes sociales, ellas cumplen la función que tenían antes nuestros vecinos y allegados a la familia, la de señalar. La de culparnos o mostrarnos qué es lo que estamos “haciendo mal”, ahora, las redes sociales quieren buscar la manera de ponernos contra el señalamiento público, lo mismo que ocurría antes, solo que en esferas sociales más pequeñas.