Todos recordamos con enorme desanimo la noticia publicada en todos los diarios nacionales a finales del año pasado, acerca de los resultados de las pruebas Pisa, sigla en ingles del programa internacional para la evaluación de estudiantes, considerada el examen más importante del mundo para alumnos de 15 años.
Los resultados no podrían ser más pobres y vergonzosos, ocupamos el penoso puesto 61 entre 65 países, sobrepasando a cinco países como, Perú Indonesia, Qatar (uno de los países más ricos del mundo).
Pero además de ocupar este deshonroso lugar, es todavía mucho más alarmante los resultados desagregados en las diferentes aéreas del conocimiento.
En lo que respecta a matemáticas, nuestros alumnos no alcanzaron el nivel 2 en una escala de cinco, en ciencias el 60% no alcanzo los niveles mínimos, en comprensión de lectura más del 50% estuvieron por debajo del mínimo.
En tecnologías de la información, el 70% de nuestros jóvenes están por debajo del nivel mínimo, y en ingles, el 93% tiene un conocimiento insuficiente.
Sombrío panorama para un país como el nuestro, con unos resultados tan menesterosos, no se imagina uno, como podrán encarar nuestros jóvenes un futuro, en un mundo cada vez más competitivo y global en donde se requiere además de un conocimiento solido en cada área, la pertinencia y la destreza en las mismas.
Que tiene que hacer nuestro país para romper ese círculo vicioso que condena a nuestros jóvenes de hoy a ser profesionales mediocres, y sin herramientas para poder competir y destacarse en un mundo cada vez más exigente.
El gobierno ha tratado desde hace años en mejorar el nivel de cobertura, e indudablemente lo ha logrado, en cuanto a cantidad, pero ha ido en detrimento de la calidad, pues no ha contratado nuevos docentes, y es muy poco el mejoramiento en la infraestructura.
Otro problema determinante, es la mala calidad de los profesores, los conocedores del tema exponen que los profesores más antiguos cobijados por un decreto expedido en 1.979 no pueden ser evaluados, y su salario depende del tiempo de antigüedad, pero los que estén vinculados a partir de la ley 715 del 2.001 establece que al maestro se le remunerara según su calidad, y su desempeño en el trabajo, de acuerdo con evaluaciones periódicas.
Lo anterior resulta sumamente grave, pues la mayoría de los actuales docentes en las aéreas de primaria y bachillerato pertenecen al régimen anterior, y según el consejo privado de competitividad, tendríamos que esperar 25 años para esperar que se jubile el último de los docentes del estatuto antiguo.
En la educación superior no es la excepción, a pesar del esfuerzo del último gobierno en mejorar la cobertura, está se encuentra muy por debajo de países vecinos como Chile, Brasil, México y Argentina.
En los últimos años se ha visto un incremento masivo de la oferta universitaria. Como se dice coloquialmente, universidades de garaje.
De acuerdo con la vice-ministra Martínez Barrios revela que en Colombia hay 286 entidades de educación superior, de ellas 80 son universidades y el resto son de diversa naturaleza.
Adicionalmente, existen otros 3.000 organismos llamados “ centros de formación para el trabajo y desarrollo humano”, que incluyen diplomas de criminalística, belleza, peluquería, ciencias forenses, contabilidad, sistemas etc., entre todos suman 13.000 programas con más de un millón de alumnos, pero coinciden los expertos que las secretarias de Educación no vigilan ni controlan estas instituciones.
Aunado a lo anterior, la calidad se agrava debido a que las universidades, especialmente las privadas, contratan profesores externos, sin raíces con la institución, ni vínculos con ella, para poder pagarles unos sueldos de miseria, ser profesor es el escampadero de más de un desempleado.
Para complementar, el componente presupuestal difiere enormemente en las diferentes regiones del país, el segundo trimestre del año anterior Bogotá aporto el 57% de su presupuesto en educación, Medellín el 7.27% y Antioquia el 6.24% pero en el resto del país se reduce a menos del 1%.
Para superar tan calamitosa situación, y para poder que nuestros profesionales sean competitivos y eficientes, se requiere, revaluar de manera estructural la capacitación a los profesores en todos sus niveles, dignificando esta profesión asignándole una remuneración decorosa, y simultáneamente dotar de infraestructura física en colegios y universidades, públicas y privadas, así como de los elementos técnicos indispensables a nivel de informática y de laboratorio, las universidades públicas y privadas deben de incorporar de manera formal a los profesores para garantizar un mayor nivel de compromiso con la institución y los alumnos que allí se forman, fomentando la cultura de la investigación y el emprendimiento, además de garantizar un relevo generacional en la planta de profesores e investigadores.
Finalizo esta columna resaltando que nuestro departamento además de pregonar a los 4 vientos que “Antioquia es la más educada” en las últimas pruebas del Icfes, no ubico ningún colegio público de Medellín dentro de los primeros 100 ranqueados.
Eso resultado si resulta demoledor y contundente a cualquier afirmación que en sentido contrario se quiera hacer sobre la materia.
[author] [author_image timthumb=’on’]https://scontent-a-ord.xx.fbcdn.net/hphotos-prn2/t1/1551464_10151940129604514_1570313090_n.jpg[/author_image] [author_info]Mauricio Zuluaga Ruiz Fue presidente del Concejo de Medellín, Senador de la República y Representante a la Cámara. www.zuluagaruiz.com [/author_info] [/author]
Comentar