Colombia 2022

Lo que ocurre en Buenaventura (municipio portuario del Valle del Cauca) es un síntoma de todo lo demás que ocurre en Colombia y se puede resumir en una formula simple: la oferta de trabajo ilegal superó la oferta de trabajo legal.

Esto se explica por dos causas:

  1. El Estado colombiano es un Estado nacional fracasado en tanto que no ha construido una nación equitativa, equilibrada y en armonía, dado que nunca ha logrado ser un proyecto nacional para el bienestar común de un pueblo; sino que ha sido un sistema corrupto, un sistema puesto en funcionamiento de los privilegios de unas oligarquías terratenientes, financieras y mafiosas, quienes desde el centro del país oprimen a toda la periferia, con una herencia colonial, que explica como el centro es más blanco y la periferia negra, (obsérvese todo el pacífico colombiano para ver solo un ejemplo). La falta de desarrollo en la periferia ha estimulado desde hace mucho las economías informales e ilegales, el contrabando, el narcotrafico, etc.
  2. La absurda prohibición puritana de las drogas impuesta por los EEUU ha creado una economía mafiosa de fortunas extravagantes y cifras de muertos extravagantes. Mientras que la política internacional en contra de las drogas sea punitiva y de guerra, y mientras los gobiernos colombianos sigan siendo serviles marionetas de los intereses de EEUU los problemas en Colombia jamás se van a acabar. Es decir inequidad de la tierra, más prohibición de las drogas, de esta fatal combinación tiene la eterna violencia colombiana.

Vuelvo a repetir la formula, que se aplica para toda Colombia: la oferta de trabajo ilegal superó la oferta de trabajo legal.

¿En el corto plazo que es lo que puede empezar a cambiar esta dura realidad? El desmantelamiento del Estado mafiososo que impera en Colombia. La única voluntad política que se vislumbra para ello, es la candidatura presidencial en el año 2022 de Gustavo Petro.

Lo demás es lo mismo de siempre, cómo la derecha mafiosa prolonga su poder, o cómo unos tibios, gomelos de centro de derecha (blancos ellos también, claro está) aspiran a un poquito de poder para ellos, reemplazando a la mafia terrateniente actual en el poder, mostrando más «civilidad», pero dejando intacto el modelo existente: neoliberalismo y mafia.

Ahora la opción genuina del pueblo y para el pueblo es Gustavo Petro.

 

Frank David Bedoya Muñoz

Frank David Bedoya Muñoz (Medellín, 1978) es historiador de la Universidad Nacional de Colombia y fundador de la Escuela Zaratustra. Fue formador político en la Empresa Socialista de Riego Río Tiznado en la República Bolivariana de Venezuela. Ha publicado “1815: Bolívar le escribe a Suramérica”, “Relatos de un intelectual malogrado” y “En lo alto de un barranco hay un caminito”, libro que reúne cinco relatos, un ensayo y dos conferencias sobre la vida y obra del Libertador Simón Bolívar. Actualmente es asesor en el Congreso de Colombia.

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