Ciro ¡Un abrazo!

Ciro Guerra acaba de recibir lo que podría ser una de las mejores noticias de su vida. En un año histórico de logros para el cine nacional es nominada, en la categoría Mejor Película Extranjera, una producción colombiana. Hablo de El Abrazo De La Serpiente, el tercer largometraje de Ciro Guerra, una película que nos lleva por un viaje en el tiempo a la Amazonía, que nos abre una ventana a una espiritualidad que se está perdiendo, a unas costumbres que se están extinguiendo, pero que sobre todo, transporta a un paisaje, a una maravilla que la han querido conquistar, al parecer, desde que está en los mapas del “hombre blanco”.

La película, en su momento de estreno, causó un gran debate que no  solamente recaía en la experimentación con los recursos formales del cine, sino que se salía de la pantalla para analizar más a fondo y desde miradas antropológicas la problemática de la que se vale Guerra para construir su relato: eso hace una gran película, visibilizar a un mundo que es mucho más complejo y más grande de lo que puede captar un fotograma, pero sentirlo tan cerca y tan latente que nos sea imposible ignorarlo.

“El Amazonas no cabe en una película” decía Ciro Guerra en una conferencia hablando de su tercer largometraje. Sin embargo, la película sí nos da un esbozo, un rayo de luz frente a una tormenta sobre uno de los lugares que Colombia, como cosa rara, le ha dado la espalda durante mucho tiempo.

La historia se realiza a partir de los diarios del alemán Theodor Koch-Grünberg y el estadounidense Richard Evans Schultes y con eso Ciro Guerra propone un viaje, de a ratos psicodélico, que permite una yuxtaposición del tiempo, afirmando un poco como si en el Amazonas siempre estuviéramos pisando pasos ajenos, que el Amazonas de verdad no le pertenece a nadie, porque todos somos, hemos sido y seremos ese pedazo de tierra.

¿Qué significa esta nominación al Oscar, probablemente el premio de cine más popular del planeta? Es para la incipiente filmografía nacional un reto: hay que continuar con la buena calidad; mantener y superar la cantidad de buenos (¡ojo! Buenos) proyectos estrenados por año. Pero sobre todo este premio  (porque estar nominado ya  es todo un logro) pueda reivindicar a las películas que, despectivamente, llamamos colombianas para que se les pierda el miedo y más gente se acerque a su propio cine.

En definitiva, es todo un éxito que una película colombiana esté compitiendo por una estatuilla dorada y aunque no lo tiene fácil (Colombia compite con las producciones de Hungría, Francia, Dinamarca y Jordania), pues una de las categorías más complejas y competitivas es siempre a la que aspira Ciro Guerra, hay oportunidad. Hasta ahora ha sido todo un triunfo, pues con esto la película se abren mil puertas y permitirá que sea vista en más partes del mundo.

En Blu Radio Ciro Guerra dijo esto sobre la noticia de la nominación:  “literalmente es el país el que obtiene la nominación entonces es de todos los colombianos, lo queremos compartir en particular con las comunidades indígenas del Amazonas que nos abrieron las puertas para colaborar, nos permitieron hacer esta película en su lengua. Es muy significativo que la primera película colombiana que logra esto sea hablada en lenguas indígenas”

A Ciro Guerra y su equipo felicitaciones y la mejor de las suertes.

Pablo Roldán Fernández

Estudio mientras encuentro qué hacer. Acostumbrado a poner el mundo en duda. Terco. Cinéfago. Vivo bajo la consiga: el cine está primero que la vida.

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