¿Algo más que algunas manzanas podridas en la justicia española?

La deriva de una parte de la justicia en España ya es más que preocupante. Aún no nos hemos repuesto de la decisión hace un par de días de un juzgado catalán de silenciar al claustro de la Universidad de Barcelona. ¿El delito? Pronunciarse en un manifiesto, apoyado por 111 profesores con solo 7 votos en contra y 6 en blanco, sobre las condenas a los presos políticos y la judicialización de la política. La universidad estaba haciendo valer los principios del » foment del pensament crític, la cultura de la llibertat, el respecte al pluralisme i l’educació en els valors cívics propis d’una societat democrática».

Y un juez les pone una mordaza a los universitarios. Lo que no ha pasado en la dictadura, decirle a la universidad sobre qué puede opinar, ha decidido un juez que en esta democracia sí puede pasar.

Y ahora, el mismo día que el Presidente Pedro Sánchez y el Vicepresidente Pablo Iglesias explicaban el Plan de Recuperación Económica, justo después de que se aumentara el techo de gasto un 50%, hasta los 196.000 millones de euros, y cuando se están negociando unos presupuestos que rompen con las políticas de austeridad, sale el juez García Castellón, que es amigo de Carlos Lesmes, el caducado Presidente del Consejo General del Poder Judicial, a intentar silenciar al Gobierno de España.

El juez García Castellón ha desoído a la Sala de lo penal de la Audiencia Nacional, quien pidió hace dos semanas que se devolviera la condición de perjudicado a Iglesias. Una Sala superior a la de García Castellón. Y además, recordando algo evidente: Iglesias es perjudicado porque le habían robado el teléfono a su asistente para atacar a Podemos.

» Está claro que la policía política del PP usó pocos días después parte de esa información para crear el falso informe PISA»

Siendo García Castellón, un juez que siempre ha escuchado mucho a los fiscales, no ha consultado a la fiscalía para pedir al Tribunal Supremo que se impute a Pablo Iglesias por asuntos que ya se han demostrado falsos. Porque sabemos que la empresa responsable de evaluar la tarjeta SIM dejó claro que Iglesias no había dañado la tarjeta. Porque está claro que la policía política del PP usó pocos días después parte de esa información para crear el falso informe PISA.

Por cierto, en esa policía política, organizada por el Ministro del PP Fernández Díaz, estaban algunos conocidos del juez García Castellón de sus tiempos de Secretario de la Comisión Nacional de Coordinación de la Policía Judicial bajo la presidencia de Carlos Lesmes Serrano. ¿No habíamos quedado que la justicia debe ser imparcial y además parecerlo?

Para terminar de demostrar que la actuación de García Castellón no se explica desde el derecho, resulta que la supuesta víctima de Pablo Iglesias, Dina Bouselham, no ha realizado ninguna denuncia. Porque no se siente perjudicada por ninguna otra cosa que no sea que le robaron el teléfono y el abrigo.

«Entre esto, lo del Consejo General del Poder Judicial caducado y haciendo nombramientos, lo del Supremo anulando la sentencia de las hipotecas que condenaba a los bancos, lo del archivo del máster de Casado… ¿tenemos que creer que no hay algo más que algunas manzanas podridas en la justicia Española?»

El juez García Castellón regresó de funciones en Francia e Italia, por orden del Ministro Catalá, el que también nombró al luego dimitido fiscal anticorrupción Moix. Quería Catalá que se hiciera cargo de los principales juicios que afectan al Partido Popular: Púnica, Lezo, Aquamed y otros.

Fue el delincuente encarcelado Ignacio González, ex Presidente de la Comunidad de Madrid después de Esperanza Aguirre y antes de Cifuentes y Díaz Ayuso, quien en conversación con el que luego también sería encarcelado, el entonces Presidente de la Comunidad Valenciana Eduardo Zaplana, le diría que tenían que lograr que quitaran al juez que le había tocado y pusieran a García Castellón.

Entre esto, lo del Consejo General del Poder Judicial caducado y haciendo nombramientos, lo del Supremo anulando la sentencia de las hipotecas que condenaba a los bancos, lo del archivo del máster de Casado… ¿tenemos que creer que no hay algo más que algunas manzanas podridas en la justicia Española?

Es casi una ley que lo que dejas que pase en otros lugares o en otros países, termina regresando a tu casa. Europa y los Estados Unidos han sido laxos con el cumplimiento del Estado de derecho en América Latina, en África o en Oriente Medio. Todo lo que se ha permitido que pase en Ecuador, Bolivia, Chile, Angola, Libia, Egipto o Palestina, termina pasando en Washington, en París, en Roma o en Madrid.

Y entonces va el condenado Ignacio González y le dice a Zaplana: «Que venga el titular que ya me las apañaré yo con García Castellón, coño».

Y hoy, García Castellón, vuelve a dar oxígeno al PP y a VOX que no soportan que la izquierda esté en el gobierno de España. El lawfare es el nuevo golpismo de la derecha.

Juan Carlos Monedero

Es licenciado en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Complutense de Madrid. Hizo sus estudios de posgrado en la Universidad de Heidelberg (Alemania). Actualmente es profesor titular de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Complutense de Madrid (con dos tramos de investigación -sexenios- reconocidos).

Comentar

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.