ESA “MAFIA MÉDICA” ¿ SÍ ES TAN MAFIOSA?

Mi hermana se graduó con todas las de la ley después de estudiar seis años medicina, ganando el mérito al mejor promedio de su promoción con un hermoso 4.4 acumulado. Siempre ha sido toda cachaquita, organizadita y llena de amor por su profesión. Luego comenzó a trabajar como médico general y ahora se está especializando en Ginecología y Obstetricia.  Para entrar a este programa tuvo que presentar todos los filtros, sentir la gastritis previa a una entrevista en inglés,  y aunque sabía que tenía una hoja de vida de esas que provocan enmarcar,  llena de cursos y  con las mejores referencias,  no se confió y gracias a  la combinación perfecta de inteligencia + actitud +aptitud + carisma, logró entrar, sin ROSCA previa de familiares médicos o pesitos por debajo.

Ayer me sorprendí al  verla con carteles de protesta,  porque insisto, ella es toda pinchada,  y se me hizo extraño observar cómo se ponía los tenis y salía a marchar por su profesión, su elección,  su inversión, sus creencias e ideales. Antes yo no había puesto mucho cuidado al símbolo negro que muchos amigos y conocidos médicos ponían en las redes sociales, pero como el alboroto subía me dieron ganas de curiosear.

Leí un artículo de la revista SEMANA  y  me llamó la atención que el ministro de Salud Alejandro Gaviria, trata el tema de las especializaciones médicas como una MAFIA,  afirmando que deben ser los hospitales y no las universidades las que formen a estos especialistas, con el fin de exterminar las elecciones a dedo. También asevera lo incorrecto de un médico que se gana 25 millones sin ser de planta, asunto que deja supuestamente a muchos profesionales sin trabajo.

“A DEDO” y ”LA MAFIA” son esas palabras con las que se está señalando al ámbito  de las especializaciones médicas en la actualidad, con el fin de minimizar y reducir la importancia de estos estudios y los esfuerzos de los residentes que mientras estudian y trabajan, no se les paga un sólo peso  por varios años,  y aún así tienen la obligación de prestar un servicio óptimo.

Primero  hablemos del término “A DEDO”.  Se dice que las juntas médicas señalan a dedo a esas personas que merecen estudiar las especializaciones, que son de cupos muy reducidos por motivos diferentes a su buen promedio y hoja de vida. Supongo que el bolsillo llenito y las palancas son la entrada libre para algunos. Y claro que debe haber casos en que las influencias juegan un papel vital en este espacio y en cualquier pregrado, postgrado, especialización y maestría, en universidades públicas y privadas, y hasta en muchas situaciones de la vida cotidiana. Por ahí se dice que es mejor construir relaciones que cartones.

Segundo,  esa “MAFIA MÉDICA”  es gente que trabaja mucho más que los miembros de otras MAFIAS que se están comiendo el país hace muchos años, sin sudar o ponerse colorados.

Y tercero, muy bacano llegar a ganar 25 millones de pesos  con esfuerzo y dedicación, porque los que tenemos familiares médicos sabemos lo que es doblar turno, tratar con hijueputazos de personas que reclaman una atención a gritos, tener esa facultad de salvar vidas, y dar esperanza.

Para ir concluyendo, recordemos las mafias políticas y de medios de comunicación que habitan en nuestro trópico colombiano. Esas sí merecen ser un tanto reformadas y criticadas.

En la sociedad y este país hay de todo en todo. Por eso no salgamos con cuentos de “ay soy un ejemplo de moralidad y rectitud” y bla bla bla en la calle, y dentro de la familia, alzadas de mano y palabras violentas por doquier. Propongamos antes de señalar, callemos antes de hablar para destruir, y conozcamos la historia de un país lleno de matices hermosos y a la vez tristes que nos ayudan a olvidar de un día para otros los dolores de catástrofes, injusticias y una que otra puñalada.