Inicia la intervención de la bolsa de energía

Con desabastecimiento o sin él, con intervención o sin ella, los asuntos sin resolver del pasado, agravados por dos años de indiferencia institucional seguirán haciendo fila para darnos lecciones trimestre a trimestre.

La Comisión de Regulación de Energía y Gas -CREG, informó el 28 de septiembre de 2024 que el estado del sistema eléctrico pasa de operación de vigilancia a riesgo, de acuerdo con lo definido en la resolución CREG 026 de 2014. Entendido esto como la activación del mecanismo para el sostenimiento de la confiabilidad. Palabras más, palabras menos, inicia la intervención de la bolsa de energía eléctrica.

Según la CREG, La aplicación del mecanismo para el sostenimiento de la confiabilidad implica la determinación de la generación térmica que los modelos energéticos del operador del sistema identifican como necesaria y eficiente. Busca la recuperación del embalse del sistema durante la condición hidrológica atípica.

La resolución 026 de 2014 define un mecanismo para gestionar los embalses del sistema, obligándolos a almacenar energía cuando así el operador del sistema lo diga, creando una suerte de generación hidráulica evitada por la cual los compradores en bolsa tendrán que pagar una tasa de interés.

Bajo la intervención, la definición de la generación adecuada por parte de cada una de las plantas del sistema se hará de forma centralizada, afectando a generadores, comercializadores y usuarios. En adelante expongo algunas implicaciones.

Falsa sensación de seguridad

El nivel agregado de embalses del sistema está bajo por tres razones: i) Un sistema cada vez menos hidráulico en proporción al consumo, con una expansión de oferta que ha sido más lenta que el crecimiento de la demanda, ii) La finalización de un periodo de El Niño en el primer semestre de 2024, que fue atendido de forma exitosa por todas las plantas del sistema y iii) Los aportes hidrológicos en el segundo semestre han sido bajos no solo cuando se compara con la demanda diaria del país sino cuando se compara con la generación hidráulica.

El nivel agregado del embalse no está bajo debido a la manera como los agentes operan. El hecho de que el Centro Nacional de Despacho -CND opere como un único administrador de los recursos no soluciona ninguna de las causas. Tampoco este único operador puede crear más lluvias y mucho menos conoce mejor cada recurso que su propietario.

Si acerca del monitoreo de mercado se trata, todos los agentes del sistema tienen información completa sobre este e incluso los modelos matemáticos que puede utilizar cada uno de los agentes son el mismo que puede usar el CND. La probabilidad de racionamiento no se reduce porque un único agente decida por los demás.

Distorsión de precio de mercado

La estrategia de operación de un embalse tiene por fin decidir el momento adecuado para generar y el momento adecuado para embalsar, en función de múltiples variables, una de ellas el precio de la energía actual y futuro. Si los niveles de embalse se definen por fuera de la lógica de mercado, tanto el precio actual de la energía como el precio futuro no obedecerán a señales de escasez para cada momento, distorsionando así el precio de mercado.

Asignar una tasa de interés comercial a la energía que por obligación almacene un generador hidráulico en su embalse arbitrariamente define el valor del agua. Arbitrariedad que o encarece la energía para el usuario o subvalora la propiedad del agente generador. Las dinámicas del mercado de dinero no tienen por qué afectar las dinámicas de corto plazo en el mercado eléctrico.

La distorsión de precio de mercado afectará tanto a generadores como a comercializadoras y a usuarios en el corto plazo, estos últimos teniendo que pagar una tasa de interés comercial por la energía embalsada, caso similar ocurre con la famosa opción tarifaria. En el largo plazo esta condición, además, menguará el deseo de nuevos inversionistas.

Pérdida para los generadores

Un generador de energía eléctrica hidráulico vende parte de su energía en contratos. Si en un día en particular no puede generar porque el CND se lo impide, entonces tendrá menos energía de respaldo para sus contratos, comprará en bolsa (cara) para vender en contratos (baratos) ocasionando una pérdida económica para el generador hidráulico.

Esta pérdida económica también puede darse cuando el generador decide por cuenta propia reducir su generación, decidiendo el mismo agente la proporción adecuada de pérdida económica actual que se compensa con ingresos futuros. Bajo el esquema de intervención, la pérdida económica del generador será decidida por un agente que no ve su flujo de caja afectado por sus decisiones. El operador decidirá en consecuencia sobre las pérdidas de otro.

Para los generadores térmicos la obligación de generar por fuera de su voluntad creará un estrés adicional sobre sus equipos. Aumentará la probabilidad de fallo de estos.

Pago adicional por confiabilidad

El cargo por confiabilidad es un esquema diseñado para garantizar el abastecimiento de energía a toda la demanda ante escenarios de escasez hidrológica. Este cargo es pagado por los usuarios del país y corresponde, números más o números menos, a más del 10% de la tarifa de energía eléctrica. Cualquier costo adicional por motivo de confiabilidad que tenga que pagar cualquier agente del sistema debería ser inadmisible.

El modelo de intervención aumenta los costos por la confiabilidad. O bien deberíamos modificar el cargo por confiabilidad si no es suficiente para cumplir con sus objetivos o deberíamos confiar en que el mecanismo actúe como fue diseñado.

Misión del Gobierno

El esquema de mercado actual entrega al gobierno nacional roles claros que debe ejecutar desde todas sus instituciones en general, también en específico desde la CREG y la UPME. Mientras que a los agentes les entrega la responsabilidad de ser autosuficientes financieramente.

La misión más importante del gobierno está en la creación de confianza inversionista, reflejada en un marco de actuación claro, el respeto por los agentes y una política energética explícita que sí se ejecute. La pérdida de la confianza inversionista ha limitado la capacidad del sistema para la inclusión de nuevas plantas de generación, aumentando la estrechez de oferta y demanda en el mercado.

Así ante los ojos de todos, el sistema paso a paso se está convirtiendo en aquello que no deseaba volver a ser.

Más que la forma de intervenir el mercado, la CREG debe estar encargada de expandirlo: más centrales, menos frustraciones. El 2025, 2027, …. , el 2030 necesita acciones ya.

Como lo mencioné en el artículo de la semana pasada, la NOAA (US -National Oceanic and Atmospheric Administration) le asigna un 70% de probabilidad a un fenómeno La Niña para lo que resta de este año y el primer trimestre de 2025. Administre quien administre cada planta del sistema, solo un aumento de las lluvias en los próximos días podría librarnos de un desabastecimiento.

Con desabastecimiento o sin él, con intervención o sin ella, los asuntos sin resolver del pasado, agravados por dos años de indiferencia institucional seguirán haciendo fila para darnos lecciones trimestre a trimestre.

 

Alfredo Trespalacios Carrasquilla

Doctor en Economía, Magíster en Finanzas, Ingeniero Electricista. Consultor y formador en temas de energía, finanzas y riesgos.

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