Con falta de agua hasta el cuello

Al igual que en el texto de la semana pasada, comienzo reconociendo el éxito que ha mantenido el sector eléctrico colombiano durante las últimas tres décadas, proporcionando energía de manera continua a los usuarios del Sistema Interconectado Nacional. En todo ese tiempo, no ha habido un solo racionamiento. Superar el desafío que representó el fenómeno de El Niño en el primer semestre de 2024 es un logro de todos.

Reitero la pregunta: una vez más lo logramos, ¿podremos lograrlo nuevamente?

Para entender las dinámicas de corto plazo, se puede utilizar el indicador Aportes/Demanda. La relación entre los aportes del sistema y la demanda de energía es una medida adimensional que permite entender los aportes del sistema como proporción de la demanda; más aportes hidrológicos pueden ser menos relevantes si la demanda de energía ha crecido mucho. Este indicador es pertinente para Colombia, debido a la dependencia del sistema al régimen hidrológico.

En el año 2011, cuando se presentó un fenómeno de La Niña, los aportes hidrológicos fueron de 202 GWh-día, mientras que la demanda de energía eléctrica de un día promedio fue de 161 GWh-día. El indicador de Aportes/Demanda fue 1.26. En promedio un día de aportes hidrológicos del año 2011 era suficiente para atender toda la demanda de energía eléctrica de ese día y ahorrar 26% para atender el día siguiente.

En el año 2022 los aportes hidrológicos fueron 221 GWh-día, mayores a los del 2011 pero permitían embalsar menos. También la demanda para 2022 fue más alta que en 2011, los aportes hidrológicos de un día del 2022 permitían alimentar toda la demanda de ese día y solo ahorrar 4% para el día siguiente. Con un indicador de Aportes/Demanda de 1.04.

Un año crítico para el sistema fue el 2015, debido a la ocurrencia de un fenómeno El Niño fuerte. Allí, el indicador Aportes/Demanda fue del 72%. Un día de aportes solo era suficiente para atender el 72% de la demanda de un día. En 2020 se repitió el mismo indicador; 72%.

En lo corrido del año 2024, la demanda promedio de energía ha sido de 224 GWh-día, mientras que los aportes hidrológicos 162 GWh-día, ¡Tremendo! El indicador de Aportes /Demanda es de 73%. Solo un 1% en el indicador separa el 2024 de ser un año como el 2015 o el 2020.

Esta condición para el año 2024 se daría por superada, si los niveles de lluvia se hubiesen incrementado sustancialmente a partir del segundo semestre. Sin embargo, los aportes hidrológicos de agosto y septiembre solo logran abastecer el 62% de la demanda de un día.

Para unir en contexto, El análisis de la semana pasada sobre la estrechez oferta-demanda muestra que condiciones normales, el sistema cuenta con un 20% de sobreoferta en condiciones normales. Durante El Niño fuerte esta sobreoferta puede reducirse a menos del 1%, señalando menor robustez del parque de generación para enfrentar condiciones críticas.

Con la demanda de energía eléctrica afortunadamente creciendo, un menor margen de reserva para condiciones Niño, el embalse agregado llegando a niveles mínimos históricos para el mes de septiembre y unos aportes hidrológicos que tan solo cubre el 73% de la demanda del día, podemos decir:

Con falta de agua hasta el cuello, así estamos.