“Marcharemos todas las veces que sean necesarias contra este gobierno de ignorantes e incompetentes. La marcha será la forma en que le diremos a Petro y sus compinches que no están por encima de la ley y que deben respetarla”.
Colombia vive uno de sus momentos más difíciles de su historia republicana. Hay un presidente y un gobierno que están al servicio de los deseos personales y todos los días le hacen una afrenta a la ley y los individuos.
El poder lo manejan desde los escritorios – burocracia – de una manera despótica e irresponsable. Los altos cargos y contratos los dan a amigos, familiares y esbirros del gobierno para mantener cierto tipo de maniobras políticas para no perder el timón del poder.
Lamentablemente quienes son perjudicados son la totalidad de los individuos de Colombia. Todo lo que hacen y deshacen desde el palacio de Nariño y los ministerios es para perjudicar expresamente a cada colombiano. Quieren reformar el orden institucional y constitucional del país en detrimento del bienestar de los colombianos.
El país sabe que en general los políticos nunca están al servicio de sus electores y no electores, siempre buscan el beneficio personal a pesar del sufrimiento de muchas personas. El actual gobierno hizo una campaña proponiendo cambios reales y diferentes para, según ellos, mejorar la calidad de vida de todos los colombianos, eso fue una mentira que la dijeron de frente para lograr obtener el manejo de los hilos del poder.
Ya con el poder en las manos, el presidente agazapado inició una cruzada contra la institucionalidad del país, desmoralizando a las Fuerzas Armadas, aumentando la burocracia, imponiendo – a través de decretos ilegales – sus delirios y pretensiones enfermizas, proponiendo reformas que aumentan el sufrimiento de los individuos, atacando al congreso y presionándolo y, sobre todo, haciendo llamamientos a la asonada y a una guerra civil. El país en manos de Gustavo Petro como presidente está transitando el camino del autoritarismo y la dictadura.
A pesar de que Colombia tiene un gobierno que le gusta pasar por encima de la ley, hay todavía instituciones y autoridades que preservan y hacen cumplir las normas. Y de acuerdo a eso, mañana 21 de abril se hará una marcha en todo el país donde se espera que haya millones de personas en las calles alzando la voz contra el presidente y su nefasto gobierno pero también para decir que Colombia se respeta y que no vamos a aceptar reformas que trasgredan la dignidad humana y que provoquen el desmoronamiento de la república.
El presidente siempre vocifera que respeta las manifestaciones y las marchas de la oposición – esto con el fin de aparentar que es un demócrata – pero punto seguido ataca a la oposición y a las personas por medio de X y los llama nazis, extremos, brutos y enemigos de la paz, el amor y la vida. El presidente Petro tiene la habilidad de primero decir que es demócrata y después salir a despotricar de sus contradictores.
El presidente debe tener claro que quienes nos oponemos a su gobierno no es por una cuestión personal contra él, ni más faltaba. El país – aunque él quiera que parezca así – no gira alrededor de su persona. Nos oponemos a la forma en que se gobierna, en la forma en que administra el poder, en las maneras de maltratar el cargo y de utilizarlo para imponer sus ideas. Debería saber que el poder en el siglo XXI es para administrarlo en beneficio de cada individuo que habita una nación y que ese poder debe ser reducido en burocracia e ideología.
Nadie le va a hacer un golpe, nadie va a incitar a las Fuerzas Armadas a que lo saquen de la presidencia, nadie va a hacer bloqueos en vías, nadie va a invitar a asonadas o guerras civiles para sacar a este gobierno tan nefasto, nadie va a hacer ese tipo de cosas. La oposición al gobierno Petro se hace respetando la ley y exigimos que el presidente y su gobierno lo haga de igual manera, así lo juró delante de todo el país el día que se posesionó.
La marcha será la forma en que le diremos a Petro y sus compinches que no están por encima de la ley y que deben respetarla. Ellos no podrán destruir lo que con sangre se ha construido. Mejor que se concentren en hacer algo el tiempo restante que les queda en el poder porque en el 2026 deben salir todos para sus casas y dejar tranquilos a los colombianos.
Petro puede tener la tranquilidad de que terminará su periodo presidencial tal cual como lo dicta la Constitución Política, pero también debería preocuparse si la quiere modificar para perpetuarse en el poder porque en ese caso, los individuos y las instituciones actuarán en consecuencia.
Marcharemos todas las veces que sean necesarias contra este gobierno de ignorantes e incompetentes. Aunque ellos piensen que pueden hacer lo que quieran y que esa es la Vox Populi se encontrarán de frente con la realidad en donde – como dice una frase de nuestro himno nacional – “el rey no es soberano” y Petro no es rey ni podrá serlo nunca y mucho menos soberano.
Peleemos hoy por defender nuestra libertad, pidamos que nos devuelvan todas las libertades porque una vez que se pierda el retorno a ella será de mucho sufrimiento y puede que nos tardemos décadas. No podemos dejar que eso ocurra en nuestra amada Colombia.
Comentar