Recientemente, durante la visita de una de mis dos hijas, quien reside en el extranjero, consultó a quien considera un amante y conocedor del Metro de Medellín. La inquietud me fue dirigida debido a mi fortuna y privilegio de haber sido funcionario de esta empresa tan querida por los antioqueños.
La pregunta fue clara y contundente después de ver una valla de un candidato que busca aspirar la alcaldía de Medellín, en la que propone la gratuidad del sistema masivo de transporte de la ciudad. ¿Aparte de ser una propuesta populista, es viable la gratuidad del metro?
La respuesta a mi hija la preciso de la siguiente manera:
Si bien es comprensible que muchos ciudadanos puedan verse atraídos por la idea de no tener que pagar por este medio de transporte, es crucial analizar detenidamente los aspectos técnicos, económicos y sociales implicados. En este contexto, es fundamental entender por qué esta propuesta no es viable y cómo podría llegar a afectar a la ciudad y sus habitantes.
Punto 1: Costos de operación y mantenimiento
El Metro de Medellín es un sistema enormemente complejo y costoso de operar. El mantenimiento de sus vías, trenes, estaciones y demás infraestructuras requiere de una inversión significativa. El precio del tiquete actual contribuye a cubrir estos gastos, permitiendo así la continuidad del servicio y su óptimo funcionamiento. La gratuidad del Metro pondría una enorme presión financiera sobre las arcas públicas y desviaría fondos destinados a otras necesidades prioritarias de la ciudad, como la educación, la salud o la seguridad.
Punto 2: Riesgo de deterioro del servicio
La gratuidad del Metro podría llevar a una sobreexplotación del servicio. Sin un ingreso directo proveniente de los usuarios, la empresa responsable del Metro tendría dificultades para cubrir los crecientes gastos operacionales. Esto podría resultar en una falta de inversión en mantenimiento, reducción de personal y una disminución de la calidad del servicio en general. A largo plazo, los mismos usuarios que buscan la gratuidad podrían enfrentar un transporte público deficiente y deteriorado.
Punto 3: Desincentivación del uso responsable
Al ofrecer el servicio de Metro de forma gratuita, se corre el riesgo de desincentivar el uso responsable del mismo. Como seres humanos, tendemos a valorar menos lo que es gratuito. Al eliminar el costo, se estaría enviando un mensaje implícito de que el servicio es fácilmente reemplazable y su uso no tiene impacto económico. Esto podría llevar a un uso irresponsable, un aumento en la sobrecarga de usuarios y posibles comportamientos que van en contra de la cultura metro, afectando negativamente la calidad de la experiencia para todos.
Si bien el concepto de tener un servicio de transporte público gratuito puede resultar atractivo, es crucial considerar los aspectos prácticos y económicos antes de tomar una decisión. La gratuidad del Metro de Medellín podría tener un impacto negativo en el sistema, generando problemas financieros, la disminución de la calidad del servicio y un uso irresponsable por parte de los ciudadanos. En lugar de buscar la gratuidad absoluta, es necesario buscar soluciones equilibradas que permitan el sostenimiento económico, el mejoramiento continuo y el acceso equitativo al transporte público en beneficio de todos los habitantes de Medellín.
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