Este es un título muy peculiar para referirse a la famosa desigualdad que se ve envuelto el país severamente hace unas décadas. Es un gigante que a pesar de que se puede contener y acabar, se niega a irse debido a la falta de concertación y al bajo empeño por tan siquiera reducirla o mantenerla. Si bien es cierto actualmente las políticas del presidente Juan Manuel Santos infieren un desarrollo y disminución de la pobreza, poco o nada se hace por acabar la desigualdad que existe entre ricos y pobres.
Según las informaciones suministradas por el alto consejero para la prosperidad, Colombia estaría ocupando más o menos el lugar cuarto del mundo en estadística de desigualdad. Lo cual es un dato lamentable para el desarrollo del país ya que ciertos sectores son excelentemente manejados, tienen un buen ritmo de vida, pero en contraste otras poblaciones están totalmente descuidadas y en extrema pobreza. Según los datos obtenidos, Colombia tendrían un índice Gini de 0,58%, este coeficiente es la medida técnica de la desigualdad en la distribución del ingreso, en la que 1 es lo más alto y obviamente cero es la cifra a mayor prospecto y 1 la más lamentable. Según datos de Naciones Unidas para 2005, con un Gini de 0,55% Colombia estaría entre los primeros países del mundo con una alta desigualdad, esta información siendo en el 2005.
Pero muchos expertos que analizan esta situación, sugieren que la desigualdad estaría empeorando a tal punto que seriamos los más desiguales con el GINI más alto del mundo y convirtiendo así nuestro país en el país latinoamericano (siendo este el continente que presenta mayor desigualdad) más desigual de todos los países del mundo.
Lo importante acá no es saber si somos los mejores o los peores, si no que el motivo de esto es darnos a entender que poco o nada se está haciendo para solucionar este conflicto, ya que no se lleva a ninguna conclusión y ninguna descentralización de los recursos que en muchos casos se reparten de una manera no equitativa y de una manera o rosca como le llaman a ciertas poblaciones beneficiadas y dejando a otras a un lado, lo cual no se ve muy equitativo ya que le generan mayor estabilidad y satisfacción a una parte de la población y a la otra le muestran una cara distinta y se van quedando en el olvido, creando así una barrera inmensa entre pobres y ricos.
en Colombia ocurre un fenómeno que se vive presentando y es una enfermedad que nos come a todos, a pesar de que este país en las últimas décadas ha multiplicado el producto interno bruto y el gasto público, la desigualdad solo se a reducido a un dos por ciento lo cual se vuelve un cifra muy alarmante y difícil de entender, cómo es posible que el gobierno aumente sus ingresos y lo paradójico que es que no distribuya esos recursos de una manera equitativa, sin favorecer a alguna minoría si no siendo todo por igual , lo cual aquí no funciona y solo se favorecen a unos cuantos y los demás que se mueran que son unos gusanitos. Los ritmos de disminución de la pobreza del América latina eran del 11 por ciento y nosotros solo hemos llegado a reducirla en un ocho por ciento, lo cual nos da entender que somos poco equitativos y ambiciosos ya que le generamos satisfacción a algunos y los demás que chupen caña.
Para entender un poco más del tema les explicare un poco. Desigualdad a pobreza no es lo mismo, aunque tienen mucho que ver entre sí, por ejemplo: la pobreza en Colombia disminuyó de un 55 porciento a un 45 porciento aunque esto es de la pobreza, por su parte la desigualdad fue distinta. Lo cual quiere decir que el 45 por ciento de la población están en la olla ósea más o menos como 20.000.000 veinte millones de colombianos estamos en la inmunda. Cuando hablamos de desigualdades no solo hablamos de la económica sino también, la social, cultural, el intelecto y la educación. Hablando de desigualdad hacemos referencia a una brecha que existe entre una cosa y la otra.
En cuanto a la desigualdad económica, hay un abismo gigante, ya que el 10 por ciento del producto interno bruto se va dirigido a solo el sector afortunado ósea sector rico y tan solo el 0,6 por ciento es destinado para sectores menos favorecidos ósea sectores pobres, lo cual nos da una idea de cómo estamos divididos y que y de que tamaño son el tipo de abismos que hay entre un sector y otro. Para colmo estas personas pobres en la realidad de sus hogares deben mantener a una gran familia con lo cual solo se satisfacen unos cuantos de forma zaceada, pero debido a la gran cantidad de gente toca repartírselos por igual aun así si quedan insatisfechos.
Las diferencias regionales, la desigualdad y poco equitatividad en las regiones es visible fácilmente. El ingreso por habitante del choco por año promedio es la sexta parte del de un bogotano. Lo cual hace una brecha muy grande entre uno y otra. Si no fuese más, la brecha entre las ciudades y el campo es inmensa ya que las 10 ciudades más importantes del país crecen a un ritmo apresurado mas sin embargo los 800 municipios más pobres del país no generan tanto progreso ni economía y presentan una pobreza de un 66 por ciento en pobreza extrema. Por lo cual también persiste una desigualdad entre una sociedad urbana y la famosa tierrita ósea en lo rural. También en la cultura se ven gigantes desigualdades, por ejemplo en las cifras, el promedio nacional de necesidades básicas insatisfechas es de 27 por ciento, el de la población indígena es de 57 y el de los afros, de 66 por ciento. Con frecuencia estos están en el sótano de la pirámide social.
¿Como solucionar este conflicto?
Una de las propuestas de las políticas de planeación del actual gobierno, es dar una inversión sustanciosa a las regiones más pobres con el fin de que estas produzcan los recursos que necesitan y de esta manera no estén tan desprotegidas y dependientes del cuidado permanente del estado, si no que estas generen una mayor calidad de vida de por sí de ellas mismas, también se propone reducir la informalidad con el fin de que estos se dediquen a un empleo formal o simplemente se conviertan en pequeños empresarios. Y por ultimo implementar un sistema educativo de calidad con el fin de garantizar que sea un medio social que influya en los demás y les garantice aprender, y no que sea un medio para perpetuar la pobreza y falta de educación.
Argumentando además que la distribución de las regalías sea mejor distribuida y de una manera justa, el ajuste del cuatro por mil, entre otras estrategias para superar la brecha de la desigualdad.
Según esto la propuesta fija para estos cuatro años de gobierno han sido reducir el gini del 0,58 % al 0,54 además de que la pobreza extrema según el gobierno se reduciría a ocho puntos pero esto tiene sus percances ya que la actividad económica en ciertos sectores por ser pobres no son muy significativas, la seguridad juega un papel importante sin contar que la debilidad institucional hace que muchos recursos sean robados y la distribución de los faltantes se dirija mayormente a sectores ricos, dejando a un lado a los que mayormente lo necesitan, pese a esto el gasto publico aumento un 60 % lo cual es muy insólito para la pobreza que se vive y la brecha que se está presentando.
Existe la completa necesidad de atacar el problema también en la cúspide de la pirámide, algo en lo que casi todos los gobiernos de este país han sido muy reservados. mediante un cambio en los esquemas tributarios, que tradicionalmente han privilegiado los impuestos indirectos, como el IVA, que afectan a todos, sobre impuestos progresivos que tasen la propiedad, la tierra y su uso, por ejemplo. «La estructura tributaria no se ha utilizado como una herramienta distributiva», dice Corredor. Lo cual haría que estos recursos también se distribuyeran con una equidad y con el mero fin de impulsar al país entero y no a unos cuantos. Ahora la ley de víctimas, si esta se logra hacer de una manera correcta y eficaz podría reducir significativamente la desigualdad, ya que el estado conserva tierras que fácilmente podría distribuir equitativamente.
Con la situación actual de Colombia, es probable que a este gobierno se lo juzgue menos por si logra mantener bajo control la seguridad que por si se atreve, por fin, a meterle mano en serio a la enfermedad histórica nacional de la desigualdad y la pobreza. Atacar la base de la pirámide, donde están los pobres entre los pobres, es apenas un aspecto del problema. Parte sustancial reside en la cúspide. Y con esas élites ningún gobierno se ha metido.
En conclusión una enfermedad que afecta a Colombia y que solo requiere de la medicina de la mano del gobierno para poner en regla toda ley que esté dispuesta a apoyar a los más necesitados. Falta mano dura para aquellos que solo buscan beneficios personales y no piensan en comunidad, el hecho esta en apoyar a todos y reorganizar la redistribución de las cosas para que todo sea más equitativo y todos progresemos juntos.
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