Luis Pérez Gutiérrez, excúseme que no lo llame gobernador, no es que quiera ser grosera ni nada parecido, es sólo que usted no me representa. Le escribo porque siento que debo hacerlo por las mujeres de Antioquia.
Quiero expresarle mi total inconformidad con el paupérrimo manejo que ha mostrado darle a la Secretaría de las Mujeres. No me duele que yo le importe tan poco, como sí me duele que haya anulado la grandiosa tarea que hicieron Rocío Pineda, luego Patricia Builes y todo su equipo, por sacar adelante una secretaría que casi siempre habían dejado en el olvido absoluto. Me duele que Antioquia se estanque en su labor de empoderar mujeres libres y capaces, participativas y llenas de amor propio. No quiere decir que hayamos dejado de serlo simplemente porque usted no se ha preocupado por ello, pero vaya si necesitamos continuidad para que nuestras niñas crezcan con todas las oportunidades posibles.
Durante los últimos cuatro años pude ver y sentir con extrema satisfacción cómo la Secretaría de Mujeres de Antioquia resurgía de las cenizas y nos impactaba positivamente. Programas enfocados en nuestro empoderamiento, programas enfocados en nuestra educación, motivando nuestra participación política, en las aulas, en nuestras casas, en nuestros círculos sociales, acercándonos a la tecnología… una ola de mujeres con determinación, decididas y lo más importante, convencidas de que valían oro. Yo quiero eso para todas, quiero eso para mis pequeñas primas y sus amigas, y que cualquier mujer se sienta respaldada por programas gubernamentales que fomenten y exploten sus talentos.
Yo no quiero migajas, yo no quiero planes mediocres que se inventaron de la noche a la mañana sólo por salir del paso, sólo por cumplir con la labor de inclusión. Me cansé de la tal inclusión porque todos merecemos las mismas condiciones y nosotras no tenemos porqué ser parte de la labor de responsabilidad social de ningún político, ni mucho menos merecemos andar pidiendo que se nos tenga en cuenta. Le recuerdo que es su deber.
Espero que se dé cuenta que un lugar sin nosotras no tiene sentido, espero que entienda lo valiosas que somos para el desarrollo de las comunidades y espero, sobretodo, que deje usted de perder tiempo por andar contradiciendo todo lo que hizo su antecesor, por el simple hecho de haber sido su antecesor, y presente por fin cuál será el plan para el futuro de nuestras mujeres.
Ah, y espero también que me calle la boca y me demuestre que la Secretaría de las Mujeres será una verraquera.
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