“…nuestra falta de límites ha puesto a la tierra en el nivel de degradación profundo que vivimos en nuestra era. Hemos dejado de hacernos cargo y por ende caemos en la fatídica práctica de culpar a otros por asuntos que son nuestra responsabilidad”
¿Ha pensado cómo sería nuestra sociedad colombiana si cada uno de los ciudadanos respetáramos y cumpliéramos nuestros deberes, en lugar de tener que marchar todo el tiempo por el respeto de nuestros derechos?
Había elegido ya el tema para el presente artículo, estaba dándole forma a un texto que seguro saldrá en una próxima entrega. Sin embargo, en mi cabeza empezó a retumbar insistentemente la frase “hazte responsable”, no la entendía del todo. Luego, en redes sociales, leía cosas como “la responsabilidad es tuya” o “marcar límites es responsabilizarse”, entre otras. Así que, escuchando esa intuición, empecé a hilar más fino, hasta que comprendí, quizá no completamente, este asunto de la responsabilidad como un tema que nos es ley desde los inicios de la humanidad.
Todos queremos tener libertad en cada labor que ejercemos, bien sea en temas laborales, personales o de cualquier otra índole. Queremos que se respete nuestra autonomía y que no se nos subestime la inteligencia y la capacidad de tomar buenas decisiones. Pues bien, todas las libertades anteriores son consecuencia de hacernos responsables teniendo la madurez suficiente para asumir los resultados positivos y negativos de nuestras acciones; pero más allá de tener la gallardía de responder por las consecuencias, convendría que nuestro actuar se realice de manera premeditada e íntegra para que los resultados a futuro aporten a nuestra vida y a la de otros.
Steve Cutts, es un artista británico que, a través de ilustraciones y videos con un contenido crudo, como la realidad, nos muestra de frente las perversas elecciones que hemos tomado o dejado de tomar, los seres humanos. Su último video llamado “Man 2020”, es el remake de un cortometraje titulado de la misma manera, creado por Cutts en el año 2012; ocho años después, continúa retratando la degradación humana disfrazada de progreso. Precisamente, este último cortometraje muestra cómo, mientras el ser humano se encuentra en casa confinado, la naturaleza tiene el chance de disfrutar de ella misma, conviviendo, entre diversas especies, retomando su orden nativo. Pero, al instante en que el humano sale de su encierro, altera y daña cualquier especie que encuentra a su paso con una falsa idea de “evolución”.
Y justamente, con la excusa de progreso y avance, es que hemos dejado de hacernos cargo y de responsabilizarnos del planeta y de todo lo que sucede con él.
Durante toda la existencia humana nos hemos lanzado la pelota de la culpa de un lado a otro, dejando a la suerte nuestro propio presente, culpando y “delegando” responsabilidades y toma de decisiones a antecesores, gobiernos, científicos o a la tecnología misma.
El Génesis menciona “que los humanos se hagan responsables de la tierra misma (…) que se hagan cargo y sean responsables de todos los seres vivos sobre la faz de la tierra”. Esto no es una cosa menor, es más, podría decir que nuestra falta de límites ha puesto a la tierra en el nivel de degradación profundo que vivimos en nuestra era. Hemos dejado de hacernos cargo y por ende caemos en la fatídica práctica de culpar a otros por asuntos que son nuestra responsabilidad: culpamos a los grandes gobernantes por permitir la deforestación sin control, culpamos a las generaciones anteriores por el calentamiento global, culpamos a las industrias por la contaminación, culpamos a los bancos por nuestra falta de dinero, culpamos al gobierno por corrupción, culpamos a naciones más grandes y ricas por su consumo exagerado… ¡Pero vamos! ¿Dónde queda nuestra responsabilidad?, ¿dónde nos hacemos cargo de lo que sucede en nuestro contexto?, ¿cuándo revisamos las etiquetas y hacemos un seguimiento consciente de las cosas que consumimos y utilizamos?, ¿en qué momento tomamos acciones en casa para cuidar a la tierra misma?, ¿cuáles son nuestros planes para no permitir que el sistema nos haga sus esclavos?
Entonces, ¿no es necesario hacernos responsables de las acciones y decisiones que tomamos aún antes de asumir las consecuencias? Hacernos responsables es tan importante como que se nos cumplan los derechos. Hacernos cargo es asumir nuestra existencia, ejercer nuestra libertad, tomando el paso por este planeta, no como un suceso fortuito del destino, sino con el coraje que merece la vida misma.
Entonces, no hay más responsables de lo que vivimos actualmente, ni de la corrupción del planeta, más que usted y yo. No podemos seguir culpando de las consecuencias de acciones que hemos dejado de ejecutar a terceros, debemos empezar a asumir los coletazos de nuestra negligencia, pero también actuar a partir del presente y del futuro que queremos construir, marcando límites que respeten nuestra autonomía, pero también que protejan los derechos de los demás, y no únicamente los derechos humanos, también de todos los seres vivos.
Así que, ¿se trata de negar la lucha por los derechos? ¡De ninguna manera! Más bien es una invitación a ocuparnos de hacer lo que compete a cada quien, garantizando entonces, que si cumplo con lo que debo hacer, al otro se le respetarán sus derechos.
¡Agarremos el toro por los cuernos! Nos es necesario enfrentar este asunto pendiente sin hacerle más el quite actuando de manera precisa y concisa: antes de comprar algún producto pregúntese quién lo fabricó, cómo lo hizo; reduzca los desechos de un solo uso en casa; separe y recicle los envases ya utilizados; apoye negocios locales; apoye y aporte en causas que ayudan a salvar el planeta; sea consciente de los alimentos que consume; haga planes financieros inteligentes; entre muchas otras pequeñas acciones que podemos hacer desde casa, pues no hay otra forma de transformar positivamente a nuestro planeta.
Referencias:
Man 2020, Steve Cutts https://www.youtube.com/watch?v=DaFRheiGED0
Man 2012, Steve Cutts https://www.youtube.com/watch?v=WfGMYdalClU
Libro del Génesis, Capítulo 1, Versos 26 al 28, Biblia. Traducción The Message (MSG)
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