Xi Jinping y la “solución china” un proyecto alterno al orden internacional pero no seductor en el pacífico.
La china se consolida en el escenario internacional como el oponente geopolítico más importante de los Estados Unidos, el poder económico y militar de este coloso asiático, ha llevado a que el presidente Xi Jinping al lado de Donald Trump aseguren un “mundo G2”, es decir, constituyan un mando internacional bipolar. Xi al tomar posesión desde el año 2012, prometió volverle el poder internacional a China inspirados su historia como nación milenaria.
En oposición al orden internacional liberal, el presidente Xi pregona un nuevo orden internacional inspirado en la “solución china”, es decir en contraposición a la democracia y a las libertades individuales, la solución china plantea mejores resultados a las debacles económicas y políticas mundiales, desde un gobierno autoritario de único partido aunado a libertades económicas, es decir, una composición híbrida entre un Estado fortalecido y autoritario hacia adentro, pero abierto y liberal desde lo económico hacia afuera. La fiel muestra del ideario del coloso del pacífico lo representa el proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, conocida por sus siglas en inglés como OBOR (One Belt, One Road). Según (Ebbighausen, 2018), este se considera el mayor proyecto de desarrollo de infraestructuras mundial y consta de seis corredores en la ruta terrestre, denominada Silk Road Economic Belt (Cinturón Económico de la Ruta de la Seda). Estas rutas actuarán de alternativa al estrecho de Malaca, en el sureste asiático, hasta ahora la vía de comunicación de China con el exterior. Y también de una ruta marítima, conocida como 21st-Century Maritime Silk Road (Ruta de la Seda Marítima del siglo XXI), por la que a través de enclaves estratégicos en Asia, África y Europa, los productos chinos alcanzarán los puertos europeos. Aunque cada ruta tiene retos y desafíos diferentes, las dos cumplen el objetivo de dar forma a la visión de Xi de desarrollar nuevas vías que permitan a China jugar un papel más destacado en las cuestiones políticas, geoeconómicas y comerciales de los países que integran OBOR.
En este mismo sentido señala (Parra, 2018) La nueva Ruta de la Seda cumple con el objetivo de diversificar las fuentes de acceso a energía de China, conectar con nuevos mercados y aliviar los problemas de sobrecapacidad de producción de algunos de los sectores emblemáticos, como el acero y el cemento. Pero también supone un incremento del comercio con los países OBOR, gracias a que el gigante asiático ha dado acceso directo a los bancos de la zona para hacer transacciones directamente con la moneda china, favoreciendo así la internacionalización del renminbi.
La Nueva Ruta de la seda, reúne a 68 países de Asia, Europa y Norte de África, lo que lo convierte a China en el abanderado de la globalización, no solo en el plano económico sino también en el plano estratégico político con el despliegue de su poderío militar en los mares del Sur ante cualquier intromisión occidental que ponga en riesgo su avanzada.
Son variadas las posiciones que asumen los analistas ante el desarrollo que lidera el presidente Xi en el plano geopolítico, los más recalcitrantes señalan que los avaneces chinos en la geopolítica son poco atractivos para los demás países del globo, «Si China no respeta las normas internacionales, tiene que establecer sus propias normas. Y luego tiene que buscar apoyo para esas normas. Y ahí es donde veo el gran déficit de China» opina (Ebbighausen, 2018). Los regímenes autoritarios, aunque son llamativos para algunos gobiernos del sudoeste de Asia, no lo son para población de dichos Estados, ante lo cual los conflictos sociales podrían intensificarse, lo que sería una oportunidad expedita para la intromisión norteamericana en pos del equilibrio geopolítico en la región. Todos estos elementos nos llevan a concluir que la “Solución China” requiere según el profesor Joseph Nye un avance en Soft Power, el poder suave o poder inteligente, con lo cual la colosal potencia del pacífico conseguirá lo ya logrado con Norcoreana sin recurrir a presiones armadas o económicas, la persuasión para que se haga lo que se desea sin necesidad de recurrir a la violencia, de esta manera no solo consolidará su idea económica sino la aceptación en la población, con lo cual se convertirá en una verdadera posibilidad alterna a la ya conocida que representa el orden internacional liberal.
REFERENCIAS
Ebbighausen, R. (Mayo de 2018). Las ambiciones geopolíticas de China . Obtenido de http://www.dw.com/es/las-ambiciones-geopol%C3%ADticas-de-china/a-43706742
Parra, Á. (6 de febrero de 2018). La nueva Ruta de la seda ya es una realidad . Obtenido de https://www.esglobal.org/la-nueva-ruta-la-seda-ya-una-realidad/
[…] es usado por China para expandir su política geoestratégica denomina la “Solución China”, (ver columna: Xi Jinping y la “solución china”). Esta estrategia expansiva no es sólo económica, sino también militar, muestra de ello es la […]
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