El Euroescepticismo en la Unión Europea, un desafío a los pilares ideológicos del orden internacional

La desconfianza generada en la opinión pública hacia la UE es un fenómeno de amplio espectro, que abarca todos los grupos sociales. Según el informe Alcano son tres las razones que sustentan dicho fenómeno: el cosmopolitismo, la percepción de impotencia democrática y la vulnerabilidad económica.

Son varias las crisis que han sacudido a la Unión Europea desde sus inicios como bloque económico y político, en primer lugar la crisis económica iniciada en el año 2008 con la caída del sistema financiero estadounidense, desde allí se difundió a las instituciones financieras europeas, impactado principalmente los países del sur en los procesos de producción, empleo y finanzas  públicas; a esta crisis se le suma la demográfica, evidenciada en el flujo migratorio emanado de países de Asia y el Norte de África, con lo cual la UE ha demostrado tener graves vacíos en sus políticas de contención migratoria en materia de gobernanza frente a este  fenómeno. El Brexit (Britain y exit), o salida del Reino Unido de la UE, marcó de igual manera un fenómeno de crisis diplomática consolidado por Theresa May como primera ministra del país inglés. A este variopinto panorama de dificultades,  el Informe Alcano del 23 de abril del 2018 titulado el futuro de la Unión Europea, y el informe de Pew Research Center del 12 de julio del presente año, ponen en evidencia una crisis que sacude la profundidad de los ideales europeos, la crisis de los valores.

El artículo 2 del tratado que dio origen a la Unión Europea, establece a la democracia, el Estado social de Derecho y el respeto a los Derechos Humanos anclados en la Dignidad y a la Libertad como baluartes filosóficos de importancia manifiesta en la consolidación política de la misma Unión. A estos principios dogmáticos se refieren los dos informes anteriormente mencionados haciendo un llamado a la mitigación del crecimiento de los fenómenos populistas como respuesta a la globalización,  para direccionar el futuro de la UE de cara al crecimiento del fenómeno económico chino, ver Xi Jinping y la “solución china” y al unilateralismo de los Estados Unidos, ver Ante la frase “América primero”, se antepone “el multilateralismo primero” .

Según el informe Alcano, el respaldo de la opinión pública a la UE, se mide principalmente por su seguridad económica, es decir ante buenos resultados económicos la población se torna europeizada, respaldan las instituciones y apoyan las decisiones que están tomen en beneficios de la Unión, pero con las crisis se tornan euroescépticos y nacionalistas, elementos determinantes en el retorno a los populismos como salidas políticas, casos concretos el polaco y el húngaro.

La desconfianza generada en la opinión pública hacia la UE es un fenómeno de amplio espectro, que abarca todos los grupos sociales. Según el informe Alcano son tres las razones que sustentan dicho fenómeno: el cosmopolitismo, la percepción de impotencia democrática y la vulnerabilidad económica. Estos elementos se resumen en el siguiente gráfico:

Fuente: Informe Alcano

 La caída de la confianza hacia la UE es un fenómeno muy transversal: ninguna categoría de las 18 mostradas en el Gráfico se salva de ella. No hay un patrón claro en el cambio observado por grupos de edad, y sí parece crecer algo más el euroescepticismo entre los encuestados con niveles educativos más altos (que a pesar de ello siguen siendo más europeístas que el resto) y los individuos ideológicamente situados más a la derecha (aunque si se analiza en detalle este fenómeno se puede observar una fuerte variación por países, siendo los países del centro y del norte los responsables de este mayor aumento de la desconfianza entre los votantes más conservadores). Pero más llamativa es la significativa variación encontrada en función de la posición que el individuo ocupa en el mercado de trabajo.

Por su parte el informe de Pew Research Center, asevera que debido a la crisis de valores los movimientos populistas han ganado terreno en muchos países de Europa occidental, desde la votación del Reino Unido en 2016 para dejar a la Unión Europea en manos de la formación de  gobiernos populistas  en Italia, Hungría y Polonia.  El siguiente grafico muestra que si bien la imagen favorable de los ciudadanos hacia los partidos tradicionales es mayor a la que poseen los partidos populistas, estos si han ganado terreno ene le espectro político.

 

Fuente: Informe Pew Research Center

Alrededor de cuatro de cada diez adultos o menos tienen una opinión favorable del partido (o partidos) populista en su nación. Por ejemplo, solo el 34% de las personas en Dinamarca tienen una opinión favorable del Partido Popular Danés; El 23% de las personas en el Reino Unido ven favorablemente al Partido de la Independencia del Reino Unido; y el 16% de los adultos franceses ven favorablemente el Frente Nacional. Los partidos tradicionales son mucho mejores que los partidos populistas en Dinamarca, Alemania, los Países Bajos y Suecia. Pero enfrentan dificultades en otros lugares: para la mayoría de los partidos tradicionales sobre los que se preguntó, tres de cada diez encuestados en Francia, Italia y España tienen una opinión favorable. En los ocho países encuestados, las actitudes acerca de ambos tipos de partidos, tradicionales y populistas, están fuertemente coloreadas por los puntos de vista ideológicos de los encuestados.

Todos estos elementos aunados al sentimiento de pérdida de peso de la UE en el escenario internacional, los movimientos migratorios sin control, dan a los ciudadanos europeos un sentimiento de vulnerabilidad, posición que se traduce en la antigua creencia que la única ruta salvavidas es un gobierno de talante nacionalista con políticas internas fuertes que haga frente a la globalización desde el proteccionismo económico.

La UE ante este panorama deberá fortalecer los principios que la posicionaron como el garante del Orden Internacional liberal después de los Estados Unidos, con lo cual se cerrará la entrada a regímenes políticos autoritarios que actúan en contra de la cohesión y la unidad continental. Se requieren de igual manera reformas a las instituciones que garanticen la pervivencia del orden liberal y la recuperación del papel protagónico de la UE en el escenario internacional en cabeza de Alemania y Francia. El llamado a la población que se ha mostrado reacia a la integración plena dela UE se deberá realizar a través del poder real e inteligente (Soft Poder), basado en  unas instituciones políticas y económicas garantistas y eficaces. Repensar el futuro de la UE  es apremiante en función de garantizar los pesos y contrapesos a los que avoca las relaciones internacionales.

Juan Carlos Cardona Londoño

Soy docente orientador de procesos en educación básica y educación universitaria en la ciudad de Medellín, magister en estudios Políticos de la UPB, interesado por temas relacionados con las dinámicas educativas, urbanas y políticas.