Esa es la idea fuerza del 38º Congreso Nacional de Ganaderos que realizaremos virtualmente del 25 al 27 de noviembre, transmitido por el Canal TVAgro y las redes sociales de FEDEGÁN.
Que “el mundo está cambiando” es un lugar común, porque el cambio es de la esencia de la “naturaleza”, pero hoy esa naturaleza transformada ataca nuestra forma de vida en el planeta y, por tanto, obliga a cambios urgentes para garantizar la subsistencia de la especie.
No se trata de la destrucción inminente del planeta que muchos proclaman, pero tampoco del negacionismo, sobre todo del cambio climático, al que se ha sumado la pandemia atemorizante. No podemos ver en los noticieros el desastre invernal y el sufrimiento de los providencianos, y seguir pensando que “aquí no pasa nada”.
Hay que hacer algo; cada quien desde sus responsabilidades frente a la naturaleza, pero sin extremismos contraproducentes, porque no se trata de detener el desarrollo, de apagar máquinas, carros, barcos y aviones, o de propuestas absurdas, como dejar de comer carne, como si con eso los animales, que son parte de la naturaleza, desaparecieran.
Más de siete mil millones de humanos no podrían vivir hoy como antes de la primera revolución industrial, pues, entre otras cosas, en pocos meses deforestarían el planeta para cocinar y calentarse, como antes del carbón y el petróleo.
Se trata es de devolverle a la naturaleza su capacidad de auto recuperarse, y para la ganadería, la meta es hacerlo sin dejar de cumplir su función social en busca del bienestar de los ganaderos a través de la actividad lícita de producir carne y leche para Colombia y el mundo.
Ese es el racional de la “ganadería para el cambio” que nos propusimos hace ya una década; respetuosa con la naturaleza, productiva y rentable. Los que hoy la atacan deberían conectarse a nuestro conversatorio virtual sobre sostenibilidad el 26 de noviembre, conocer un Sistema Silvopastoril y constatar el liderazgo mundial de Colombia en este campo.
Las posibilidades de la carne en los mercados del mundo es otro tema de interés para el Congreso, frente a una proyección sorprendente de incremento de la demanda en la pospandemia, sobre todo en los de Asia – Pacifico, con China a la cabeza; una oportunidad para la ganadería y para la política de diversificación de exportaciones, urgida de disminuir la dependencia de la llamada “renta petrolera”.
La economía de pospandemia es tema obligado en un entorno de incertidumbres y oportunidades de cara a la reactivación, como los de la problemática de la tierra y la seguridad, que tocan de cerca la realidad de los ganaderos.
A mis lectores, especialmente a los no ganaderos, una invitación a conocer ese mundo, para muchos desconocido, que hay detrás del kilo de carne o la caja de leche que tomamos del anaquel de un supermercado.
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