Trágica reacción

El anticomunismo enquistado explica la reacción desproporcionada del gremio ganadero a un inofensivo decreto del Ministerio de Agricultura sobre la movilización y participación del campesinado en la Reforma Agraria. Un sector acostumbrado a disfrutar de esta cosa que llamamos Estado, debería saber que los decretos no son varitas mágicas que transforman la realidad. Más bien, la reacción muestra que será un largo proceso en el que la clase alta, que en zonas rurales suma solo el 0.2% del total de la población, entienda dos asuntos vitales para la construcción de una sociedad sin violencia.

En primer lugar, deberán entender y reconocer que la participación del campesinado pobre en las políticas públicas y la planeación del desarrollo rural, es condición fundamental en las mejoras a la Democracia y al Bienestar; la participación del pueblo pobre no es una amenaza como se los indujeron en la Doctrina de Seguridad Nacional. Y en segundo lugar, deben entender que existe una íntima relación entre la pobreza y las violencias; en el Acuerdo de La Habana está muy clara la relación causal entre la miseria y el conflicto social y armado.

La trágica reacción expresa una trampa en la sociedad colombiana. Pareciera que a los ricos les genera tanto miedo la Organización de los pobres, como a los pobres nos genera miedo su llamado a defender la Democracia y la propiedad privada: en su nombre se crearon las condiciones para la victimización masiva en Colombia. Los procesos de paz son un intento para salir de esa trampa que encuentra sus mayores expresiones en la violencia política donde el pueblo de a píe lleva las de perder cuando pretende mejoras sus condiciones de vida.

Las fuerzas más conservadoras internas y externas al país con intereses en la tierra rural, siguen viendo la paz como disfrute pacífico de la propiedad privada sin importar que millones sufran de hambre. Los defensores de la propiedad privada deberían reconocer que son muy pocos los que gozan de esta teniendo en cuenta los altos niveles de concentración. Propiedad privada es lo que no hay para las mayorías y por esa razón resulta trágico un llamado a defenderla.


Todas las columnas del autor en este enlace:  Fredy Escobar Moncada

Fredy Escobar Moncada

Trabajador Social. Magíster en Ciencia Política.

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