Ciudadanos cada día se parece más a Renault, el policía corrupto y simpático de Casablanca. De tanto decir eso de “no desprecie a las mujeres, tal vez falten algún día”, asumió que tenía que sostener a Cristina Cifuentes por cuestiones de necesidad. Hasta que las empresas de seguros le advirtieron de que no iba a poder pagar la póliza de accidentes. Cuando Humprey Bogart le dice “no me juego el cuello por nadie”, Renault, que no tiene amigos sino intereses, remata: “sabia política exterior”. Los de Ciudadanos entienden así sus relaciones hacia afuera.
Podemos lleva varios meses recordándoles eso que le dijo Rick a Renault con una pistola embocada a la aorta -cierto es que después de que Sam tocara otra vez una canción de desamor-: “le estoy apuntando al corazón”. Ciudadanos contesta como si hubieran ido con la extrema derecha en las europeas o como si estuviera sosteniendo al PP más corrupto en Madrid o al de EME Punto Rajoy en la Moncloa junto con el PSOE más turbio de Andalucía: “el corazón es mi punto menos vulnerable”. Unos máquinas. Nada que ver con la democracia, pero es que el cine negro es un poco en blanco y mucho en negro.
Acaban de decirle en la cara del Máster falso de Cifuentes que los de Ciudadanos juegan en el Casino que es la Comunidad Autónoma de Madrid. Y entonces Ciudadanos ha salido gritando: “¡Qué escándalo! ¡Qué escándalo! ¡He descubierto que aquí se juega!”. Y con las mismas maneras con que dice que va a cerrar el garito se guarda las ganancias que le lleva un croupier como cada noche. Fiel a sus orígenes, la pela es la pela. Renault, como haría Girauta, es ese que cuando está sentado con un mayor de la Gestapo que le inquiere: “usted enfatiza lo del II Reich ¿Acaso espera otro? y entonces le contesta: “me adaptaré a lo que haya”.
Resulta que se ha descubierto un casino ilegal en la sede del gobierno de la Comunidad de Madrid y Ciudadanos nos dice, repitiendo un guión viejo, que cambiando el croupier ya está todo solucionado. Vamos, que pillan a uno de los 40 ladrones de la cueva, ponen a otro y seguir asaltando caminos. Si quitas a Bonnie y pones a Clyde, la banda de asaltabancos sigue operando. Lo llaman, insultando a Murcia, la vía murciana, cuando la vía murciana es la gente en la calle protestando porque algún vivo quiere romper en dos la ciudad por culpa del AVE.
Rivera, Villacís, Aguado y Girauta imitan a Renaul para decirle cínicamente al PP lo que éste le decía a Rick: “yo sé bien que aquí se venden visados de salida, pero que usted no ha vendido ninguno. Por esta razón le permito seguir abierto”. Y el PP le contesta: “Y porque le dejo ganar en el casino”. Y estos que mucha vergüenza no gastan, contestan: “Eso también”.
Los que venían a cambiar la música, repiten sin vergüenza la única que se saben. En Moncloa, en Murcia, en Madrid. Play it again Rivera.