Taller de creación literaria: «El oficio de reescribirse»

Sesión inaugural:

Abierta al público.

El oficio de reescribirse: taller de creación literaria. Diálogos entre la literatura y el psicoanálisis

Sesión 1:

La creación poética: un pensamiento en el que hierven imágenes.

Vive en cada palabra un universo y en su conjugación el universo de nuestros sentidos. La palabra escrita esconde una potencia inusual que no tiene la hablada, comunicar sin miradas, gestos ni entonación. Queda tan solo la precisión de la forma en como son administradas las oraciones, para que transmitan el sonido, olor, paisaje, tacto y sabor que nos llega en la simpleza de una hoja escrita. Y este es el objetivo de nuestro primer núcleo.

Sesión 2:

“Uno es muchos”: la creación de personajes al interior de personajes.

Cuando decimos ‘Yo’ tal vez nos referimos a los múltiples ‘Yo’ que nos habitan y que van fluctuando hacia el exterior según las circunstancias. Entendemos que en una persona habitan muchos mundos y que en cada mundo hay muchas personas, de suerte que siempre habrá en nuestro interior alguien a quien culpar y, también, otro a quien conocer. En este espacio exploramos la complejidad que configura a un personaje dentro y fuera de la ficción.

Sesión 3:

“Traigo al Universo un nuevo Universo”: la creación de atmósferas.

La hora del día y su temperatura, un olor o el rayo de luz que se asoma por la ventana y al caer la tarde se hace cada vez más oblicuo hasta morir de noche. La forma en que se ordenan las porcelanas de la sala o los cuquitos del cajón. El paisaje conocido del balcón y el extraño de los viajes. Cada espacio narra la forma en la que es habitado, incluso desde el abandono, y en esas atmósferas vivimos de manera inadvertida sin saber cuánto y de qué forma pueden hablar por nosotros o, en este caso, por un personaje. En este núcleo exploramos el espacio como símbolo y síntoma del deseo humano.

Sesión 4:

Historia, acción y tiempo: el compromiso es con la ficción.

La misma anécdota que despierta en uno una carcajada puede suscitar en otro un suicidio. La revelación que ofrece la historia sencilla para este, pasa como una simple pérdida de tiempo para aquel. Y así, vamos descubriendo que mil veces se ha escrito te amo y sin embargo nos parece una expresión a recién estrenar. Y es que los personajes, vehículos de cada sentimiento, lo renuevan en la medida en que ningún contexto es replicable y, para un relato, es indispensable escoger la acción precisa que llevará a mis personajes a explorar eso de lo que quiero hablar renovándose con su subjetividad. Aquí analizaremos la acción y el tiempo de la historia como medios para entablar una trama subterránea.

Sesión 5: Cierre del taller.

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