Sujetos en una violencia del ser y no ser   

¿Cómo podría nacer en nosotros el concepto de que matar un niño, quemar una mujer, no tener una política migratoria, es solo una noticia que pasará en el transcurso de una o dos semanas?”


Esto no puede ser un mundo lírico, cuando el asesinato de un niño que fue etiquetado como “ladrón,” justifica el balazo que a quemarropa le pegaron. No puede ser  bella la prosa y la profundidad de un poema que muestra en esencia un hombre quemando a su pareja sentimental por no hacerle la comida. Lo que es y no puede ser, está siendo. La comprensión de esta maldita guerra es casi metafísica, no podemos explicar estos hechos desde lo físico. Nos guían así dos Yeguas como a Parménides en la búsqueda del Ser y el No Ser de estos hechos que causan asombro sobre lo banal que es el mal.

Inmersos entonces, en una narrativa donde nosotros como espectadores desde el carro de la barbarie empezamos a  entender que se vuelve necesario quitarse la venda que llevamos puesta en nuestros ojos, con el propósito de aclarar que hoy lo humano “no abriga convicción verdadera.” Sin embargo, nuestro poema actual sobre el ser, debe conducir al pensar, que lo opinable de todas las voces  que repudiamos estas bajezas sociales crea la posibilidad de un hombre en miras de la  declaración de lo que podemos hacer y aquello que no.

Empero, sin decisión de dolor humano,  nosotros como sujetos entorno al ser y no ser de la violencia que nos rodea, serán refutados en ellos mismos, y seguiremos viendo niños asesinados a quemarropa, mujeres vulneradas y violentadas, migrantes muertos en el mar… entonces, al razonar sobre lo que es y no es, por separado,  nos creará una división tan dañina para el inteligir y para el mismo indagar que nunca nos llevará a la concepción de “es o no es”, convirtiendo esta barbarie en solo noticias, incluso justificables.

A modo final, en esta incertidumbre que se crea en el SER por dicha situación maldita, solo queda preguntarnos de manera parafraseada, lo que algún día se indagó nuestro amigo Parménides.

¿Cómo entonces podría llegar a ser siendo, aquella violencia inmisericorde cuando es justificable y pasivamente contemplada de manera positiva por nosotros espectadores?

¿Cómo podría nacer en nosotros el concepto de que matar un niño, quemar una mujer, no tener una política migratoria, es solo una noticia que pasará en el transcurso de una o dos semanas?  y pues si nació una violencia tan repudiable, es decir algo que no puede ser normal en lo humano, ni tampoco  justificable en ningunas circunstancias, y si alguna vez hubiese de serlo ¿podremos explicar entonces lo que es?


Sergio Augusto Cardona Godoy

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