Quería escribir de romance, quizá otra despedida más
pensé también escribir sobre algo laboral, quizá ser la prostituta del bar
quería ser la anciana que guarda silencio y te observa hasta que le sedas el asiento
la embarazada que transpira como aquel corredor que gano una medalla
quería ser el falso cojo, ese que se aguanta hasta que el metro se vaya para que no conozcas de su patraña, quería ser el batracio del trole, quería ser la señora de las humitas o el guardia del edificio en donde paso el rato
quería ser hasta jefe pero de esos que lideran, quería contarles aquellas historias y ser la protagonista de ellas.
Quería que supieras sus historias pero como contar algo que no he vivido
desde mi punto de vista se ve fácil, pero desconozco lo sufrido
ignoro la vagancia de quienes solo ven pasar el día y buscan un refugio para su letanía, desconozco sus razones, sus cantos a media noche, no me imagino el frio de la soledad
el no encontrar un momento para pensar, para soñar lo que hay más allá de la realidad
quería ser una monja pero mis pecados superan las sutiles mentiras de ellas
quería ser mi maestra de pre kínder pero solo recuerdo su peinado tan peculiar
quería contarles sobre sus días pero solo fueron segundos al día en que logre darle los buenos días.
Hasta que no les cuente seguiré queriendo ser aquel y aquella que no ves, no te fijas
pasas cruzas y no miras, empujas, aplastas he ignoras como aquella nada tan fría
no quieren tu atención solo que tengas educación, y después de todo eso quería ser la primera dama y alguien me dijo deja de meterle mucho drama, solo diles que esta vez no sabías que hacer, si un poema o un dos que tres, brindo por la sinceridad y porque hay días en que la inspiración no se me da.
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