SER GOBIERNO: del Diálogo Nacional al Pacto Histórico

Los poetas nunca enmudecen y menos cuando están muertos. Los sueños no se desvanecen en el aire, lo sólido corporal se transforma y lo inmaterial tiene la facultad de seguir conspirando en otros cuerpos.

Con certeza, Eduardo Galeano suscribe que No hay historia muda. Por mucho que la quemen, por mucho que la rompan, por mucho que la mientan, la historia humana se niega a callarse la boca.

A semejanza, la memoria de Álvaro Fayad, poeta cofundador del M-19, deambula por las calles de Colombia, anunciando desde 1985 que es la hora de SER GOBIERNO:

Nosotros hablamos de una democracia real. Hemos sentido el apoyo de las mayorías, y si vemos que la nación se rebela frente a las minorías como no tener mínimamente el sentido común de convocar a esas mayorías y gobernar con ellas. Si nuestro acierto ha sido haber apelado a las mayorías, cómo no vamos a gobernar siendo mayoritarios y democráticos…

Hoy el pueblo está del otro lado, las mayorías están del otro lado. Ellos están solitarios por allá. De modo que tenemos la fuerza, tenemos la experiencia histórica y tenemos la decisión real de derrotar la guerra, de vencer la guerra y acabar con los guerreristas.

Todos queremos ser gobierno y nos sentimos con la decisión de ser gobierno. Pero que sea un gobierno de las mayorías del país. Entonces si se diera el caso de un candidato presidencial, en este país hay demócratas, hay luchadores que vienen de los partidos, los gremios, de los sectores populares, del propio ejército, del M- 19 y de otros grupos guerrilleros: aquí lo que hay son hombres y figuras con ideas, criterios, propuestas para cambiar el país, con capacidad para dirigir el país, que podemos hacer de Colombia un país nuevo y proyectarnos sobre el continente de una nueva manera.

En la misma conversación, como saliendo del violonchelo que tanto extrañó en las montañas y que hace solo unos meses ejecutó en la librería del Fondo de Cultura Económica en Bogotá, Verá Grabe, en el marco de la tregua para dialogar pactada con el gobierno de Belisario Betancur (1985), compartió esta nota:

No estamos convocando solo a las fuerzas del M-19 a ser gobierno, sino a la democracia. Eso es mucho más amplio y hay que aclararlo porque estamos convocando a todos los sectores interesados en la democracia y necesitados de democracia: a los industriales, a los cristianos, a los campesinos, a los trabajadores, a los estudiantes… Entonces, además de que el M-19 siente la necesidad de ampliarse, está convocando a muchos sectores a que sean gobierno; un gobierno que exprese la esencia de la democracia, es decir, un gobierno pluralista.

El relato por la democracia como Proyecto de País y la construcción de nación, se inaugura en el campo progresista colombiano tiempo antes del derrumbe del Muro de Berlín. Su materialización fueron el diálogo y la concertación en la diferencia como método, estrategia y objetivo.

Carlos Pizarro Leongómez, materializó el diálogo nacional mediante la firma del Acuerdo de Paz con el Gobierno de Barco en marzo de 1989. En sus palabras:

Confiamos en nosotros mismos, creemos en nuestra audacia, en nuestra imaginación, en nuestra capacidad de crear caminos nuevos y originales en un país donde casi todo mundo camina al interior de la rutina o de la rutina de los dogmas y los esquemas.

Sus palabras se hicieron realidad en el dialogo nacional que convocó al proceso constituyente de 1990 y la redacción de la Constitución de 1991, en la que el M 19 hizo parte de la presidencia colegida de la Asamblea Nacional Constituyente.

Con sabiduría macondiana y sabor caribeño, inquirido a inicios de 1984 para definir qué significaba el Diálogo Nacional, Jaime Bateman, fundador del M-19, expresó:

El diálogo nacional es una conversación de bajo de un palo’e mango…

Gustavo Petro y el Pacto Histórico son herederos de la propuesta del Diálogo Nacional.

Desde hace un año (febrero de 2021), hemos viajado por el país con María José Pizarro y su equipo de trabajo, propiciando la construcción de un Pacto Histórico; una gira política por veinte departamentos y una centena de municipios, en la que adelantamos una conversa pedagógica de a pie, en la calle, casa a casa con decenas de miles de personas en la hemos escuchado trasmitir a María en las conversaciones con la ciudadanía parroquial, campesina, metropolitana, empresarial, desempleada o estudiantil:

Soy heredera de la firma de paz y de la Constitución de 1991, venimos a proponer a las nuevas generaciones un Pacto Histórico.

Ofrecemos construir un país a la altura de nuestros sueños.

Palabra que sí, palabra de mujer.

José Miguel Sánchez Giraldo

Educador popular, profesional en ciencias políticas; magister en estudios latinoamericanos; PhD. en educación y mediación pedagógica por la Universidad de La Salle de Costa Rica.

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