La protesta social es un derecho universal que debemos proteger y garantizar; es lo que nos ha permitido llevar a cabo grandes transformaciones sociales, de hacerle entender a un gobierno una inconformidad. Por lo que he sido un garante de que este tipo de manifestación hay que cuidarla. Pero una cosa es la protesta social, muy diferente a vandalizar y hacer terrorismo urbano.
Sabemos que son minorías quienes generan las graves afectaciones de orden público, y no por ello es menos grave el hecho. Minorías organizadas y dirigidas a objetivos específicos para atentar en contra del bien público: civiles o transeúntes, fuerza pública, infraestructura, transporte de alimentos y otros insumos básicos, etc., que hoy han dejado al país pérdidas superiores a los 10 billones de pesos.
Y si esta cifra es alarmante, pues imaginémonos si la Policía no actuara… ¡acaban con el país! Hoy son más los policías heridos, más de mil, que civiles, un tema poco mencionado por muchos. Es momento de también rendir un reconocimiento a nuestra fuerza pública a la cual respeto profundamente, porque por el hecho que algunos con su actuar afecten el nombre de la institución, pues hay que dejar claro que ellos no la representan y debe caerles todo el peso de la ley al igual que todo ciudadano que actúe en contra de la norma.
Y es la oportunidad también para llamar la atención de aquellos mandatarios locales ausentes del paro, temerosos de afectar su ‘capital político’ al no brindar el respaldo correspondiente a la Fuerza Pública para retomar el control de los territorios y garantizar a las mayorías su seguridad y derecho a no manifestarse.
Un dato no menor, hasta la fecha se han desplegado aproximadamente 1.523 procedimientos de control de disturbios en todo el país, así como 1.109 desbloqueos de vías. Además, que nuestra Policía Nacional ha escoltado a más de 82.570 vehículos de transporte de carga.
Soy partidario de las protestas,pero pacíficas,cuando utilizan a protestantes,a quienes marchan y los «ENGAÑAN» haciendoles creer que estan luchando por una justa causa INCITANDOLOS A LA VIOLENCIA,a acabar con el patrimonio de la Ciudad y con vidas de miles de personas ya se vuelve TERRORISMO.
Por mi parte me afecta economica,laboral y psicológicamente…no me parece justo.
Es verdad hay personas que en vez de ayudar al país que sea mejor lo empeora destruyéndose vandalizando y afectando a quienes si quiere seguir luchando por el país
Seria bueno cogerlo y que caiga todo peso de la ley