RECURSOS NATURALES: UN FUTURO INCIERTO

Los recursos son esos elementos que usa el hombre para cumplir o satisfacer sus necesidades, y pueden ser humanos, culturales o naturales, siendo estos últimos los que nos atañen el día de hoy. Y son esos que encontramos inmersos en la naturaleza, cuya característica es que son esenciales a la hora de satisfacer las necesidades básicas del hombre, por ser fuente de riqueza en una explotación económica, adicionalmente que son LIMITADOS.

En nuestro país los recursos naturales son de propiedad del estado, quien los entrega a una persona para que realice su explotación. Es así como aún permanece el sistema colonial español, que en la época de las “encomiendas” utilizaban un sistema de repartición de tierras que consistía en la adjudicación gratuita de la corona a los nobles españoles residentes en el nuevo reino, con la condición de que estos explotaran económicamente las tierras, proveyeran los alimentos a las urbes, y trasladaran un porcentaje a las arcas reales, llamada regalía (nombre que aun mantenemos). A diferencia de la antigua Roma donde aquellos eran “res communi”, es decir pertenecía su uso a toda la comunidad, con excepción de los recursos que se encontraran en un territorio particular.

Ya durante el siglo pasado, empezaron a regularse con seriedad sobre los recursos naturales, empezando a castigar y apremiar los comportamientos respecto de ellos.

En la actualidad los tratados internacionales son los que rigen principalmente sobre todos los recursos naturales, así las conferencias de las naciones unidas sobre el medio ambiente, en Estocolmo y en rio de janeiro, esta última en 1992, garantizan el bienestar y la dignidad del ser humano para vivir en interrelación con el medio ambiente en general.

Es así pues, como nuestra legislación, mediante las CAR (corporaciones autónomas regionales) nos “protegen” en nuestro medio ambiente, evitando daños catastróficos por parte de la industria, cuyas producciones contamines han tenido un aumento considerable en los últimos treinta años, causando daños irreversibles en el medio ambiente.

Pero debemos ser realistas en algo, y es que esas regulaciones internacionales y nacionales, casi que son letra muerta, debido a los constantes daños en el medio ambiente por parte de la industria y los particulares en general, o por la falta de conciencia pues prevalece el dinero sobre la naturaleza, por los ejemplo dados por naciones como EEUU, principal contaminante en la industria quien no suscribió ningún acuerdo internacional de protección de aquel, por el pensamiento de creer que nuestros recursos definidos al principio son infinitos, por esto y muchas cosas más, nuestros limitados recursos naturales están corriendo un grave peligro, y si no exigimos su protección mediante la creación y el fortalecimiento de las instituciones, una  verdadera aplicación de las normas ya existentes, desligadas de intereses egoístas, nos veremos en un futuro más cercano que lejano, sufriendo consecuencias gravísimas por nuestro actuar.