Quedan tres años para salvar el planeta, alertan los que llevan las cuentas. La cuestión suena algo compleja. Son muchas las hipótesis, no hay especialistas en el tema. Todas las profesiones dan sus apreciaciones. Hace un año, nadie hablaba del virus, que detuvo el planeta tierra. Llegaron a Marte con un robot que toma muestras, no han desarrollado una aspiradora silenciosa. Contradicciones de la tecnología.
El cambio climatológico desde 2017 anunció fuertes heladas y calores intensos, los contrastes de los climas dan cuenta de lo mal que se están manejando los recursos naturales.
Estos eran los planes que se tenían para el año 2020. Veamos lo siguiente:
1. Energía: lograr que el 30% fuera energía renovable. Utilizar la fuerza del viento para producir energía eólica. Las ciudades cerca al mar y los ríos tendrán energía eólica.
2. Infraestructura: abandonar la energía combustible fósiles, en el 2050. Muchos lo dudan, otros hacen cuentas del gas y otros seguramente hablan de alcoholes carburantes.
3. Transporte: la utilización de la bicicleta será fundamental en las ciudades y para subir las lomas, cables acondicionados, como los utilizados en países montañosos.
4. Uso de la tierra: la propuesta es reducir la deforestación, cosa muy complicada por el impacto que la gente está prefiriendo muebles en madera.
5. Industria: reducir las emisiones de las fábricas, ya ni siquiera las industrias que hoy en día buscan tener sus sedes en las zonas rurales.
6. Finanzas: fomentar los llamados «bonos ecológicos» aunque en algunos países son una realidad, falta mucho para ser incorporados al fisco de muchos países tropicales.
Los 6 planes no son acordes a la realidad del mercado mundial, de las necesidades actuales y de las grandes potencias del mundo. Quedan tres años para pensar en otras formas de cuidar el planeta, antes de que se incorpore otro virus en la agenda mundial.
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