¿Qué sigue para Colombia?

Actualmente, la mitad de los colombianos se encuentra regocijado y con esperanzas sobre la toma de decisiones del gobierno electo, no obstante, la otra mitad del pueblo no mantenemos las mismas expectativas, por ello, vale la pena preguntarse ¿Qué sigue para Colombia?

La respuesta a esa pregunta, va más allá de las esferas políticas y sus dirigentes, que de alguna u otra forma han polarizado al país, es decir, se deben hacer cambios significativos en el proceder individual de los colombianos, pero ¿a qué hago referencia con esta afirmación? Es sencillo, es menester cambiar el “chip” de la población nacional en diversos aspectos, puesto que los cambios positivos de un colombiano, pueden impregnar a otros, conformando una cadena fortalecida que puede llegar a instancias sociales, económicas y políticas.

Un aspecto trascendental a dilucidar es el proceder de los colombianos, es decir, se debe realizar cambios a nivel individual en su comportamiento, que conlleven a cambiar la perspectiva entorno a situaciones de cultura ciudadana, protección y conservación del medio ambiente, emprendimiento, entre otros. Puesto que no se debe depender en un 100% de las decisiones gubernamentales, es preciso actuar, crecer y fomentar la unión entre la población, cimentada en educación y colaboración.

Es hora de un profundo cambio en Colombia, donde el construir país no debe ser tarea únicamente del gobierno entrante, sino que debe ser obra de las manos de más de 50 millones de colombianos, luchando contra la corrupción, contra el clientelismo, contra la delincuencia y demás actos negativos que se promulgan internamente, olvidando las guerras regionales e integrándonos como un solo pueblo, de no ser así, la nación continuará sumida en la pobreza, desigualdad, muerte y dolor a la que lamentablemente está acostumbrada.

Termino con la siguiente frase de mi autoría: “La unión de una nación, es el principal pilar para que ésta crezca y prospere, dado que cada persona aporta para que esto suceda”.