“El 87% de los jovenes considera que votar es una forma de ayudar a transformar y cambiar el rumbo de la nación. Esto hace de la democracia un gran camino hacia la esperanza. Por eso como sociedad debemos fortalecerla”.
Los jóvenes han hecho posibles grandes cambios a lo largo de toda la historia. Cuando se reúnen bajo criterios racionales alrededor de causas comunes, demuestran el poder que tiene la unidad y el trabajo en equipo. Por eso, la renovación de los liderazgos debe darse desde las juventudes, sus inconformidades deben convertirse en propuestas razonadas y en acciones transformadoras, y los gobiernos, las instituciones y la sociedad, deben darle apertura al protagonismo activo de esas nuevas generaciones que promueven agendas claras de gran valor como el cuidado medioambiental, la protección de los animales, la inclusión de todas las personas más allá de cualquier diferencia y el acceso equitativo a oportunidades como el estudio, el trabajo o los emprendimientos.
Una reciente encuesta sobre jóvenes realizada por la Universidad del Rosario, la firma Cifras y Conceptos y la Casa Editorial EL TIEMPO, nos revela que los jóvenes se sienten tristes, creen cada vez menos en las instituciones y para la gran mayoría su seguridad personal y su situación laboral, de salud, económica y emocional, ha empeorado en los últimos meses.
Un 74% manifiesta que la falta de empleo es el principal problema que afecta al país. Recordemos que en Colombia los jóvenes que ni estudian ni trabajan (los llamados ninis) son el 27,7% de los jóvenes (3,5 millones aproximadamente), siendo las mujeres las más afectadas por este fenómeno. Es fundamental hackear el desempleo juvenil y la deserción académica.
La pobreza (53%), los hechos de corrupción (48%), las demoras en atención a salud (43%) y la inseguridad (44%), son también problemas que los jóvenes han reconocido de manera permanente, pues en la medición realizada en enero de 2020 también figuraron estos temas junto a la desigualdad y la falta de acceso a la educación superior.
En el escenario de la protesta pacífica, no podemos ser sordos ni indiferentes frente a los reclamos justos de los jóvenes. Debemos aprovechar todo su potencial, talento y energía para construir la Colombia que queremos. Muchos de ellos quieren diálogo y acuerdos fundamentales para equilibrar las cargas tributarias, para generar empleos de calidad, para parar la violencia de todos los sectores, para universalizar la educación superior gratuita, para reducir la pobreza y para generar mayor equidad social.
El 87% considera que votar es una forma de ayudar a transformar y cambiar el rumbo de la nación. Esto hace de la democracia un gran camino hacia la esperanza. Por eso como sociedad debemos fortalecerla, valorarla y ampliarla incluyendo a los jóvenes en dos de los medios más importantes con los que cuenta la legalidad para salir adelante: educación y empleo digno.
Con los jóvenes que no quieren violencia ni ideologías, sino participación y oportunidades, hay que facilitar puentes para construir un mejor país. La invitación es a trabajar juntos por los sueños, pero sin odio, sin violencia, sin antagonismos ¡Poniendo a Colombia primero!
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