¿Qué existe dentro de ti?

“Porque de nuestros pensamientos, si no estamos sanos, salen los malos pensamientos como la envidia, la soberbia, el ser jactancioso, es más peligroso cuando un hombre expresa dichos pensamientos, que para quién lo recibe, ya que, quien lo llegara a recepcionar, tiene la opción de recibir y tomar como suyo ese pensamiento o no”


Imagínese que un día, está yendo a su jornada laboral, llegan a estar en una reunión de trabajo, se encuentran presentes, el fundador de la empresa, su jefe, sus compañeros de trabajo y usted. Usted no tiene ni idea que van a proyectar un audio de todas las cosas negativas que usted ha dicho, sobre todo de su jefe y el fundador, palabras que no tienen nada que ver con el trabajo, sino de la vida personal de estos. Utilizando palabras fuertes para referirse a estas personas y evidenciando pensamientos de envidia. O imagínese que usted está ganando un premio al mejor colaborador dentro de su empresa, y proyectan delante de todos los asistentes la forma en cómo usted, durante toda su vida trató a las personas, sobre todo haciendo énfasis, en las veces que usted juzgó, gritó, humilló, traicionó, envidió y dañó. Pero usted, considera ser “una buena persona y considera que esa distinción se la merece”. Por tanto, pregunto ¿Qué es ser buena persona?

Existe una explicación para todo, ya que cada ser humano, en su proceso evolutivo, está compuesto por temperamento y carácter, pero el carácter es lo que se va formando con el aspecto ambiental donde habita dicho humano. Quiere decir que, si esta persona guarda situaciones no resueltas en su ser, en sus pensamientos, va a desarrollar conductas no sanas, desde la intención de lo que expresa, hasta los actos que realiza.

Si seguimos bajo la ilación de este contexto, podemos hablar de la neuropsicología de las emociones, donde existen estudios científicos, donde comprueban que, la emoción es una reacción biológica, ante la apreciación de un objeto cuya carga emocional dispara la emoción en el individuo. Por tanto, nuestras emociones, pensamientos y nuestro sentir, están estrechamente ligados a nuestro cerebro, nuestro comportamiento y lo que somos.

Por tanto, ¿Cómo una persona sana, feliz y en paz podría juzgar o expresar opiniones negativas hacia la otra persona?

Ante la sociedad, estamos acostumbrados a tomar una posición de jueces, médicos y psicólogos en la vida de las otras personas, pero nos cuesta mucho examinar nuestra propia vida, hablamos del porqué, una persona no perdona a la otra, cuando nosotros no podemos o nos cuesta mucho perdonar, murmuramos sobre la forma de vestir de un grupo de personas, pero  no somos capaces de ver cómo nos expresamos o nos demostramos, nos jactamos de todo lo que tenemos, pero no somos capaces de ser empáticos con quien no tiene y  añadido a ello, expresamos lo que somos.

Porque de nuestros pensamientos, si no estamos sanos, salen los malos pensamientos como la envidia, la soberbia, el ser jactancioso.

Por tanto, es más peligroso cuando un hombre expresa dichos pensamientos, que para quién lo recibe, ya que, quien lo llegara a recepcionar, tiene la opción de recibir y tomar como suyo ese pensamiento o no. Una persona sana y en paz, conoce que su corazón y su vida debe cuidar, no solo por “moral”, sino por salud emocional y mental, sabiendo que si recepcionamos lo negativo, estoy afirmando y aceptando que eso soy.

Entonces, en vez de juzgar, hasta el comportamiento de un niño, ¿Por qué no colabora y trabaja primero en usted? La sabiduría es una de las virtudes que el tiene el ser humano y no la práctica, a pesar de que hoy en día, está demostrado científicamente que es una variable medible.

Por tanto, si hoy fuera su último día de vida, ¿Le gustaría seguir cargando todo ese peso o es mejor soltar? La vida es un regalo y ni el dinero, ni la fama ni mucho menos lo material, compra la felicidad, por que la felicidad y la paz, no se compran, el ser humano ya lo tiene, pero muchas veces este proceso de encontrarla se nos vuelve muy difícil, por que para sanar cosas, debemos recordarlas para dejar ir.

Perdone, ame, ría, no juzgue, no critique, dedíquese usted a mejorar, a reconocer sus errores y viva una vida en paz, no por “el que dirán”, sino por su salud. Si de verdad se quiere, hágalo por usted.

Katherine Elvira Llanca Rodriguez

Psicóloga, Cristiana, especialista en psicología criminal, con estudios en neuro psicoeducación, arte terapia creativa comunitaria, estudiante de maestría en intervención psicológica del desarrollo y la educación, conferencista nacional e internacional, reconocida a nivel nacional e internacional, con experiencia en el ámbito clínico-social y neuro psicoeducativo.

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