El próximo 17 de junio los colombianos elegiremos a nuestro nuevo presidente en segunda vuelta. Sin duda el proceso electoral en este 2018 ha sido muy diferente al resto: primero, la paz ha cambiado el panorama de la seguridad en muchas regiones y por tanto las elecciones se han desarrollado en calma; y segundo, se registraron participaciones históricas que representan un triunfo frente a la abstención. Sin embargo, lo que no parece cambiar son los modelos políticos y de país. Por esto, si usted no ha decidido su voto, amablemente lo invito a que se haga dos preguntas y busque las respuestas en el actual contexto.
1) ¿En cuál de los dos posibles gobiernos existiría un mayor equilibrio de poderes?
En el libro El Espíritu de las Leyes el Barón de Montesquieu formuló las bases teóricas para entender el equilibrio y separación de los poderes, cuyo objetivo no es otro que evitar la concentración del poder en un único actor. Esto es, evitar la tiranía y posibilitar la existencia de mecanismos de control político. La existencia de la separación y el equilibrio entre el poder ejecutivo, legislativo y judicial evita que intereses particulares se impongan en la democracia yendo en contra de la libertad de las personas.
Así entonces, el equilibrio en una democracia es fundamental, pues nos permite superar la política como la “cosa de uno solo” a la “cosa de todos”. Además, el ideal del equilibrio del poder no es solo que exista entre las instituciones, sino también en los territorios, que haya una armonía entre los departamentos y los municipios. Por ejemplo: entre Chocó, Cauca, Nariño, La Guajira y Antioquia, Cundinamarca, Atlántico, Risaralda y Quindío.
En este orden de ideas, es necesario tener en cuenta que “cuando el partido del presidente es mayoritario en el congreso, se empieza a borrar la separación de poderes”. Y por otro lado, que el equilibrio no puede quedarse en un asunto jurídico, contenido en las normas que sostienen las separación del ejecutivo, legislativo y judicial. Resulta que el equilibrio de poderes inicia en las elecciones, es decir que como ciudadanos podemos empezar a realizar control político con nuestro voto.
2) ¿En cuál de los dos posibles gobiernos el Estado colombiano tendría mayor capacidad?
Las capacidades de los Estados se entienden a partir del grado o nivel en que los gobiernos controlan los recursos, actividades y poblaciones. A mayor control hay una mayor capacidad del Estado para suministrar los servicios sociales básicos como: salud, educación vivienda, transporte, infraestructura, administración de bienes públicos y el control de la violencia. No obstante, dicho control debe ir de la mano del equilibrio de poderes, pues sin éste, hay un gran riesgo que por “razones de Estado” se terminen violando las libertades de los ciudadanos.
Con todo, un Estado de alta capacidad es aquel en el que hay un equilibrio de poderes, donde existe el control político y donde se garantizan los servicios sociales a todos. Unas instituciones fuertes garantizan el acceso a la educación de calidad, integran a la sociedad, recaudan suficientes impuestos y resuelven conflictos a través de los mecanismos jurídicos, al tiempo que se estimulan los flujos de capitales, las inversiones y la redistribución de la riqueza.
Las respuestas a estas preguntas las encuentra usted. Tenga en cuenta que la verdad se construye mediante la observación, el razonamiento y la discusión, no por causas emocionales, miedos y cadenas mentirosas que se difunden por redes sociales. Como politólogo sé que desde el marketing se busca influir en las emociones del electorado. Sin embargo, creo que la política no debe ser el miedo y las causas ocultas, creo en la argumentación, la lógica y la verificación, creo en la democracia y en un Estado social de derecho. Que el voto no sea por miedo. Que el voto sea por nuestro propio entendimiento, por el uso público de la razón.