La Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, a la que con impiedad bien ganada la conocemos como de «Absoluciones», tiene ahora mismo una de esas oportunidades de lucirse y de medio congraciarse con la opinión pública nacional que no le cree, y que cree que ha sido fiel a la misión de los políticos de encubrirse, taparse y salir todos airosos y ganadores. Esa oportunidad es de oro, y si acaso es una entre mil, y es la de Acusar ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ) al soberbio, petulante, desafiante y vulgar Fiscal General de la Nación Francisco Barbosa.

Los adjetivos calificativos, bien ganados, sobra argumentarlos pues a todos nos quedó claro que, tal vez por haber anunciado que «haría la mejor fiscalía que pudiera conocer Colombia», por haberse formado a menor edad que cualquiera de sus antecesores, y por haber sido padre antes que Fiscal, no podría ser cuestionado por nadie.

El sujeto de enviar acusado a la CSJ, es el mismo al que le pareció mucha gracia amenazar con llamar a indagatoria a la alcaldesa Claudia López por estar de compras con su pareja la parlamentaria Angélica Lozano en el principio de las restricciones por el COVID-19. Esa página la pasó inteligente y humildemente la Senadora pidiéndole perdón a los colombianos y recibiendo con decoro el respectivo comparendo.

Pide Vicky Dávila en el cierre de su última columna en Semana, que con  la menor hija del Fiscal no se meta nadie, y nadie lo va a hacer. Yo no sé qué edad pueda tener la niña, no sé si lea esta columna y si esté en capacidad de procesar el mensaje, pero alguien tiene que decirle a ella que:

  1. El poder, no es pa’ Poder. El poder, que es tan efímero como esa regular buena primera impresión que nos causó su padre cuando de la mano del Presidente Duque, salió del anonimato; es un momentico que de repente puede parecer eterno, y que no lo resulta siendo. El poder es una oportunidad que la vida da para hacer algo positivo por la sociedad y de esculpir el nombre en una placa con logros altruistas. Dudo que su papá lo consiga, a menos que ordene hacerlo con cargo a recursos públicos, pero jamás con reconocimiento sincero de los colombianos.
  2. Sí, estamos en pandemia, estamos restringidos para movilizarnos. Los menores de edad y los mayores de 70 años tienen ampliadas las restricciones. Esas restricciones aplican a los colombianos y residentes en el país, y ser hija del Fiscal no la blinda por sí sola, ni tampoco a su amiga. Si acaso, las blinda porque su papá violó normas y protocolos que muy probablemente él deba investigar cuando otros colombianos las violen. Ansioso esperaré cómo y con qué  autoridad lo hará.

Cero y van dos, Presidente Duque, dos detalles que aunque no logran hacerme arrepentir de haber votado por usted (hoy lo volvería a hacer),  me dejan sin discurso para defenderlo: el primero fue el de traer escondido al fugitivo Andrés Felipe Arias, y ésta, la de hacer Fiscal General de la Nación a Francisco Barbosa. Ahí, aquella frase de campaña «el que la hace la paga», queda demostrado, fue eso, frase de campaña…y bien engañosa.

Yo creo que en la Comisión de Acusaciones hay políticos con todos los defectos y atributos que la profesión demande, pero lo que sí no creo, es que hayan bruticos, y que no evalúen los comentarios en redes sociales y de casi todos los columnistas reconocidos para concluir que es la oportunidad perfecta para lucirse y de pronto librar a Colombia de este Fiscal, pues como va, conseguirá que terminemos añorando a Luis Eduardo Montealegre.

Y cambiando de tema, y volviendo a lo mismo como dice mi amigo en entrerrieño César Zapata, me huele que las medidas de este Fiscal contra el Gobernador Aníbal Gaviria Correa terminarán siendo un oso, muy de la personalidad de Barbosa. Y sí que me alegraría por ese buen gobernante que tenemos los antioqueños.