Muy respetables y sin ánimo de polemizar de nuevo, evidencio que en muchas presentaciones de esa maravillosa idea de POLITIPEDIA presentado por Diego Alejandro Casas Ramírez, miembro del Comité Directivo de Al poniente, algunos candidatos (afortunadamente para nuestra democracia no son todos) están cayendo en la Oda a la Demagogia.
La oportunidad que está brindando Al Poniente a cualquier candidato sin importar su partido político de dar a conocer los perfiles y en especial sus ideas o propuestas, facilita no solo al Constituyente Primario el insumo que requiere para votar, sino que le da la posibilidad de escoger porque no, un aspirante al Congreso que de verdad propenda en la búsqueda del camino para construir una mejor sociedad y democracia en Colombia. Alcanzar el objetivo es el ideal, pero sin demagogia.
Es claro que la inmediatez del internet y la posibilidad de divulgar un planteamiento claro, muchas veces dificulta la transmisión del mensaje como debería ser, pero esto no debe ser la excusa para caer en el facilismo y prometer a través de la retórica y la desinformación propuestas inalcanzables.
Cada campaña goza de su propia especificidad y sólo será perceptible si los candidatos de manera clara y con un lenguaje sencillo pero comprensible, cautiven a sus electores con la verdad, la razón y con propuestas creíbles y alcanzables.
La Oda a la Demagogia no debe prevalecer o existir en el candidato y menos la compra de líderes o comunidades a través de útiles escolares (tan de moda por esta época) y menos con regalos.
Hoy en día es muy fácil que un candidato caiga o sea víctima del auge de las nuevas tecnologías. Cualquier persona a través de un celular puede registrar una propuesta o acto que se vuelve viral por un mal proceder y lo lleve a un pabellón conocido en el argot político como el de los ‘quemados’.
Comulgar con las formulas pretéritas que llevan a muchos candidatos a caer en la Oda a la Demagogia o proceder con mañas donde el ‘todo se vale’ con tal de ser electo, deben ser denunciadas sin rubor alguno.
Merece eso si un aplauso para todos aquellos candidatos que con un discurso coherente, de frente con la verdad, sin asumir compromisos difíciles de cumplir que lo impliquen en su dignidad y valores, alcance en franca lid el objetivo de ser elegido.
Aún prevalece en la mente de muchos constituyentes primarios la idea de que los políticos son tan solo unos oportunistas que surgen intempestivamente solo al momento de buscar votos para ser elegidos. Cambiar esta imagen debería ser el reto de todos los candidatos.
Quizás muchos políticos del pasado hayan malcriado a comunidades enteras a través de dádivas y Odas a la Demagogia. Que sea esta la oportunidad entonces de castigar al mañoso o premiar aquellos que llegan con buenas propuestas, porque de verdad y para beneficio de nuestra democracia, sí los hay. Sin tomar partido aún ni evidenciar mi pública preferencia por candidato alguno, estoy seguro que muy pronto encontraré a través de POLITIPEDIA un candidato al Congreso que me cautive por su ingeniosa y novedosa propuesta.