NUESTRO RECLAMO A LA HUMANIDAD

El poema se llama soñando a solas y es nuestro reclamo a la humanidad.

 “No seamos tontos, no vivamos el afán de una vida tranquila y trastornada, las vidas felices son planas con pureza,  es por eso que no se ha conocido en el mundo alguna de tal modo, el oleaje somos en sentimientos y deseos, humanizados fuimos al antojo del poder,  ahora, ni librarnos sabemos si podremos;  pero aún en esta instancia, Somos pasión y fuego vivo, creamos vías y edificios, ciudades fantasmas conectamos, forjamos monstruos de acero y cortamos árboles, al final, la premisa más cierta; nos multiplicamos.

 Cuando no hay espacio entre nosotros nos matamos, Culpamos individuos por los hechos, ¡HUMANIDAD!,  fuiste tú,  nosotros, quien inventaste la ciudad y la provincia, el país, el continente, el mundo; el pueblo, La parcela, la hacienda, la unidad, la tribu.  ¿Si deseabas darle orden a tu ser por qué no sumergiste mil puñales en tu piel?,  ¿O te ahorcaste en vano en el infierno cruel?; ¿Por qué no discerniste ficción de realidad?,  ¡HUMANIDAD!,  ¿No ves que solo de un juego se trataba?

Solo éramos algunas historias diferentes, escritas desde la miel inteligente del deseo, de tu misma, de nosotros, ¡HUMANIDAD!, el lamento de tus hijos no escuchado resuena fuerte en tus oídos insensatos; más has creado tantos libros, perfumes, has escrito tantas obras de teatro, has tocado el mundo con el arte,  ¡HUMANIDAD!, que bella eres, cuanto me dueles humanidad. No me despiertes del sueño eterno de vivir insensatamente, tú, delirio, me has transformado en tú nueva e indiferente historia, sin embargo, me has obligado a  soñarte a solas.”

–Steven Jiménez (SJ): Cuéntenos un poco acerca de su  vida Oscar. ¿Qué hace usted para sobrevivir, en que trabaja?

–Oscar Mauricio (OM): “Yo reciclo. Más o menos en el día me gano ocho, diez, quince mil pesos; más que todo yo trabajo para esto, para sostener mi vicio, si me entiende, para no tener que pedir a nadie, para no tener que robar, para mi comida.”

-SJ: ¿Cuál considera  que es su hogar en el mundo?

–OM: “Hace 18 años que me abrí yo de la casa, de la Estrella, yo tengo familia, tengo hermanas, tengo hermanos, solo que yo desde que cogí este vicio (Bazuco) me salí para la calle; me dio muy duro quince o veinte días, porque no hay como uno estar en la cama, la comida al orden del día, su baño, si me entiende, a uno en la calle, que como se dice:  “dónde lo coja la noche duerme uno”; pero yo tengo mi cambuche gracias a Dios, y yo me baño por la noche, si me entiende, y ya para la comida  yo guardo cuatro o cinco mil pesitos, me compro una gaseosa litro y cuarto, un pan, media barra de salchichón  y listo.”

-SJ: ¿Qué es lo que más le duele del mundo, de esta ciudad?

–OM: “Que lo ignoren a uno, o que lo dejen con el saludo en la boca  como ha hecho mucha gente, a uno lo tratan mal, uno lleva mucho del bulto en la calle, a veces hay gente que se enamora de uno y lo insultan  y todo, pero yo soy de esas personas que; a  ver ome, yo les voy a decir una cosa a ustedes muchachos:  yo no me considero gamín, si me entiende, gamín, ¿sabe quién es gamín?, los que están en el centro, si me entiende, ellos si son gamínes; yo no me considero gamín, yo tengo mis cinco sentidos, si me entiende.”

-SJ: Y en relación a lo que diariamente le rodea. ¿Qué piensa de la universidad?, ¿Cree que la universidad desempeña o debería desempeñar un papel en la sociedad?

-OM: “Si debería ser parte de la sociedad, que rico entrar uno  y todo el mundo ahí, y estudiar en una universidad, muy rico a mí me gustaría.”

-Andrés, otro poeta callejero pregunta: ¿Qué es lo que más le duele a usted de vivir así?,  ¿Qué es lo que más le aflige a usted?

-OM: “ La soledad, si  la soledad, porque digamos yo, ustedes cuando siempre me ven, me ven solo, yo siempre ando solo, como le dije yo en estos días a él que me puse a llorar (señala al poeta); yo me sentía muy solo  pero, yo esta vida la tengo que vivir porque yo me la busqué”

– SJ: ¿Qué quiere  decir por último, qué quisiera decirle a las personas que normalmente no les puede  hablar, o a las que normalmente no le quieren escuchar?

OM: “Lo único que les puedo decir, es que en esta vida todos somos seres humanos, nadie es más que nadie, que porque nosotros vivamos así, esta es la forma de vida de nosotros; nadie nos puede obligar a dejar esta vida, esta es la vida de nosotros y es gente hasta ignorante ome, que lo ven a uno como poca cosa y eso no es así.”

Las historias se conectan aunque pretendamos ignorarlas; Oscar Mauricio también es un ciudadano de Medellín, muchas de las mañanas en las cuales ingreso a la universidad por la portería de la regional, estira su mano derecha y saluda desde lejos con su dedo pulgar hacia arriba y el resto doblados, indicándome que todo está bien mientras su sonrisa trasmite a mi ser tranquilidad, su palabras también tienen algo que decir; como los poemas de Raúl Gómez Jattin, quien murió en estado de indigencia atropellado  por un bus el 22 de mayo de 1997 en la ciudad de Cartagena (o víctima del suicidio), otro artista ignorado por el pueblo. Hombres ‘invisibilizados’ que gritan desde sus lágrimas, letras y voces en el silencio, o el papel, por la mirada digna y llena de amor de aquellos que también son seres humanos como ellos.