No se vive de aplausos

Al ver que los espacios para el arte están en decadencia, al sufrir la amenaza latente de actores armados y ver que los artistas padecen una ausencia de condiciones económicas mínimas, me gustaría preguntar ¿de cuál ciudad de artistas nos hablan?


Bello, cuna de sicarios[1] fue la lapidaria frase que la población bellanita acuñó para describir la oleada violenta que vivían en la década de los ochentas donde la economía en decadencia[2] y la crisis social auspició un auge de la delincuencia que le costó la vida a 396 personas en solo un año[3]. La respuesta de los sectores culturales fue una luz de esperanza, organizaciones como Rearte[4] con su apuesta de intervención artística en los barrios de Bello reivindicaron la necesidad de espacios culturales[5], de garantizar la calidad de vida de los bellanitas y del arte como una respuesta social a la violencia;  ante la macartizaciòn, acuñaron la frase Bello, ciudad de artistas como expresión de la gran riqueza cultural del municipio y como un testimonio de resistencia que perdura hasta hoy.

La frase Bello, ciudad de artistas en la actualidad parece un slogan en decadencia, para sustentar esto describiré el estado de tres apuestas de los gestores culturales que desde los ochentas buscaban convertir la ciudad en una potencia cultural. La democratización de los recursos económicos, las garantías en materia social y las condiciones de seguridad para quienes ejercen el arte son una deuda con el sector que se mantiene.

Al examinar la situación de inversión económica en cultura es clara la descomposición de las condiciones de vida del sector, se tiene que en el municipio unas grandes empresas logísticas tienen acceso directo a recursos financieros provenientes del erario que les permiten vivir cómodamente; mientras que una gran cantidad de artistas se encuentran luchando por sobrevivir en un terreno cada vez más agreste[6] en tanto enarbolan la consigna que las finanzas públicas se ejecuten:

“sin tercerizar los recursos y menos con entidades ajenas a la ciudad que deciden pagar a los artistas en plazos superiores a 60 días”[7]

Acorde a ejercicios investigativos, en materia social el panorama es igual de difícil el 68%[8] de los artistas bellanitas no tienen casa propia, siendo igual de diciente que el 48%[9] de quienes hacen parte de la ciudad de los artistas, viva en arriendo. Termina siendo paradójico si se tiene en cuenta que el municipio de Bello es considerado el “epicentro ideal para la inversión inmobiliaria”[10], materializando una situación incoherente, el territorio posee una gran cantidad de casas sin gente y a la par una gran cantidad de gente sin casa.

En términos de estabilidad económica, dos sombras se tienden en el horizonte, la primera los cultores encuestados plantearon que más de la mitad de ellos (50.08%) no lograban con sus recursos llegar al salario mínimo mensual, por lo que sus condiciones de vida actuales son complejas, a la par que un 52% no cotiza a pensión haciendo su futuro igual de incierto. Ante esta inestabilidad económica, una de las dificultades que enfrenta el gremio consiste en que son el núcleo de la ciudad de los artistas; pero no hay una preocupación para permitirles que sigan creando en condiciones dignas, ni un interés para remunerar su saber de forma apropiada.

Finalmente resulta preocupante, que a la par que las condiciones sociales para la vida digna no están dadas, la mera subsistencia de los artistas callejeros se ve amenazada por los actores armados, dos denuncias en los últimos dos años de presunta cercanía de bandas delincuenciales con funcionarios de espacio público[11] muestran que en Bello los artistas se juegan la vida a cada paso, todo por amor a sus sueños.

Al ver que los espacios para el arte están en decadencia, al sufrir la amenaza latente de actores armados y ver que los artistas padecen una ausencia de condiciones económicas mínimas, me gustaría preguntar ¿de cuál ciudad de artistas nos hablan?


[1] Muñoz, Ó. A. P., Correa, S. A. V., Marín, H. A. D., & Ardila, C. E. Política Pública de Cultura para Bello. afirmaciòn visible en la página 24 disponible aquí http://intranet.bello.gov.co:8081/intranet/start/sig/procesos/estrategicos/direccionamiento%20estrategico/registros/administracion%20Central/politicas%20publicas/politica%20publica%20de%20cultura.pdf

[2] Luz Gabriela Arango. Mujer, Religión e Industria. Fabricato 1923-1982. U Externado de Colombia Y U de Antioquia, 1991. P 36

[3] Valencia Montoya, Nubia. (2008) Jóvenes y muerte una relación dramática y traumática. Huellas de ciudad. Revista del centro de historia de Bello. Año VIII Nº 10. 31-32

[4] Castro, Luis El movimiento Cultural del Municipio de Bello, una experiencia ciudadana 1989-1998, Clacso 2001, disponible aquí http://biblioteca.clacso.edu.ar/Colombia/iep-udea/20160218024840/atehortua_castro.pdf

[5] El movimiento cultural del municipio de Bello: una experiencia de ciudadanía. 1989-1998, Atehortúa Castro, Luis Alfredo

[6] Burke, P. (1972). El renacimiento italiano. Madrid: Alianza.

[7] https://www.elcolombiano.com/cultura/teatreros-de-bello-protestaron-frente-a-la-alcaldia-en-rechazo-a-la-baja-financiacion-de-la-cultura-ME17200682

[8] Encuesta virtual realizada a integrantes de Quimbaya uhuru, T asombro, Galeon, Rostro de Madera y artistas callejeros, disponible aquí https://docs.google.com/forms/d/1dKIsWR-D5PaVX8-S0l_rkLc_FJfDrIG6rRp1hyXSNkY

[9] Ibídem

[10] Bello (Antioquia) se consolida como epicentro de inversiones inmobiliarias en Colombia, disponible aquí https://www.valoraanalitik.com/2021/07/09/bello-antioquia-se-consolida-como-epicentro-de-inversiones-inmobiliarias-en-colombia/

[11] https://www.facebook.com/photo/?fbid=2802930246668103&set=a.1388748724752936

Jeison Esteban Tabares Álvarez

Soy un Defensor de derechos humanos residente en el municipio de Bello, activista en el colectivo Lazos de Libertad y apasionado por lo que sucede en mi ciudad.

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