“Girardota, un municipio metropolitano con gran dinamismo industrial, sobre todo en el sector manufacturero, y que se proyecta además como un gran centro agroindustrial del norte del Valle de Aburrá, tiene un gran activo en su capital humano; algo así como un bono demográfico o un pasaporte de un presente potencial a un futuro promisorio”.
El 29,9% de la población en Girardota, tiene entre 15 y 29 años. Los que tienen entre 0 y 29 años representan el 44,30%; casi la mitad de su gente. Esto quiere decir que un municipio metropolitano con gran dinamismo industrial, sobre todo en el sector manufacturero, y que se proyecta además como un gran centro agroindustrial del norte del Valle de Aburrá, tiene un gran activo en su capital humano; algo así como un bono demográfico o un pasaporte de un presente potencial a un futuro promisorio.
Estas condiciones representan una oportunidad, pero también el reto inmenso de reconocer la juventud, orientarla hacia proyectos de vida conscientes, y rodearla de oportunidades legales de progreso a través de educación de calidad, deportes y cultura, asesorías y créditos a sus emprendimientos, participación ciudadana y garantías institucionales para el desarrollo de sus capacidades. Si no es el Estado junto a las empresas y a las organizaciones civiles organizadas las que acompañen a sus juventudes, serán los actores ilegales los que se aprovechen de su efervescencia y búsqueda de destinos.
En Girardota, tenemos en Diego Agudelo un Alcalde joven que ha hecho su camino a través de la educación, la participación democrática y un trabajo en equipo caracterizado por la combinación de experiencia y juventud, tradición de los valores sociales y vanguardismo en la forma de gobernar y resolver los problemas. Hemos elegido un Concejo Municipal con una representación juvenil importante que se ha forjado en escenarios de liderazgo estudiantil y comunitario. Se ha conformado un gabinete municipal con personas de gran trayectoria, pero también se la ha dado espacio a nuevos rostros que le imprimen dinamismo y renovación a la manera de administrar junto a la gente.
Desde la oficina de la juventud, adscrita a la Secretaría de Salud, Protección Social y Participación Ciudadana, su actual coordinador Daniel Alejandro Mesa, ha emprendido un gran proyecto a favor de las juventudes con el fin de visibilizarlas, empoderarlas y fortalecer en ellas el espíritu de servicio y solidaridad que tanto bien le hace en estos tiempos a nuestra sociedad.
A esta voluntad de la administración municipal, se suman iniciativas que han surgido desde las mismas bases ciudadanas, como es el caso del movimiento Por la Gente Somos Más del que participo como uno de sus fundadores y actual coordinador. Allí, junto a un gran equipo de jóvenes y profesionales de Girardota, Medellín y Barbosa (y próximamente otros territorios), venimos aportando a la transformación social mediante la educación en capacidades humanas, formando a niños y jóvenes y realizando acciones afirmativas por el medio ambiente.
Hace poco conocí otro proyecto que se está gestando desde el liderazgo de esas nuevas juventudes inquietas por servir y pasar de la crítica a la movilización pacífica y a las propuestas constructivas. Se llama Por Amor y tiene precisamente al amor como base de todas sus acciones. Como éste, se que hay muchos otros movimientos que en buenahora están surgiendo en Girardota y todo el país para hacer de los jóvenes agentes del cambio.
La invitación es a unirnos a este gran movimiento joven, a ser protagonistas de la transformación aquí y ahora y a promover que también la empresa privada se una a este despertar y hagamos sinergia bajo un mismo propósito: avanzar hacia sociedades más conscientes de su responsabilidad con los otros, con el medio ambiente y con el futuro de las próximas generaciones.
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