De la esclavitud a la estigmatización

“La historia no ha cambiado para nuestros hermanos indígenas, simplemente la repiten como una eterna condena”


El pasado lunes 12 de octubre, fue un día festivo en Colombia, se celebraba el día de la raza, que coincide con la conmemoración del descubrimiento de américa que fue el 12 de octubre de 1492. Más sin embargo, fue hasta 1525 cuando los españoles comenzaron el proceso de colonización en Colombia, que fue lo que llevó a que se convirtiera en una colonia integrada en el imperio español. Anteriormente se venían presentando unos pequeños asentamientos de las colonias españolas en territorio colombiano sin mayores éxitos, esos asentamientos se venían presentando desde 1499, cuando el navegante español Alonso de Ojeda llegó a las costas del norte de Colombia, exactamente al cabo de la vela acompañado de Américo Vespucio quien nombraría la tierra firme con el actual nombre (Colombia) en honor a Cristóbal Colón. En 1501 Rodrigo de Bastidas otro conquistador español, recorrió la costa entre la Guajira y Cartagena y descubrió el río Magdalena. De esta manera, empezó y se desarrolló la conquista por parte de los españoles en Colombia, conquista que duró hasta 1550, cuando se fundaron las últimas grandes ciudades del país. Esto que llaman con el eufemismo de “conquista”, es realmente la toma, el apoderamiento, el desplazamiento y el despojo a sangre y fuego de tierras ocupadas por quienes habitaban este lugar desde tiempos inmemorables: nuestros antepasados indígenas. La diversidad de tribus indígenas que convivían en territorio colombiano y en general en américa, es realmente numérico, y esto lo vemos evidenciado hoy en la cantidad de tribus indígenas que aún sobreviven en diferentes zonas del país.

Las principales tribus indígenas que aún sobreviven en Colombia son: Arhuaco, Wayuu, Kogui, Embera, Guanbianos, Pasto, Ticuna entre otras. Hoy, después de más de cinco siglos de que nuestros antepasados indígenas hayan sido esclavizados, masacrados, ultrajados, violados y violentados por ejércitos dirigidos por déspotas extranjeros con ambiciones maliciosas, y después de más de dos siglos de habernos liberado por completo del yugo español, las condiciones de las pocas tribus indígenas que aún sobreviven en Colombia, repiten su dolorosa historia, al ser nueva y continuamente víctimas de los grandes empresarios aliados con los gobiernos tiranos de Colombia, que siguen mandando a sus ejércitos reclutados para que nuevamente estas tribus indígenas que se niegan a desaparecer aferrándose a su existencia, sean re victimizadas, esclavizadas, masacradas, ultrajadas, violadas, violentadas, y despojadas.

Desde el pasado jueves salieron cerca de 5.000 indígenas desde Cali hasta la capital del país, donde insistirán en reunirse con el presidente Iván Duque. El pasado lunes 12 y martes 13 de octubre, los dirigentes indígenas se levantaron de la mesa de diálogos ante la no presencia o inasistencia de Iván Duque, que por supuesto causó inconformidad y disgusto entre las comunidades indígenas que quedaron plantadas, y ante gran parte del pueblo colombiano que apoyamos las causas de la minga y la movilización indígena. Después de reunirse con delegados de la gobernadora del valle del cauca, Clara Luz Roldán, en la que ambas partes se comprometieron a respetar la institucionalidad y las medidas de bioseguridad implementadas por la pandemia del Covid-19, la movilización indígena arribo al coliseo del pueblo al sur de la ciudad. Después de esto, los representantes indígenas se dirigieron al centro cultural de Cali, en donde se reunieron con las personas enviadas por el Gobierno Nacional, encabezado por Alicia Arango, ministra del interior; y Jorge Iván Ospina, alcalde de la ciudad de Cali. Después de mostrar su inconformismo por la ausencia del presidente Iván duque, los dirigentes indígenas expusieron los principales motivos de la movilización y la minga indígena en 2020: primero, proteger sus vidas, ya que en dos años han sido asesinados 167 líderes. Segundo, cada vez tienen menos tierras, gracias a los despojos y desplazamientos por la guerra que los azota por la ausencia y la desprotección del estado en sus territorios. Y tercero, por la paz, ya que este gobierno, puso en riesgo la paz, al incumplir lo pactado en los acuerdos firmados con la guerrilla de las Farc. Y también buscan respuesta sobre planes relacionados con reemplazo de cultivos ilícitos. Al insistir en reunirse con el presidente Iván Duque, los indígenas se dirigen a la ciudad de Bogotá, haciendo paradas en armenia, Ibagué, Fusagasugá y Soacha donde se llevarán a cabo marchas totalmente pacíficas. La intención del viaje y la movilización de los indígenas a Bogotá, es sentarse a dialogar con el presidente, de no ser posible, los indígenas están dispuestos a esperar en la ciudad de Bogotá, a la intemperie, a que el gobierno les dé alguna respuesta y solución.  Los indígenas también señalaron que en caso de que el presidente Duque no los atienda en Bogotá, no descartan la posibilidad de tomar acciones de hecho en la vía panamericana, como los bloqueos del año pasado que se extendieron por 25 días.

A este capítulo se suma la polémica creada por el gobierno distrital de Claudia López, que insiste en que el Gobierno Nacional es el que tiene la responsabilidad de recibir y encargarse del recibimiento de los indígenas ya que no quiso el presidente ir hasta el Valle del Cauca a dialogar con ellos. La alcaldesa de Bogotá también criticó la actitud tomada por el presidente al negarse a ir hasta las comunidades indígenas. Y como si fuera poco, a esto se le aumenta la estigmatización y repulsión por parte del expresidente Álvaro Uribe, que mediante su cuenta de Twitter, manifestó su inconformismo y rechazo a la movilización indígena estigmatizándolos y cuestionando las intenciones de la minga indígena acusándola de tener pretensiones políticas: “la toma socialista utiliza los derechos de la democracia, los derechos humanos, el derecho a la protesta, la libertad de expresión para defender sus acciones violentas y negar esos derechos a quienes señalan como sus enemigos”, esto no es más que una demostración de cómo la clase política tradicional de este país, ve a las comunidades indígenas, y como las trata y las estigmatiza, acusándolas de una forma tan vil y fría, como si aún estuvieran en los tiempos de la colonia. y de ñapa, cabe agregar acá, la estigmatización y rechazo hacia esta parte de la población, por parte de los ciudadanos de a pie, los del común, y los usuarios de las redes sociales, normalmente seguidores y defensores de los políticos que gobiernan este país, y que les lavan el cerebro a quienes ciegamente los siguen,

Ante este panorama, y esta actual situación, situación que se ha venido repitiendo cada año, con cada gobierno de turno, situación que se repite por segunda vez en este gobierno,  podemos darnos cuenta del evidente desprecio y desprestigio por parte de este y los anteriores gobiernos colombianos hacia las comunidades indígenas, hundidas en el olvido y el abandono estatal; hoy y durante todos estos años de república independiente, las diferentes tribus indígenas se han resistido a dejarse vencer por estos gobiernos entre comillas “democráticos” que son el vivo reemplazo de los representantes y virreyes españoles que algún día les declararon la guerra a las ancestrales comunidades indígenas dueñas de estas tierras; los ataques de discriminación que sufren hoy los indígenas, no son muy diferentes a los que sufrían los indígenas en el siglo 16, la historia no ha cambiado para nuestros hermanos indígenas, simplemente la repiten como una eterna condena, pero es la valentía y la gallardía de estos pueblos y comunidades indígenas, la que hasta el día de hoy, después de más de quinientos años de esclavitud e intento de exterminio, los tienen aun de pie haciéndoles frente a estos corruptos gobiernos que los quieren exterminar.

Hoy no podemos hacer más que apoyar esta causa indígena, comprendiendo su problemática y acompañándolos ejerciendo nuestro derecho a la protesta y la manifestación pacífica, que es nuestro único medio democrático para exigir el cumplimiento de su derechos y nuestros derechos constitucionales.

Leonardo Sierra

Soy bogotano, me gusta leer, amante del arte, la literatura, y la música. creo en el cambio, así que propongo cambios para esta sociedad colombiana en la que vivo, creo en la paz, la reconciliación y el perdón. respeto y defiendo toda clase de libertad y expresión.

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