Mijaíl Gorbachov y América Latina

El pasado 30 de agosto falleció el expresidente ruso  Mijaíl Gorbachov (1931-2022), quien fue protagonista importante de la ruina del comunismo en Europa, con su programa sobre la Perestroika en 1985, en donde reconoció que la dogmática marxista no tenía soluciones universales, contrario a lo que han planteado los seguidores de esa corriente; de ahí que Gorbachov al reconocer el fracaso de la economía centralizada, pretendió copiar al gobernante chino Den Xiao Ping, quien  hacía algunos años estaba impulsando la economía de mercado en el país asiático: algo que no se pudo llevar a cabo en la URSS por  las contradicciones al interior del Kremlin.

El poeta Julio Flórez, decía: “Todo nos llega tarde….. ¡Hasta la muerte!”, demostrándose que ante el fallecimiento de Mijaíl Gorbachov, Latinoamérica no ha  asimilado todavía la caída del comunismo en Europa que ocurrió hace más de 3 décadas, y es por eso que eligen gobiernos comunistas en la actualidad, que  lo único que cambian es de disfraz; por lo tanto no es posible que después de tamaño fracaso del marxismo leninismo con la caída del muro de Berlín y la debacle de la URSS, la región latinoamericana sea quien recicla los desechos repudiados en otras partes del mundo; llegando al colmo de afirmar el tirano de Fidel Castro en el 2010, que el socialismo del siglo XXI: “ era el comunismo, el que el propio Marx definió como comunismo”.

El  derrumbe  del muro de Berlín,  se constituyó  en un acontecimiento cimero para Europa y el mundo, pues no solo fue la hecatombe del  comunismo totalitario en el viejo continente, sino que se rompió el mito de la invencibilidad e intocabilidad del marxismo, cuyo accionar genocida en más 150 años lo catapultan como la organización más torcida e infame que ha conocido la humanidad, sin embargo sus miembros guiados por el fetichismo, la superstición y la leyenda le dan a semejante doctrina abyecta el carácter de todopoderosa, de ahí fue que Hugo Chávez inducido por el dictador Fidel Castro buscó reeditar al comunismo en Latinoamérica llevando a la miseria y al hambre al pueblo venezolano.

Por  carecer de la razón los seguidores del marxismo, van en contra de su conciencia y su actuación se circunscribe dentro de lo más arcaico de la política. Por ello tienen un comportamiento brutal que desecha toda lógica, al querer convertir a las masas en una manada, lo cual demuestra que los miembros de esa caterva saben que están equivocados y en ocasiones son vergonzantes, porque muchos de ellos no permiten que los llamen comunistas, pues eso va en contraposición de sus intenciones abyectas; por lo cual se cambian de ropaje para engañar a los pueblos que de manera ingenua se dejan envolver de su doblez.

El pamema  marxista leninista con el cual han engañado naciones, demuestra que lo dicho por Lenin no es tan alejado de la realidad, cuando afirmaba: “nosotros somos una iglesia”. De ahí precisamente se desprende que la superstición y el mito son inherentes al marxismo y por ello aprovechando la religiosidad en Latinoamérica y su cultura, crearon la Teología de la Liberación impulsada en los años 60 del siglo pasado como un producto comunista traído a Latinoamérica por la KGB, agencia secreta de la URSS; evidenciándose que el marxismo se mimetiza hasta en la religión, para lograr satisfacer sus instintos mórbidos que buscan envilecer a los demás.

El comunismo es un culto al engaño, que en América Latina especialmente se ha puesto varios antifaces, para esclavizar a nuestras naciones, y se le pueden colocar otros motes como el de castro-chavismo, pero el comunismo totalitario sigue siendo el mismo brebaje que usa diferentes rótulos. Por ello hay que reconocer con vergüenza que a  punto de cumplir  33 años de la caída del muro de Berlín, nuestra región no ha podido dimensionar ese acontecimiento, y por eso han surgido timadores como Hugo Chávez con  el socialismo del siglo XXI.

Ariel Peña

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