Los pobres que no se ven, pero, sí están y son cada vez más

Imagen: @rodaselprofe

La medición de la pobreza es tan difícil como su definición, pero aterrador también es explicar su causa y lo que encontramos en todo su esplendor es su resultado, consecuencias culturales, consecuencia de procedencias, hasta consecuencias de salud.  Vemos la pobreza marcada en definiciones aparatosas, pomposas, académicas y es claro que no se escapa de los discursos políticos, discursos los cuales son pronunciados en todas las ideologías.

La pobreza es vista por múltiples definiciones, según Cárdenas S. Mauricio, “la pobreza es la privación extrema de bienestar, entendido como el acceso adecuado a bienes materiales (vivienda, educación, y salud), asimismo a un sistema que disminuye la ocurrencia de eventos negativos (como una enfermedad)”. Esa es una definición precisa en tiempos normales; pero que ocurre con esa pobreza oculta que se mira y sale con más continuidad.

Es la pobreza oculta; muestra que los estratos medios comparten características en precariedad en salud, vivienda, y educación, pero se ven camufladas en estos estratos, hace referencia a personas que cuentan con estudios profesionales, especializados, también bilingües, mentes aptas; pero, que hacen parte en la conformación de hogares que falta prácticamente todo lo necesario que incluye una canasta básica familiar. O que de alguna manera no suplen sus niveles de manutención dignas.

Algunas particularidades que se aprecia en estas viviendas es empleo informal, desempleo, personas adultas sin pensión, problemas de alcoholismo y depresión derivados, principalmente, de los esfuerzos no concernidos que numerosas personas habían hecho a lo largo de sus vidas.

Esta emergencia biológica que atraviesa al mundo a causa de la pandemia va a arrojar de manera despiadada a más personas a esa línea vulnerable llamada pobreza, que va a contar con indicadores que nos van a dejar sumidos en una gran crisis social; y aumentará la insuficiencia de ingresos por hogar y por persona, las necesidades básicas insatisfechas, el índice de calidad de vida y por supuesto el índice de desarrollo humano.

Justo en este momento todas las herramientas de medición de la pobreza oculta fracasan, puesto que en Colombia no se tiene una cifra clara de las personas y familias que se encuentran en esta situación, y no es sencillo acceder a la focalización de estas, ni el Departamento Nacional de Planeación, ni la pobreza multidimensional, calculada con el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), ni el Sisbén; que calcula y mide los hogares con privaciones en cinco dimensiones básicas de bienestar, distintas a la carencia de ingresos determinan este tipo de pobreza; y si a estos factores se le suma, que, aquellas personas que están en un lugar cómodo y privilegiado “aparentemente”  se les dificulta aceptar que se encuentran en esta situación y que es necesario acceder a los programas sociales que opera el Gobierno; sin embargo, estos programas, en su gran mayoría, no responden a las necesidades de esta población, puesto que no ayudan a solventar algunas penurias básicas, pero son incapaces de colocar al servicio de la sociedad las capacidades humanas que estas personas han desarrollado y ampliamente estudiado, en el transcurso de su vida.

Cabe señalar que el problema de la pobreza oculta hace parte de las prácticas, tradiciones culturales mal marcadas por las personas, impuesta por la “sociedad del triunfo”, pues desde pequeños se nos infundió la idea falsa que el éxito y la posición social se hacía a través de patrimonio y obtenciones que brinden un nivel de vida con prosperidad. Es en aquel momento, cuando se prefiere sufrir la situación dura, y la calamidad económica en vez de buscar apoyo para no verse fracasado, no sentirse frustrado y desde luego aparentarle a esa misma “sociedad del triunfo” hasta donde más se pueda.

Para finalizar mencionaré posibles consideraciones, se necesita identificar estos individuos de manera urgente ya sea por medio de: polígonos eficientes basados en datos de DNP y de Sisbén, con datos verídicos y actuales, la medición de pobreza por ingresos, capacidad de pago y por método integrado de pobreza, también es necesario que el Gobierno Nacional genere políticas sociales y económicas eficientes siendo competentes a partir de un enfoque diferencial que permita reducir la segregación y la discriminación a estas personas.

Brian David Ortiz Rodríguez

Bogotano. Líder estudiantil y líder comunitario. Cursando últimos semestre de administración de empresa y gestión ambiental en la fundación universitaria unimonserrate de Bogotá.

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