Hoy en Medellín todos los ciudadanos añoramos los tiempos en los cuales nuestra ciudad era muestra de progreso y desarrollo, donde gobernar era una dignidad en todo el sentido de la palabra y donde los procesos de construcción de ciudad estaban por encima de cualquier interés personalista.
Hoy somos vistos como un ejemplo de cómo puede caer una gran sociedad en el populismo y las instituciones públicas se transforman en empresas para enriquecer los patrimonios de aquellos que deberían servir a toda la comunidad.
¿Cómo pasó?, ¿cómo fue posible?, ¿se repetirá?, son preguntas que como ciudadanos nos debemos formular pues “Quién olvida su historia está condenado a repetirla” (Jorge Ruiz de Santayana), y no es para menos, el acuerdo social por el progreso que existió tácitamente en una alianza entre el sector público, la academia y el empresariado se vio fuertemente corrompido por el cáncer que simboliza Daniel Quintero y su intento de convertir a Medellín en un campo de odio, en una especie de guerra fría en la cual, el negocio para ser muy “simple” destruir los cimientos de una sociedad próspera a cambio de enriquecerse él, su familia y “equipo-socios” presuntamente (como han dado a conocer prestigiosos medios de comunicación) ILEGALMENTE.
En una columna que titulé “Una alianza para rescatar Medellín y proteger Antioquia” publicada en octubre de 2022 en el prestigioso medio Al Poniente, exponía las razones por las cuales era claro que Quintero Calle y el grupo que algunos han denominado el “pinturismo” no goza de las mayorías para salir victoriosos en las elecciones del 29 de octubre de 2023, sin embargo, soy claro al exponer, que tampoco contaron con las mayorías en el 2019, y su victoria en Medellín obedeció a varios factores entre los que se encuentra la desunión de los sectores que anteponen el desarrollo de nuestro territorio a intereses personales, en aquella columna sugería unirnos (pues creo que la unidad es la respuesta a para evitar un salto al vacío) entorno a la Dra. Ana Cristina Moreno a la Alcaldía de Medellín y el Dr. Luis Fernando Suárez a la Gobernación de Antioquia.
Hoy, hechos como el triste anuncio de la Dra. Ana Cristina de no aspirar o la incapacidad de lograr consensos frente a las personas llamadas a salvar Medellín y evitar que su cáncer se expanda por Antioquia, emula los errores de 2019, pues pareciera que se debe al ego de distintas personas -que no mencionaré pues no es de mi interés alentar la división, por el contrario los invito al consenso- a cerrar las opciones exclusivamente en su propio nombre, lo que genera la una división propicia para que Quintero imponga su sucesor y sus aliados se tomen la Gobernación.
Citando a John Maynard Keynes, “Cuando las circunstancias cambian, yo cambio de opinión”, y es que el primer paso para regresar a la época de pujanza en Medellín y evitar que el politiquería se apodere de Antioquia es definir los liderazgos que vamos a rodear TODOS en pro del interés general, esta sensación de desunión ha llevado a un gran sector de la ciudadanía a proclamar figuras que hoy se encuentran en el marco nacional retornen a su región, como es el caso de Federico Gutiérrez Zuluaga (FICO), hoy presidenciable, quien es el líder innegable para el retorno de Medellín a la senda de progreso; y Álvaro Uribe Vélez, quien hoy lidera a nivel nacional el Centro Democrático buscando consolidar los líderes regionales para las elecciones de octubre.
La pregunta que tenemos los ciudadanos es ¿aceptarán FICO y Uribe este llamado?, sabemos el sacrificio que implica en sus vidas personales, sabemos que no lo han considerado o incluso habían desechado la idea, pero la invitación que les hacemos los ciudadanos es analizar esta posibilidad desde las circunstancias actuales y los graves efectos que tendría para nuestra pujante región una desunión que le deje el escenario favorable a Quintero y sus aliados.
De aceptar este llamado, desde ya cuenten con Camilo Salazar Restrepo, en sus aspiraciones, yo me encuentro en un constante diálogo popular para expresarle a la comunidad lo plasmado en estas líneas y que me confíen representarlos en el Concejo de Medellín.
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