Las predicciones de Juan Manuel Santos

La visión del posconflicto en Colombia por muy ridículo que parezca se preserva bajo una visión polarizada. De un lado se encuentran las personas quienes apoyan la ejecución de una paz bajo las bases de una justicia transicional y por otro, quienes consideran este último mecanismo una auténtica burla. Vemos entonces la calidad teatral a que nos tienen acostumbrados los sectores políticos de tan hermoso país.

«Cuando los procesos de paz tienen a todos contentos de un solo lado, no será un proceso de paz exitoso a largo plazo». Juan Manuel Santos Calderón, Ex-presidente de Colombia (2010-2018).

No ha pasado más de una semana desde que se discutían las objeciones del presidente de la república en el congreso. El tema quedó tan indefinido que el presidente del mismo parlamento tuvo que pedir colaboración de funciones a la mismísima Corte Constitucional para resolver el inconcluso debate. Al parecer las presiones hechas desde el gobierno central no fueron tan eficientes como se esperaba, y mal se pensó que las presiones cesarían.

A día de hoy, son noticias de primera plana que a muchos miembros de la Corte Constitucional se les fueron revocadas o negadas sus visas americanas. No es menos indigno, saber que la temporalidad de estas revocaciones o negaciones coinciden con la revisión y pronta decisión de estos colegiados frente a las objeciones proferidas desde la presidencia.

Es evidente la desesperada situación del gobierno frente a su anhelo de desmantelar la Jurisdicción Especial para la Paz. Más elemental, es percibir la cantidad de opciones que el gobierno concibe para lograr su cometido.

«No es justo que le pongan palos a la JEP y al mismo tiempo le exijan que tiene que funcionar». Juan Manuel Santos Calderón, Ex-presidente de Colombia (2010-2018).

Lo grave del asunto no parte desde la premisa de un gobierno impotente y pícaro. Lo severo proviene de la vulneración de principios claves en toda democracia y en específico la libertad e independencia de poderes. Es una auténtica escena teatral ver cómo el estado se arrebata de sí mismo sus libertades para satisfacer vanos y viles intereses. Es ridículo pensar que la «adecuación de una paz», concepto que ellos se inventaron, provenga de la afectación del interés público mismo. Parece una mentira que los métodos gubernamentales sean contraproducentes frente a  su continua tesis en defensa de las víctimas; de lo «justo».

«La paz tiene dos fases: hacer la paz con la negociación, la entrega de armas y la reincorporación. La segunda, la más difícil, es la construcción de esta paz». Juan Manuel Santos Calderón, Ex-presidente de Colombia (2010-2018).

¡Por la independencia!

Es importante que se respete la autonomía y el equilibrio de poderes. Son principios rectores de la democracia y hoy más que nunca están siendo vulnerados por el gobierno central. El llamado al repudio público frente a este tipo de acciones es necesario.

Construyamos paz

Lo difícil, como versa el señor Santos, es construir paz. Posiblemente las tertulias en el congreso no ayuden mucho a materializar este propósito y mucho menos las actividades realizadas por el gobierno de turno. La iniciativa entonces está en nuestras manos. Defender el máximo bien jurídico de toda nación que es el interés general, es la tutela idónea para garantizar la construcción de los principales cimientos de una prolongada paz.

Mis predicciones

Es muy posible y con toda admiración lo expongo, que nuestros magistrados de la Corte Constitucional se mantengan en sus posiciones frente a la JEP. Posición de respeto y fundamento preponderante a la defensa de la paz como debe ser. La sapiencia de estos colegiados no desfallece por artilugios desvirtuados desde un sector heterogéneo a las tendencias pacíficas, y me atrevo a decir que estos vagos métodos serán puestos en tela de juicio. irónicamente esto le resultará al gobierno un arma de doble filo, porque son esas las consecuencias de un juego sucio.

Martin Alvis Gonzalez

Estudiante universitario de la Facultad de derecho en la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla. Altos conocimientos en la lengua inglesa e interesado en temas políticos nacionales e internacionales; socio-económicos y culturales del país. Actual investigador en derecho penal de la Universidad Simón Bolívar.