La Universidad

“PROPOSITOS DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL”.

Tratándose en la Cámara de Representantes de un proyecto procedente del Senado, sobre reorganización de la Universidad, el Sr. Ancízar, Secretario de lo Interior y Relaciones Exteriores, hizo confesión de los defectos de aquel Instituto, entre ellos haberse convertido en palenque eleccionario.

El Sr. Galindo afirmó que la Universidad tenía por objeto formar liberales; que en ella no debía enseñarse eclecticismo; que Balmes y Bentham no pueden darse la mano en los claustros universitarios, porque sería absurdo y ridículo; que cuando el partido católico esté en el poder, mandará enseñar catolicismo, y para proceder así estará en su derecho; que él no se entusiasmaba por la educación primaria, porque, enseñando a leer a los niños del pueblo, no se hacía otra cosa que darles lectores al partido católico, para las pastorales de sus obispos, el catecismo de Astete y para cuanto a los liberales les perjudicaba; que lo importante para los liberales no era enseñar a leer a la infancia, “sino enseñar a la juventud a pensar; que en todo el mundo era muy respetable el partido católico por los hombres distinguidos que los componían.”

“Hoy día, preciso es confesarlo, los conservadores nos llevan gran ventaja en la prensa. Ellos son los depositarios del saber; ellos los que escriben libros, y esto se explica; nosotros hombres de acción, no hemos tenido tiempo para dedicarnos a elucubraciones científicas; ellos alejados del poder han estudiado y nos llevan en ese camino la delantera. Guardémonos de sacrificar la idea liberal a la competencia científica. Nadie más competente para enseñar ciertos ramos de literatura que el Sr. Caro, el elegante traductor de Virgilio, que en este recinto se sienta con nosotros; pero yo jamás enviaría al Sr. Caro a enseñar cosa alguna a la Universidad, porque no debemos abrir nuestro campo a los enemigos…” (Estanislao Gómez Barrientos; Don Mariano Ospina y su Epoca; 25 Años a Traves del Estado de Antioquia; Tomo 2; (2 Parte-1876 a 1889); Imprenta Oficial-Medellín, 1.927, Pag. 20)

Las Universidades en Antioquia se quedaron mudas. Se acobardaron. No producen. La crítica no aparece. No cuestiona. Los grandes foros no son concitados. No se cuestiona a los gobiernos. No se llama a la crítica. Se están formando empleados o empleadores sin garantizarles que van a tener un País para desempeñar lo uno o lo otros. Los grandes temas políticos dormitan el sueño de los justos.

La Universidad es donde se forma la juventud para que ésta se atreva a cambiar la región y el país, para que se atreva a salir y a exigir; para que se atreva a votar; para que se atreva a hablar.

Recuerdo que la Bolivariana surgió ante el avasallamiento que hizo la Universidad de Antioquia de la educación en 1936 y su origen fue entonces político. Surgió para enfrentar la República liberal consolidada por Alfonso López Pumarejo entre 1930 y 1946. Recuerdo también que la Universidad Externado de Colombia nació igualmente de un suceso político: la Regeneración de Nuñez que dio lugar a la Constitución de 1886. Surgió para enfrentar la República conservadora de Miguel Antonio Caro. El CES y la EIA surgieron por los errores de la Universidad de Antioquia y la Nacional al dejarse someter por las izquierdas del momento.

Si la Universidad en Antioquia no se sacude, no propone, no cuestiona, no dirige, no está cumpliendo con su misión. Hoy en día, me consta, la Universidad se está volviendo una empresa que sólo le interesa producir egresados, no líderes. Callan a quienes cuestionan, a quienes tratan de alzar la voz.

Temas como el federalismo, las autonomías, los mecanismos de participación ciudadana, han pasado como pasó el Espíritu Santo, sin romper ni manchar el vidrio del invernadero donde ha decidido vegetar la Universidad. ¿Alguna ha alzado la voz contra el sistema por la violación del sacrosanto derecho a la revocatoria en Medellín?

Me temo que hay que revisar a fondo los estatutos y misión y visión de las universidades en Antioquia: la crisis de la Universidad de Medellín, dividida en dos bandos por iguales; la crisis en la Universidad Pontificia Bolivariana estableciendo que sólo un sacerdote puede ser Rector, como si los sacerdotes fuesen educados para dirigir y administrar. Un Cura lo es por un llamado celestial. La crisis de la Escuela de Ingeniería de Antioquia EIA que tuvo que acudir a Bogotá a traerse un Rector de la Capital y que perdió su norte al punto de crear una Facultad de Medicina. La crisis de EAFIT, Escuela de Administración y Finanzas, hoy con Derecho e Ingeniería Civil, universidad creada por los industriales para garantizar los líderes como Samuel Muñoz Duque, Darío Múnera Arango, Jorge Molina Moreno, Fabio Rico Calle, Alberto Gómez Ramírez, Jorge Arango Carrasquilla; la crisis de la Universidad CES (Centro de Estudios de la Salud), nacida para educar médicos y hoy formando abogados. Es como si MIT decidiera tener facultad de Derecho.

La Universidad en Antioquia tiene que sacudirse, repensarse, antes de que este gobierno totalitario les ponga la mordaza definitiva.

Julio González Villa

Doctor en Derecho U. Externado de Colombia; Abogado UPB; Magíster Administración de EAFIT; Especialista Derecho Ambiental U. Externado y Derecho Administrativo y Comercial.

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