La tierra donde vive gente

Mucho foco en las tierras productivas y poco donde vive la gente. La tesis según la cual en Colombia hay más territorio que Estado, incluye varias generaciones de habitantes que han construido ese territorio con iniciativa propia y autogestión. Las causas y consecuencias de ese poblamiento sin Estado, han sido estudiadas en el marco del conflicto armado y sus conclusiones incorporadas, primero en el Acuerdo de La Habana y las agendas populares, y luego en la arquitectura constitucional y legal.

Con el arraigo y el crecimiento demográfico siguen los conflictos que no se resuelven con plata, pues pobre-rico no es la única contradicción del momento, aunque sea determinante. Es plausible la iniciativa gubernamental de comprar tierras a los ricos y ricas para el acceso del pueblo pobre. Pero también hay que reconocer que esa fuente es limitada, se agota pronto y además no es la única. Están estos otros mecanismos para, al menos, ajustar tres millones de hectáreas acordadas entre el Estado y las FARC EP:

  1. Tierras provenientes de la extinción judicial de dominio a favor de la Nación. 2. Tierras recuperadas a favor de la Nación, baldíos indebidamente apropiados u ocupados. 3. Tierras provenientes de la actualización, delimitación y fortalecimiento de la Reserva Forestal. 4. Tierras inexplotadas: tierras recuperadas mediante la aplicación del actual procedimiento de extinción administrativa de dominio, por incumplimiento de la función social y ecológica de la propiedad.
  2. Tierras adquiridas o expropiadas por motivos de interés social o de utilidad pública, adquiridas para promover el acceso a la propiedad rural, con la correspondiente indemnización. 6. Tierras donadas: el Gobierno Nacional adelantar las gestiones necesarias para facilitar los procedimientos de donación de tierras al Fondo de Tierras, en el marco de la terminación del conflicto y de la construcción de la paz.

Está claro que en un año de gobierno no se pueden cambiar las cosas cuando en siete años del Acuerdo de Paz, predominó el incumplimiento. Pero también es cierto que en las tierras donde vive la gente continúan las situaciones que afectan la economía y la producción rural, limitan la planificación y la gestión de otro desarrollo, distinto al extractivismo, que sí gozó con la viabilidad jurídica antes del Cambio. Se requiere la formalización masiva para una vida con certidumbre de la tenencia y el futuro.

En un nuevo gobierno y además siendo la novedad en Colombia, resulta de interés en el análisis de las políticas públicas la burocracia que las ejecuta. En tal sentido, ya es notoria que la burocracia que viene de administraciones anteriores, incide en la toma de decisiones a la hora de ejecutar las políticas del gobierno actual. Ojala el 2024 traiga funcionarios y funcionarias más comprometidas con el Cambio; no se trata de contar con buenos técnicos “que evitan cometer errores e investigaciones” y ponen pesada y lenta la administración. Sería bueno superar la Dotora y el Dotor NO SE PUEDE.


Todas las columnas del autor en este enlace:  Fredy Escobar Moncada

Fredy Escobar Moncada

Trabajador Social. Magíster en Ciencia Política.

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