LA PREGUNTAS QUE DEBEMOS HACERNOS HOY SOBRE EL PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL – POT – DE MEDELLÍN

Como respuesta a nuestra pregunta abierta sobre el POT de Medellín, publicamos la respuesta de Claudia Restrepo, pre-candidata a la Alcaldía de Medellín y de paso agradecemos su interés y pronta respuesta a nuestra pregunta.

¿Es un POT robusto que ofrece flexibilidad?

¿Tiene un sistema de transición para su implementación?

¿Limita proyectos de movilidad importantes y necesarios para la ciudad?

¿Es tan ambicioso que puede paralizar proyectos de ciudad?

¿Impide el desarrollo de políticas incluyentes?

¿Amarra y compromete a próximos gobiernos en la ejecución de los Parques del Río y Jardín circunvalar sobre otros proyectos?

Propongo estas preguntas y no otras porque el debate sobre la construcción del POT se surtió y finalizó con su aprobación por el Concejo de la ciudad, el pasado 27 de octubre.  No me referiré a si la construcción del Plan tuvo la suficiente participación, tampoco a si logró responder a las inquietudes de todos los que le hicieron observaciones, porque conozco de antemano la respuesta y es una negativa para ambas, aquí nunca habrá acuerdo,  así lo indican las diferentes expresiones, comentarios y columnas, algunas en reconocimiento al nuevo POT  y, otras tantas, en crítica a su proceso de construcción, alcance y contenido.

Lo esencial en la discusión para este momento debe centrarse en tres asuntos críticos: la implementación del Plan, el proceso de transición entre ambos POT´s  y los marcos de planificación y actuación que les quedan a los futuros gobiernos para sus correspondientes planes de desarrollo.

Un POT es una herramienta de largo plazo-12 años- que deberá ofrecer los ejes estructurantes, y no la especificidad de las intervenciones. Por lo cual, su principal éxito está en que ofrezca robustez planificadora  y flexibilidad ejecutora. ¿Logra eso este POT?- Espero que así sea, y es fundamental el debido acompañamiento al Departamento Administrativo de Planeación durante este tiempo que viene, pues, en general, parece haber un acuerdo sobre los términos filosóficos y una preocupación sobre la complejización de la práctica.

Por ejemplo, ¿cómo serán los tiempos para  la construcción de los macroproyectos y los planes barriales? De ahí la importancia del proceso de transición para no dejar sin respaldo planificador a la ciudad. Igualmente, ocurre con los protocolos de usos del suelo, que mientras se ejecutan no puede dejárseles de hacer control.

No quiero llegar a los puntos comunes del “sí pero no”, eso de importantísimas las ciclorutas pero qué pasa con las vías para los carros; sí a la intervención del río, pero qué pasa con la conexión norte, entre otras.  Éste no es el momento, como nunca lo es, ni debería serlo, para las posturas radicalizadas sobre la ciudad. Los principios rectores del POT son coincidentes, sin duda, con las premisas del desarrollo sostenible previsto por ONUHABITAT; ahora, el cuestionamiento fundamental se dirige hacia las prioridades y capacidades de desarrollo de esos principios, en el tiempo, para la ciudad.

Sólo a modo de reflexión, no para terminar, pero sí para dejar sobre la mesa, es importante ofrecer las siguientes consideraciones del futuro de la implementación del POT:

-Importante el  crecimiento hacia adentro, y el control al perímetro urbano.

-Ese control de laderas debe hacerse con la participación de las comunidades en el reconocimiento de sus barrios y con programas concertados de mejoramiento integral de barrios.

-La tarea por el desarrollo del sistema integrado de transporte de la ciudad, debe mantener su relevancia en el tiempo y conversar con un sistema de transporte «en cicla» que promueva y armonice el equilibrio ambiental de la ciudad.

-El proyecto Parques del Rio debe ser analizado desde su viabilidad técnica y económica; Medellín, en una apuesta de sostenibilidad debe recuperar el Rio y generar espacio público efectivo por habitante, sin perder de lado la importancia de este corredor multimodal para la ciudad, su conexión con el norte y la región. Aquí es importante rescatar esa idea inicial de que el proyecto de vías subterráneas que dan lugar al espacio público en superficie tenga la estrategia de APP.

-La ciudad del primer piso, se enfoca a la apuesta de la sana mezcla de usos que debe generar los usos comerciales y de servicios del primer piso y los usos residenciales en altura. Medellín debe fortalecer el control del uso de los inmuebles, evitando los conflictos sociales que un abuso de los mismos generen. Por eso los protocolos deben ser el instrumento para construir esa sana convivencia de actividades y no debe perpetuar las irregularidades e ilegalidades de algunas actividades.

-Para asegurar su cumplimiento. Se debe fortalecer el Control Urbano, el control a los Curadores y el control a la actividad constructora. Igualmente, los instrumentos de gestión y financiación del POT, que son un gran avance, requieren de su real aplicación.  Juegan un papel importante en este proceso las inspecciones de policía

-El proyecto de transformación del centro, particularmente de su casco histórico, alrededor de su dinámica cultural, educativa y comercial, deberá ofrecer esos usos mixtos, sin deterioro de su espacio público acompañado de una verdadera gestión de lo urbano. Deben ser trascendental los cambios que nos traen las rutas de metroplus y el tranvía.

-Incluir el decreto sobre Patrimonio en el cuerpo del POT, debe significar un mayor énfasis en la planificación de la ciudad, alrededor de la protección de su patrimonio. El patrimonio como un nuevo valor que le aporta a la oferta social y cultural, además de valorar económicamente el centro mismo.

-Pasar de la vivienda al hábitat, es un gran reto. Importante la línea de mejoramiento integral de barrios y los nuevos requerimientos de áreas mínimas para la construcción de VIP, que, sin  lugar a dudas, es un avance para la calidad de vida, pero un riesgo financiero para el Municipio a la luz de la actual ley de vivienda. Éste deberá ser un elemento fundamental en la ejecución de vivienda.

-Los habitantes de las laderas requieren reconocimiento de la construcción social del hábitat que han generado, y en esto el POT se queda corto, lo cual no significa que no sea un reto para futuros planes de desarrollo.

-Es necesaria una agenda de trabajo en la que podamos establecer como instrumentalizar el POT – o como reglamentar los instrumentos que estableció (plusvalía, derechos de construcción, obligaciones urbanísticas, planes parciales, etc.).

Finalizo estos puntos, que siempre estarán dispuestos a la discusión, destacando que esta hoja de ruta que es el POT, sobre todo ha sido la verdadera oportunidad para pensar, en voz alta, la planificación de la Ciudad, y debe constituirse en un insumo para las futuras rutas de gobierno, especialmente, en lo que a prioridades en el tiempo le corresponda.

@eskole

[author] [author_image timthumb=’on’]http://lasillavacia.com/sites/default/files/images/claudia.jpg[/author_image] [author_info]Claudia Restrepo M. Pre-candidata Alcaldía de Medellín. «La fuerza de lo humano, amor a las circunstancias. Una mirada al Paisaje vital. Educación,Cultura, ciudadanía, sostenibilidad, NO a lo ilegal» [/author_info] [/author]

 

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