«La mayoría buscamos un periódico, entendemos un televisor o una radio esperando a escuchar tragedias, pocos nos detenemos en las noticias buenas.»
La Cámara Junior Internacional (JCIA) es una entidad sin ánimo de lucro que busca que la participación de los jóvenes ayude a cambiar un poco la sociedad. Dicho cambio se realiza mediante obras que ayuden al progreso de las comunidades menos favorecidas, como es el trabajo que se vi9ene haciendo con las madres cabezas de familia de Altos de la Torre en la ciudad de Medellín.
Altos de la Torre es un barrio ubicado en Medellín, allí viven niños y madres –en su mayoría cabezas de familia- que tratan de salir adelante con la poca ayuda que reciben del Estado. Es por esto, que la JCIA ha decidido comenzar a trabajar con ellas para que logren tener un sustento económico que les permita, al menos, cubrir las necesidades más básicas.
El proyecto busca unir el cuidado del medio ambiente con la producción económica que estas mujeres están llevando a cabo desde hace algunos meses. Esta iniciativa surge con unos talleres de reciclaje dictados por Recimed, los cuales ayudaron a que las madres comenzaran hacer productos con este material, y estos, eran vendidos para así recolectar fondos y ayudar a sus familias.
Pero la iniciativa no se detuvo ahí, las madres cabezas de familia continuaron afianzando el proyecto, así que se comenzó a mirar la posibilidad de hacer una caminata ecológica que también les permitiera recoger fondos, y a la vez, tratar de quitar el estigma que se tiene acerca del peligro en esta zona.
“El fin de las caminatas es que la ciudadanía del área metropolitana se apropie de los espacios y puedan hacer turismo dentro de su ciudad. Los extranjeros también pueden aprovechar este espacio para que se deleiten con la ciudad y su espectacular mirador. El último fin es generar recursos para las mujeres de la comunidad”, dice Steven, director del proyecto.
Esta caminata inicia en el paradero de buses (cerca a la estación San Antonio del metro), luego hace un recorrido hasta la virgen, rodea la montaña pasando por la carretera destapada, y termina en el mismo lugar de inicio. Las mujeres de la comunidad se tomarán la tarea de preparar almuerzos que serán vendidos al final del recorrido.